Los fallos en la máquina pasteurizadora reducen las reservas del banco de leche

A principios de este año «las reservas de leche materna en el Banco Regional de Sangre mermaron de forma considerable por lo que hubo que realizar una campaña de divulgación importante para que la información llegara al mayor número posible de madres lactantes», señala el SES, que apunta que la mayoría de las donantes no tenían conocimiento de la existencia del banco de leche ni de la posibilidad de donar leche materna, ya que no habían sido informadas tras el parto.

El trabajo de divulgación ha mejorado y a lo largo de este año 2022 el número de donantes ha aumentado de manera efectiva, llegando a tener a día de hoy hasta un total de 73 donantes. Se trata de un número considerablemente más alto que el de los años de la pandemia. En 2020 el número de mujeres que entregaron leche fue de 42 y de 33 respectivamente.

¿Hay leche para todos los niños que lo requieren? El banco de leche materna alimenta a los niños prematuros o enfermos que se encuentran ingresados en cualquier centro hospitalario público de la región. La leche materna tiene más propiedades que la de fórmula, de ahí la llamada a la donación de algo que la naturaleza concede a manos llenas a muchas madres. «La demanda está siendo atendida en la medida de lo posible pues, al mismo tiempo, ha aumentado mucho la petición la leche materna, aunque es justo decir que en los últimos meses, hemos notado ese incremento del número de donantes, lo que ha supuesto una mejoría en las reservas de leche.

Los esfuerzos del Banco Regional están dirigidos a que cada vez haya más donantes de leche materna para poder satisfacer la demanda, que efectivamente y quizá por el aumento de nacimientos de bebes prematuros, es mayor.

La 'captación' de nuevas donantes se hace desde los equipos de Matronas y Unidades de Neonatología, se intenta informar y dar visibilidad a la importancia de la donación de leche materna, aunque debemos seguir aunando esfuerzos para conseguir que la información llegue absolutamente a todas las madres que estén en disposición de donar leche materna.

La gestión para que una madre se sume a la donación arranca inicia con la información a la mujer que esté en situación de poder donar su leche desde el equipo de Matronas o desde la Unidad de Neonatología. Una vez que esta está interesada en ser donante de leche se le realiza una encuesta por escrito donde debe contestar distintas cuestiones de salud así como la extracción de una muestra de sangre para analizar una serie de parámetros que indiquen si la donante es idónea y si está en buen estado de salud.

Si la donante no tiene ninguna contraindicación según los estudios anteriores, se le proporciona los recipientes para la leche materna y se le da información referente al adecuado manejo y almacenamiento de la leche. Hay madres, sobre todo las primíparas (primerizas), que primero quieren asegurarse de que tienen alimento para sus hijos y luego, una vez que la lactancia está establecida y ellas están tranquilas, inician la donación.

Un servicio de transporte recoge los biberones en el domicilio de la donante y una vez se recepciona la leche en el banco, se lleva a cabo el proceso de pasteurización donde se elimina o disminuye la mayoría de los gérmenes. Se envían muestras pre y postpasteurización para comprobar que el proceso se ha realizado correctamente y una vez que los cultivos son negativos, se procede al etiquetado de los biberones y a su almacenamiento en congelador a temperatura de 40 grados bajo cero.

Con todo este proceso la leche pierde ciertas propiedades, pero siempre es de mayor calidad que la de farmacia. Los bebés que recibe esta especie de 'regalo' de madres generosas son los que están ingresados en el hospital, es un recurso solo para uso interno.