El falso médico pacta una condena de dos años que le permitirá eludir la cárcel

El hombre, de 69 años, estaba citado este martes por la mañana para comparecer mediante videconferencia desde su localidad de residencia habitual en Castilla y León, pero finalmente solo ha sido necesaria su conformidad pero no su testimonio. Las partes han alcanzado un acuerdo que permitirá al falso doctor eludir su ingreso en un centro penitenciario, como pedían la Fiscalía, la Junta de Extremadura y los colegios oficiales de médicos de Cáceres -provincia en la que ejerció- y Ciudad Real -a la que correspondía el número del título falsificado-. El acusado ha estado defendido por el abogado placentino José Luis Martín Sánchez, del turno de oficio.

El Ministerio Fiscal y la Junta solicitaban tres años de cárcel, tres y medio el Colegio Oficial de Médicos de Ciudad Real y cuatro y medio el de Cáceres, además de multas que oscilaban entre los 10 y los 15 euros diarios durante un periodo comprendido entre un año y un año y medio. Finalmente, todos ellos han renunciado a sus pretensiones y han firmado el acuerdo que pone fin a un caso que saltó a la luz pública en mayo del año 2021, cuando la Guardia Civil detuvo a Eduardo G.C. ante las sospechas de que estaba haciéndose pasar por médico. Había conseguido engañar al SES, que le tuvo pasando consulta en el PAC (Punto de Atención Continuada) de Jaraíz de la Vera y en los consultorios de Alagón del Río y Navaconcejo.

Fue posible destapar el ardid gracias a las denuncias de dos pacientes que fueron atendidas por él y apreciaron unos modos sospechosos. El hombre admitió los hechos que se le imputaban desde su primera declaración. Afirmó que el SES le contrató «sin el certificado de estar colegiado, simplemente con un título». También que no hacía diagnósticos, que simplemente renovaba recetas, y detalló que había hecho guardias y atendido urgencias domiciliarias. Añadió que «le hubiera gustado ser médico».

Eduardo G. C. ya fue condenado en 2016 a un año y medio de cárcel por intrusismo profesional, al comprobarse que había trabajado como facultativo sin serlo en varios centros del Sistema Andaluz de Salud (SAS) de la provincia de Huelva entre los años 2009 y 2014. Además, en junio de 2011 le impusieron seis meses de trabajos en beneficio de la comunidad por falsificar un título universitario de médico de la Universidad de Murcia, provincia en la que también ejerció sin tener la titulación. Ese mismo año fue admitido por el SES para realizar las oposiciones de facultativo de atención continuada. Ahora, no se ha considerado la agravante de reincidencia, al cumplir los requisitos exigidos para ello. Y también los necesarios para beneficiarse de la suspensión de la pena decretada por la magistrada.