García Sardiña: «Lo importante es que el pacto PP-Vox sea bueno para Extremadura»

Tras su reunión con María Guardiola en la sede de la Cámara en Badajoz, defendió que «desde todos los puntos de vista, cuanto antes haya un gobierno, mejor para todos». Pero también apuntó que «la aritmética de las elecciones obliga a una negociación». Las elecciones del 28-M llevan a un pacto entre PP y Vox, dado que ambos suman 33 escaños y, con ello, la mayoría absoluta en la Asamblea.

«Como empresario, que estamos todos los días negociando, reconozco que los procesos y negociaciones llevan su tiempo y no hay que precipitarlas. A veces un buen acuerdo obliga a invertir tiempo», afirmó García Sardiña. «Lo importante no es que el acuerdo tarde una semana más o menos, sino que sea bueno para Extremadura», insistió.

«Las precipitaciones no son buenas consejeras y todo hay que madurarlo. Hablamos del futuro de Extremadura. Los acuerdos trascendentes, y este lo es, requieren su periodo de maduración», dijo el presidente de la Cámara de Comercio. Incluso reconoció que a veces es bueno dejar reposar para estar seguro que los términos son beneficios. Pero también afirmó que «dentro de esto, cuantos más cortos sean los tiempos, mejor para todos».

Promesas de Guardiola

María Guardiola acudió a la sede de los empresarios de Badajoz para repetir su interés por aprobar una Ley de Medidas Fiscales en los primeros cien días de gobierno, bajar el IPRF, el impuesto de transmisiones patrimoniales y reducir el impuesto de Patrimonio. También habló de la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones «para la mayoría de los contribuyentes», y la reducción del impuesto de patrimonio y también el de matriculación.

Guardiola pretende que darse de alta como autónomo en Extremadura «salga gratis», gracias a la tarifa plana que plantea, y que los autónomos que no lleguen al salario mínimo interprofesional «tampoco tendrán que pagar una cuota». «Vamos a poner al empresario en el centro», afirmó Guardiola mientras le oía Mariano García Sardiña. Ella se comprometió a que la Administración sea «un trampolín y no una barrera» para incentivar las inversiones.