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Raquel Pastor, directora general de Industria, y Mercedes Morán, consejera de Desarrollo Sostenible, durante la presentación del Balance Energético de Extremadura.
Raquel Pastor, directora general de Industria, y Mercedes Morán, consejera de Desarrollo Sostenible, durante la presentación del Balance Energético de Extremadura. HOY
Especial energía

Un gran balance energético que lleva hacia el optimismo

Año de récords. El Balance Eléctrico extremeño hace soñar en una industria pujante tanto al sector renovable de la región como al nuclear

José Tomás Palacín

Viernes, 20 de diciembre 2024, 22:37

Ya es ampliamente conocido —y si no, ha quedado de manifiesto sobradamente en este Especial Energía— que Extremadura produce mucha más energía de la que consume. De hecho, la región es la gran surtidora de energía en nuestro país.

Hay varias conclusiones que sacar del Balance Eléctrico de Extremadura, y desde la Junta, sobre todo, señalan tres. En primer lugar, que la producción de la energía eléctrica regional representa el 11,14% del total del conjunto de España, por lo que ocupa el tercer lugar en el ranking nacional —de este modo, se mantiene en la misma posición respecto de 2022—.

En segundo lugar, que la generación de energía eléctrica renovable en Extremadura representa a su vez el 9,98% del total del conjunto de España, así que ocupa el sexto lugar en el ranking de toda España. Y, en tercer lugar, que en cuanto a la comparativa entre producción de energía eléctrica renovable y demanda —una cuestión nada desdeñable—, Extremadura ocupa el primer lugar en el ranking nacional.

Estas tres conclusiones hacen que desde el resumen ejecutivo de este balance indiquen que el sistema eléctrico extremeño «ha afianzado su evolución hacia un modelo de producción libre de emisiones de gases de efecto invernadero en la que las tecnologías renovables siguen adquiriendo una mayor presencia, teniendo su reflejo en las cifras de producción y en la estructura de la potencia instalada».

Y, para muestras, varios botones: la producción de energía eléctrica alcanzó en Extremadura en 2023 los 29.750 gigavatios por hora (GWh), un 13,43% más que en el año 2022, constituyendo por ello su máximo histórico. Por otra parte, la demanda de energía eléctrica registrada también en la región, en línea con lo ocurrido a nivel nacional, bajó un 1,44% interanual, concretamente hasta los 4.779 GWh.

Esto significa que el balance eléctrico de nuestra región sigue siendo «netamente positivo», ya que la producción de energía eléctrica supera en un 622,51% a la demanda. En total, esta generación de energía supone unos excedentes de más del 80% (82,69%).

Lo renovable

Eso no es todo, ya que hablar de energía en la actualidad implica hablar además de sostenibilidad, de generación verde, de alcanzar cada vez menos emisiones. Así, según los datos de Red Eléctrica de España, la producción libre de emisiones de CO2 equivalentes —esto es, los gases de efecto invernadero— en Extremadura alcanzó en el año 2023 el 99,8% de la producción, frente al 72,1% de España.

Pero ¿de dónde viene el aumento de toda esta energía eléctrica? «Principalmente —indican desde el Balance de la Junta—, del incremento interanual del 32,14% de la producción de energía renovable, que alcanzó los 13.430 GWh. Para ponerlo en contexto, cabe recordar que la generación total de energía —junto con renovables— es de casi 30.000 GWh.

Los sectores renovables que más han crecido son, por un lado, el hidráulico, y por otro, el solar fotovoltaico. El primero aumentó su producción en el año 2023 un 69,77% más, debido a la «alta hidraulicidad» —es decir, las lluvias de final de año— de este periodo, mientras que el segundo aumentó el 32,10%. La razón: la continua apuesta y ampliación de la potencia que genera este sector —que, en ese sentido, creció hasta el 19,92%—.

«La producción de energía eléctrica regional en 2023 de nuestro parque generador renovable representa el 281,02% de la demanda extremeña. Específicamente, la generación de energía eléctrica con tecnologías de base solar (fotovoltaica y solar termoeléctrica) representa el 230,25% de la demanda regional», muestran en el Balance.

Por estas, y por otras razones, Extremadura sigue siendo la número uno en este sentido; sigue siendo la región líder en generación solar fotovoltaica con una producción en 2023 de 9.187 GWh que representan el 24,52 % del total nacional. Es más: según la Junta, la participación de las energías renovables alcanza ya el 45,15% del total regional.

Es importante señalar que la potencia instalada también es importante, ya que Extremadura cuenta, en renovables, con un registro de 11.698 megavatios (MW), un 10,53% más que en el año anterior, debido a la instalación de 1.065 megavatios nuevos en solar fotovoltaica —casi ese 20% de más mencionado anteriormente— y de 50 MW, mucho menos reseñable— en potencia eólica.

En resumen, y para demostrar la importancia de las renovables en la región, hay que señalar que el 82,67% de la potencia instalada en Extremadura corresponde a plantas de generación de energía eléctrica renovable. Asimismo, la potencia solar fotovoltaica es la tecnología líder con un peso del 54,81% de potencia instalada.

«Por el lado de la producción, Extremadura sigue encabezando en 2023 la transición energética en España. Somos la primera región en potencia fotovoltaica instalada, segunda en termosolar y tercera en hidráulica (…) la región vive actualmente un momento crucial para asentar un crecimiento económico sólido e innovador favoreciendo la promoción del tejido industrial y aumentando su desarrollo industrial en paralelo con la expansión de las energías renovables.», afirman.

Políticos visitan uno de los muchos parques solares extremeños. HOY

Lo no renovable

Está claro que lo renovable «manda» en Extremadura. Sin embargo, la producción eléctrica tiene como base también a la tecnología nuclear —que, en realidad, representa el 54,61% del total de la producción eléctrica regional—, y se cuenta también con la pequeña aportación de la tecnología térmica no renovable —también conocida como cogeneración—.

De este modo, hay que señalar también que Extremadura tiene la central nuclear de Almaraz, una cuestión nada baladí. Esta central, compuesta por dos reactores, tiene una potencia total de 2.017 MW. Y es que la producción de la energía eléctrica a partir de tecnología nuclear es algo más de tres veces superior a nuestra demanda de energía eléctrica total.

La producción de energía eléctrica alcanzó los 29.750 gigavatios por hora

Por otro lado, en cuanto a las pequeñas aportaciones de la cogeneración, cabe señalar que hay tres instalaciones en servicio en Extremadura, una en el término municipal de Villanueva de la Serena y dos en el de Almendralejo, alcanzando una potencia instalada total de 9,79 MW.

De estas tres instalaciones, dos utilizan el gas natural como combustible y la tercera aprovecha el calor residual de turbinas de gas natural. La producción de energía eléctrica correspondiente a esta tecnología alcanzó en el año 2023 un registro de 41 GWh, no mucho. De hecho, supone sólo el 0,14% de la producción de energía eléctrica no renovable y el 0,11% de la producción eléctrica total regional.

Embalse de Alcántara y su central hidráulica. HOY

Dónde va la energía

Aunque no haya mucho más que aclarar en cuanto al consumo eléctrico, cabe subrayar que la energía eléctrica, según, en esta ocasión, las comercializadoras, se concentra mayoritariamente en el sector residencial doméstico con un 34,74%. Además, va seguido por la metalurgia férrea, la fabricación productos de hierro, acero y ferroaleaciones (siderurgia) y la fundición de acero y hierro (12,11%); la industria de la alimentación (6,08 %), y la administración pública y defensa, junto con la seguridad social obligatoria consume el 5,10%. Si bien apuntan que es «un consumo que no incluye la energía eléctrica adquirida por consumidores directos en mercado».

En total, el consumo eléctrico de la comunidad autónoma en el año 2023 fue de 4.044.319 megavatios por hora (MWh). De todos modos, hay que subrayar que Extremadura sigue dependiendo mucho todavía de combustibles de origen fósil.

Así, destaca sobre todo el consumo de gasóleos para transporte, que representan el 77,96% de las toneladas consumidas. Le siguen las gasolinas (10,53%), el biodiésel (6,01%) y el gas licuado de petróleo (4,63%), cuyo uso está relacionado con el sector industrial, el residencial y el transporte.

Y, en cuanto a gases, el consumo de gas natural y gas natural licuado para usos energéticos se centra mayoritariamente en la industria alimentaria con sólo 204 clientes, aunque, paradójicamente, representan un 18,47 % del total. El mayor número de clientes, por otro lado, se encuentra a en el sector residencial doméstico con un 97,08% del total, si bien el consumo es menor, con el 11,56% del conjunto del consumo regional.

Imagen de archivo de la Central Nuclear de Almaraz. HOY

La posición de Morán

Mercedes Morán, consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, declaró el pasado 31 de octubre, cuando se publicó este Balance Eléctrico de Extremadura, «que seamos claramente productores de energía para toda España se debe incluir en el sistema de financiación autonómica».

«Estamos en un momento muy importante en el sector energético en Extremadura —resaltó—, es un sector en crecimiento, que avanza cada día en todas sus distintas vertientes y que está favoreciendo enormemente el desarrollo de nuestra región».

La titular de Agricultura subrayó, por otro lado, el «enorme potencial» que tiene la región para incorporar otras tecnologías renovables incipientes que podrían complementar y diversificar su matriz energética, como el hidrógeno verde o los biocombustibles y el biogás. Todo ello, sin contar con las comunidades energéticas que la Junta de Extremadura está «fomentando activamente».

Si bien lo nuclear es lo que más energía genera, las renovables vienen pisando fuerte

Y es que, tras presentar el balance, realizó dos peticiones al Gobierno. El primero, que en la planificación de la Red Eléctrica hasta 2030 se recojan las peticiones de Extremadura para poder evacuar toda la energía que se va a generar en los próximos años, con más crecimiento aún de la fotovoltaica solar y también de la biomasa.

No se entiende, según ella, que siendo líderes en producción energética, «no tengamos luego la energía suficiente para que se puedan asentar proyectos e industria en nuestra tierra», recordó la consejera.

La segunda reclamación es que se reconsidere por parte del Ejecutivo central la decisión de cerrar la central nuclear de Almaraz, su primer reactor, a partir del 1 de noviembre de 2027 —el segundo reactor tiene concedida la renovación de la autorización de explotación hasta el 31 de octubre de 2028—. «La energía nuclear debe seguir siendo un motor generado de energía en estos momentos».

Pero eso, como se suele decir, es otra historia.

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