Alfonso Domínguez Vinagre, en Cáceres, donde reside y trabaja, con su libro sobre la historia de Salvatierra. JORGE REY

«La historia local ha sido muy maltratada»

Alfonso Domínguez Vinagre, profesor de instituto e historiador local, presenta su libro sobre Salvatierra en el que subraya la singularidad de su castillo y del pueblo en la Edad Media

Lunes, 15 de abril 2024, 07:12

A los 12 años empezó a escribir en un cuaderno referencias sobre la historia de Salvatierra de los Barros (1.573, comarca Sierra Suroeste). Ahora, a los 59, el salvaterreño Alfonso Domínguez Vinagre (18 de diciembre de 1964, Sevilla), profesor de Filosofía en el instituto 'El Brocense' de Cáceres, culmina su segundo libro sobre su pueblo. En 'Historia de Salvatierra. De la Prehistoria a la Edad Media', expone las particularidades del municipio y defiende el valor de la historia local. El libro ha sido imprimido por la Diputación de Badajoz y su promotor es la Asociación Cultural 'Amigos de Salvatierra'.

Publicidad

Se define como historiador autodidacta local.

–Sí. Durante mi vida he estado leyendo y estudiando mucha historia. Y por eso me considero historiador pero local.

Eso de ser historiador local no parece ser algo muy valorado.

–Si porque la historia local ha sido como la hermana pequeña de la historia. Y ha sido muy maltratada porque ha estado en manos de eruditos, de aficionados y muy a menudo la historia local ha ido mezclada de leyendas, informaciones no contrastadas, de un imaginario y a menudo todo para una potenciación de la patria chica.

Vindica el papel del historiador local pero desde el rigor.

–Eso es. Historia local rigurosa y elaborada con unos criterios de conocimiento. Alejada de las batallitas y de las leyendas y que aporte al conjunto de la historia regional. Porque en el estudio de lo pequeño aparece lo grande. En la historia local puedes encontrar los grandes acontecimientos de las grandes transformaciones de una región, de un país. Son como microdisecciones de la historia. A menudo las grandes transformaciones históricas se ven mucho mejor en lo local que cuando se hacen estudios genéricos.

¿La historia de Salvatierra es la de Extremadura sin más?

–Tiene unas ciertas particularidades que no se atienen a los estándares históricos que se han dado en Extremadura. Pero obviamente hay similitudes históricas regionales como los procesos de señorización medieval.

Publicidad

¿Qué particularidades atisba?

–Algunas interesantes. Sobre todo a nivel medieval. Es uno de los pocos casos que conozco de España en los que en la Edad Media los nobles estuvieron excluidos del poder municipal. Hasta finales del siglo XVI no pudieron participar activamente en las tareas de gobierno de la localidad, que estaba en mano de los llamados hombres buenos. Algo así como pequeños propietarios agrícolas-ganaderos libres y con solvencia económica. Una clase media campesina. Eran los que monopolizaban el poder del concejo. Es una particularidad que he encontrado solo en Salvatierra. Por eso no ha habido grandes latifundios en el pueblo.

¿Por qué ocurrió eso?

–A partir del siglo XIV la mayoría de la gestión local, de los concejos, se patrimonializó en manos de los nobles. En Salvatierra no, probablemente por el resultado de los procesos de repoblación cristiana y del reparto y propiedad de la tierra. En el caso de Salvatierra y del Alfoz (territorio geográfico dependiente) de Badajoz, se otorgó a los pobladores un control comunitario sobre los montes y sobre la tierra. En la mayoría de los casos, la tierra estaba en mano del común y era esa colectivo agroganadero de pequeños propietarios.

Publicidad

Salvatierra perteneció al Señorío de Feria pero, ¿el conde no tuvo poder sobre el pueblo?

–No forma parte del Señorío hasta 1523, es tardía su incorporación, y el señor no tuvo la propiedad preeminente, podemos decir, de las tierras. Era propiedad comunal y propiedad privada. El señor no tenía capacidad de gestión de la tierra y eso hizo que el Señorío careciera de base económica. Era un puramente jurisdiccional.

«El castillo de Salvatierra tiene más de cien bocas de fuego. No hay otro igual en Extremadura»

Alfonso Domínguez Vinagre

Historiador local

Desde su reconquista forma parte del Alfoz de Badajoz y se puede considerar un pueblo de La Raya sin serlo estrictamente.

Publicidad

–Sí, forma parte del amplio término de la tierra de Badajoz. Salvatierra se encuentra en el extremo meridional de ese Alfoz. Es la punta de lanza del concejo de Badajoz en la Sierra Suroeste. Modeló su sistema político y económico, basado en la autonomía política concejil bajo el control de los «hombres buenos» y en la explotación comunal de los montes por los vecinos. Salvatierra era el límite con las tierras del Temple, de Jerez y Burguillos. Y eso condiciona mucho. Condiciona por ejemplo el propio castillo. Con respecto al tema de Portugal es que no tenemos plenas conciencia de lo que supuso Olivenza. Vuelve a manos portuguesas en el siglo XIII y así está hasta el XIX. Olivenza es una avanzadilla de Portugal en el territorio castellano. Cuando era portuguesa la frontera estaba en Barcarrota. Salvatierra fue rayana hasta el XIX. Somos una tierra de sierra y frontera. No Tierra de Barros ni del Valle del Guadiana. Somos las sierras del suroeste extremeño.

Eso explica castillos espectaculares como el de Salvatierra, ¿no?

–No es una percepción subjetiva. Es una realidad. El castillo inicial de Salvatierra es del siglo XIV. Un siglo después lo reconstruye Hernán Gómez de Solís. Esto es otra de las cosas interesantes en el libro. Hay dos castillos. El inicial, el de la cerca vieja, es muy similar al modelo portugués, torres macizas con plantas en forma de D mayúscula. Es un castillo peculiar porque tiene una gran cantidad de torres concentradas en muy poco espacio. Propicia una acumulación de defensas. Y es un castillo, el reconstruido a finales de 1474, adaptado ya a la artillería. Deja de ser un castillo medieval para convertirse en un castillo moderno. Y eso implica una cualidad muy particular. Tiene una barrera artillera frontal con una concentración de bocas de fuego (troneras, cañoneras y artilleras) increíble. Inaudito en la arquitectura militar en Extremadura. No hay un castillo con tal cantidad de bocas de fuego. Por ejemplo, el de Nogales tiene ocho o nueve. El de Salvatierra, más de cien. Este modelo de castillo artillero, moderno, empieza a darse con los Reyes Católicos. Y eso está detrás de la arquitectura militar del castillo de Salvatierra.

Publicidad

En la historia salvaterreña hay espacio también para lo romano y lo visigodo.

–Salvatierra atesora una rica historia que no ha empezado a ser investigada de modo riguroso hasta el último cuarto del pasado siglo. Sobre el mundo romano y visigodo giró sobre el atávico espacio sagrado de Santa Lucía, un paraje a unos 4 kilómetros del pueblo. Fue un centro cultual (culto religioso) de primer nivel desde tiempos prerromanos. Probablemente ligado al fuente del nacimiento del río Guadajira, que no cae lejos. En Santa Lucía se encontró una ara en la que se rendía culto a divinidades indígenas como fue Ataecina, luego asimilada a la romana Proserpina. El ara de Salvatierra es de las pocas que muestra ese sincretismo entre Ataecina y Proserpina. Y esa asimilación se lleva al cristiano con la ermita visigoda de Santa Lucía que se levantó allí sobre esa base cultual prerromana, romana, posteriormente cristianizada. Visigoda, del siglo VII tardío o un edificio mozárabe del VIII, como sostiene Miguel Alba, pero cristianizada.

El nombre histórico del pueblo es Salvatierra, a secas. Lo de los Barros es más reciente, explica.

–Desde tiempos medievales y hasta el siglo XVII es solo Salvatierra. A partir del XVII se le comenzará a llamar de los Jarros por la pujanza de su alfarería. Y a finales del XVIII se le impondrá 'De los Barros' por asociación fonética con la comarca aledaña.

Noticia Patrocinada

El libro 'Historia de Salvatierra. De la Prehistoria a la Edad Media' será presentado públicamente en Salvatierra de los Barros el domingo 26 de mayo, a las 12, en la Casa de la Cultura.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad