María Guardiola este jueves en el Patio de los Naranjos antes de acceder a la Asamblea entre vítores y aplausos de los suyos. J. M. Romero

Discurso de investidura de María Guardiola

La contracrónica del discurso de investidura: De Homero a Felipe González para explicar el cambio

Los populares recibieron a Guardiola en la Asamblea al grito de ¡guapa, guapa, guapa! y luego la futura presidenta de la Junta explicó su proyecto mientras en la oposición ojeaban sus móviles

Jueves, 13 de julio 2023, 21:54

Hubo un momento previo al pleno de este jueves, justo cuando María Guardiola atravesó el Patio de los Naranjos que da acceso a la Asamblea, que el lugar pareció la entrada a una ermita andaluza. Como si apareciera una virgen, los diputados del PP recibieron ... a la que este viernes se convertirá en primera presidenta de la Junta de Extremadura al grito de ¡guapa, guapa, guapa, guapa!

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Una vez dentro, la sesión transcurrió sin mayores estridencias, con un discurso de poco más de una hora que, prácticamente a cada folio, se rompía con una salva de aplausos –13 en total– de la bancada del PP para romper el tono monocorde empleado para dibujar su declaración de intenciones esta legislatura.

Al otro lado del hemiciclo, los diputados del PSOE y Unidas por Extremadura escuchaban pasivos, sin un solo aspaviento, y muchos se entregaban a su móvil con las palabras de Guardiola de fondo. Solo una socialista se afanaba en realizar sus tareas, la portavoz Soraya Vega, que no dejó de tomar notas con su bolígrafo.

Es curioso que desde el escaño se use el móvil y desde la tribuna de invitados esté prohibido sacarlo, como se encargó de recordar un ujier varias veces a lo más florido de la política extremeña que este jueves siguió desde lo alto la sesión.

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Allí estaban los dos presidentes de las diputaciones –Miguel Ángel Gallardo y Miguel Ángel Morales–, exdiputados nacionales como César Ramos (PSOE) y Víctor Píriz (PP), sentado este junto al alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera y no muy lejos del de Cáceres, Rafael Mateos, entre otros primeros ediles. Representantes de los sindicatos como Encarna Chacón (CCOO), Patrocinio Sánchez (UGT) o Benito Román (CSIF) también tenían asiento asignado, igual que el rector de la UEx, Pedro Fernández, el presidente de la patronal, Javier Peinado, o el expresidente de la Asamblea Fernando Manzano junto a veteranos de su partido como Diego Sánchez Duque o Carlos Floriano. El delegado del Gobierno, Francisco Mendoza, también ocupó su sitio reservado en protocolo.

No acudió un solo líder nacional en una jornada con veinte medios acreditados, los más correosos los de El Intermedio, que antes de empezar perseguían a los diputados de PP y Vox mientras estos apretaban el paso.

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Salvo en un par de pasajes, como cuando Guardiola enfatizó la palabra «violencia machista» o cuando reivindicó al final que la cultura «debe incomodar» y se opuso a las «cancelaciones», las miradas se posaron sobre los cinco diputados de Vox, que siguieron el discurso sin atisbo de incomodidad. El partido de Abascal solo fue mencionado una sola vez en los 18 folios que leyó Guardiola para pedir «respeto», pasando por alto ese elefante en la habitación, o mejor dicho, en su consejo de Gobierno, que este viernes se hará gigante cuando intervenga la oposición.

Lo único que estaba fuera del guion en la tarde de este jueves fue una declaración institucional para condenar a los terroristas que hace 26 años asesinaron al edil popular Miguel Ángel Blanco. Un diputado de Vox le preguntó a otro del PP si esto iba a ocurrir para decirle que contaran con ellos, deshaciendo así lo ocurrido un día antes en el pleno municipal de Badajoz, cuando los ediles de Vox se negaron a ponerse de pie para no coincidir en el gesto con los socialistas. Este jueves Gordillo sí aplaudió ese recordatorio.

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El cuento del lobo

Guardiola estuvo conciliadora y cuando se refirió a ellos, sus aliados necesarios en la investidura de hoy, como «el lobo», fue para poner el parche antes de las heridas que seguramente le toque lamerse esta legislatura. «Alguien basará su discurso en el manido cuento de 'que viene el lobo'. Y ya nos han contado otras veces esa historia», dijo la cacereña, que aspira a cuatro años de «seriedad, estabilidad y lealtad». Si PP o Vox están más por cuidarse, despreciarse o ignorarse se irá viendo en los próximos meses.

Su discurso de investidura, brillante según la gente del PP, irreal para los socialistas, fue saltando de uno en uno por los grandes temas que atiende la política, empezando por la sanidad y acabando por el turismo.

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Grupo Popular, todos sonrientes, al término del pleno en el que María Guardiola explicó este jueves su proyecto político para la región. J. M. Romero

Guardiola será desde este viernes la primera mujer en presidir Extremadura. Y como toda primera intervención ya con ese halo que aspire a trascender, la líder del PP trufó su discurso citando a poetas, escritores e incluso a Felipe González.

Empezó con la ensayista canadiense Anne Carson, a quien parafraseó diciendo «miles de preguntas chocan contra mis ojos desde adentro». El siguiente fue el periodista y poeta extremeño José Miguel Santiago Castelo: «en la alforja del alma, firme y dura, llevo un trozo de tierra enamorada para siempre saber cómo es mi cuna».

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Otro rapsoda extremeño, Diego Doncel, la ayudó cuando mencionaba a los populismos y dijo «en este tiempo oscuro solo la infamia resplandece». Guardiola insiste en que de su mano conseguirá, sin rencores, hacer avanzar al fin a Extremadura y ahí sacó a Homero, un clásico que escribió «dejemos que el pasado sea el pasado». Y tras hablar de la sanidad, avanzó 28 siglos y trajo a Felipe González hasta su discurso cuando el expresidente socialista dejó dicho «el cambio es que España funcione».

Antes de finalizar, en lo que sonó a disculpa anticipada o a justificación cuando hace dos semanas vivió aquella tensa negociación con Vox, citó al periodista Chaves Nogales cuando recogió en la biografía que le hizo al torero Juan Belmonte su frase de «en las grandes ocasiones siempre digo algo inconveniente».

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De su cosecha, en la lectura de su programa político de gobierno, Guardiola también dejó frases que mejoran aquel mensaje simple y directo de su antecesor Monago cuando decía que Extremadura ha sido campo, es campo y será campo. María Guardiola fue más allá y más que leer recitó: «Y no olvido que Extremadura es campo. Que nuestro corazón es de tierra. Que nuestra piel es paisaje y memoria».

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