El puente romano de Alcántara no es solo uno de los más antiguos y apreciados del mundo, sino que además es el primero de Europa en el que se utilizó el hormigón armado, material que hasta entonces no se había empleado en España. Lo ... acaban de descubrir cuatro ingenieros de la Universidad de Extremadura (UEx), que tras varios años de investigación han concluido que este compuesto tan común hoy en todo tipo de construcciones a escala global se usó por primera vez en el país en el año 1857 en ese monumento.
Publicidad
En concretó, lo aplicó el ingeniero Alejandro Millán para reconstruir un arco que el Ejército francés había dañado en 1810, durante la guerra de Independencia, según recoge un artículo publicado en 'Case studies in constructorial materials' ('Estudio de casos de materiales de construcción'), una de las revistas de ingeniería civil más prestigiosas del mundo. Los autores del trabajo son Juan Pedro Cortés Pérez, Montaña Jiménez Espada (los dos ingenieros de caminos y doctores), Alfonso Cortés Pérez (ingeniero civil y doctor en técnicas especiales de construcción) y Mario Núñez Fernández, ingeniero civil, máster en Metodología y doctorando del programa de desarrollo sostenible de la UEx.
Esa intervención de Millán entre 1856 y 1860 está considerada la más importante de las varias realizadas en el puente sobre el río Tajo construido entre los años 103 y 106, declarado Monumento Nacional de España en 1924, y tan longevo que tiene una historia salpicada de heridas y operaciones para sanarlas. Durante una visita al monumento, a los especialistas les llamó la atención que en algunos puntos del puente había hormigón armado. No fue fácil apreciarlo, porque dada su ubicación, el monumento se ve desde lejos, y a simple vista cuesta apreciar sus detalles.
Juan Pedro Cortés
Ingeniero e investigador de la UEx
Como el puente de Alcántara ya estaba considerado a mediados del siglo XIX como una de las construcciones más valiosas de España, cada intervención en él era supervisada. Y eso incluía la toma de fotografías, que se guardan en los archivos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Buceando entre esos fondos, los investigadores extremeños han podido certificar que «la fecha de las reparaciones con hormigón armado en el puente es sin duda el año 1857, lo que supondría la primera aplicación en España y la primera en Europa en puentes».
Publicidad
Llegan los expertos a esta conclusión después de cuatro años de estudio, y tras cotejar distintas fuentes. No solo fotografías, sino también planos, láminas y un levantamiento en tres dimensiones realizado con un dron.
«El hormigón armado utilizado en 1857 está en las pilas, que siempre están cubiertas por el agua», explica Juan Pedro Cortés. «Además –sigue–, no era fácil verlo, porque Millán hacía el hormigón y por estética, le daba un acabado final que simulaba la forma del sillar, con lo cual, quedaba mimetizado, casi oculto. Analizando fotografías al detalle, comprobamos que el acero de ese hormigón no era como el actual. A partir de ahí, formulamos la hipótesis de que podría tratarse de la primera aplicación de hormigón armado en España y la primera en Europa en un puente, que hemos podido confirmar en la investigación».
Publicidad
Y lo han logrado tras una labor de contraste larga y compleja, que ha incluido analizar material de distintas épocas, incluida «la geometría y disposición de las armaduras en relación con el conocimiento del hormigón armado desde sus primeras patentes a nivel mundial hasta su aplicación generalizada en España».
El hormigón empezó a desarrollarse en Europa en la primera mitad del siglo XIX, y en España comenzó a fabricarse en 1835. «La primera experiencia conocida con el hormigón armado o cemento armado se debe a Joseph Lambot, quien en 1843 comenzó a fabricar maceteros y otros elementos de jardín con un mortero de cemento al que introducía alambres», se explica en el artículo. En él se recoge también que «dada la importancia histórica y monumental del puente, a lo largo de los últimos siglos ha sido estudiado por importantes arqueólogos, historiadores e ingenieros, que han documentado minuciosamente todas las intervenciones, sin que ninguna de ellas mencionara la presencia de hormigón armado».
Publicidad
Solo hay dos alusiones, ambas equivocadas cuando ponen fecha al empleo de este material, pues lo datan en el siglo XX. Pero ahora se sabe que esa intervención no es contemporánea, sino que tiene más de 160 años. Y que al usar el hormigón armado, Millán se erigió en un adelantado a su tiempo. Porque, además, armó el cemento de un modo que «hace pensar que la concepción del hormigón armado era muy avanzada para la época, pues en Europa su aparición se había producido unos años antes».
«La aplicación del hormigón armado por parte de Millán supone un avance muy importante en el conocimiento del nacimiento del hormigón armado en España e internacionalmente», contextualizan los investigadores extremeños. «En el caso de nuestro país –amplían–, se trata del primer ejemplo de aplicación de este nuevo material, también en un proyecto de rehabilitación, diez años antes de los primeros escritos sobre su aplicación en España». «Además –añade el artículo–, tiene la particularidad de usarse en la rehabilitación de un puente, veinte años antes que en el puente de Luchana, primera aplicación documentada hasta la fecha, en la que, además, se utilizó únicamente hormigón.
Publicidad
En opinión de los investigadores extremeños este hallazgo supone «un hito en la ingeniería civil, siendo de un gran valor patrimonial para la historia del hormigón armado y por tanto para la de la construcción, y que se une al propio valor patrimonio del puente».
El carácter pionero del puente de Alcántara en cuanto al empleo del hormigón armado en Europa «debe ser puesto en valor», opina Juan Pedro Cortés, uno de los cuatro ingenieros que han descubierto esta particularidad del monumento extremeño. De hecho, él se muestra «convencido» de que ese material hoy tan común no se empleó en el año 1857 solo en los pilares, como han constatado, sino también en otras partes de su estructura. «El problema del puente de Alcántara es que lo vemos de lejos, lo cual nos permite apreciar su majestuosidad pero no sus detalles», apunta el investigador. «Pero ahora –sigue–, hay tecnologías, como la realidad virtual o la aumentada, o los códigos qr, que permiten ver esto y ponerlo en valor, para que todo el que visita el lugar pueda apreciarlo». Además, ahora se da la circunstancia de que junto al puente romano se está construyendo un viaducto que tiene dos objetivos: liberar de tráfico al monumental y a la vez poner a este último en valor. Está previsto que el nuevo viaducto esté listo en marzo del año 2025 .
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.