¿Qué ha pasado hoy, 7 de febrero, en Extremadura?
Imagen del comedor del colegio Castra Caecilia, que este curso se ha unido a la red de comedores públicos de la Junta. armando méndez

La inflación asfixia en el nuevo curso a los comedores escolares de Extremadura

Familias y centros educativos hacen malabarismos para afrontar la subida del precio de los alimentos

Cristina Núñez

Cáceres

Lunes, 26 de septiembre 2022, 07:22

María José Molano es la directora del colegio Castra Caecilia de Cáceres. A final del curso pasado saltaron todas las alarmas. Los precios del comedor de su centro, gestionado hasta el curso pasado por la Ampa (la asociación de madres y padres de alumnos), se ... disparaban. «La previsión era que aumentaran por lo menos un tercio su precio, si se pagaba 100 podía superar los 130», explica esta docente. La Ampa dimitió. La solución fue pedirle a la Junta entrar a formar parte de la red de colegios con comedor gestionado directamente por la Consejería de Educación, lo que supone una carga más para el equipo directivo, pero abarataba costes. Dieron el paso. «La idea era no sumar un gasto más a las familias, lo están pasando mal, hay gente todavía en ERTE o el paro», señala Molano, que se enfrenta ahora a la burocracia que supone gestionar este recurso, al que están apuntados 151 alumnos de los 700 con los que cuenta este centro bilingüe ubicado en La Mejostilla.

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El subidón que han experimentado los precios de los alimentos ha hecho replantearse a muchas familias el llevar a sus hijos a los comedores si no es estrictamente necesario. Ana Mogedano es madre de tres hijos que acuden al colegio Alba Plata de Cáceres. «El año pasado ya no los llevé porque mi marido está teletrabajando, son tres y con los precios que hay es un pasote», señala.

Eva Pérez tiene dos hijos en edad escolar que este curso han cambiado de centro educativo también en la capital cacereña. «En el anterior el comedor era de la Junta y tenían beca, pero en esta ocasión lo gestiona la Ampa y ya no les llevo». Hay posibilidad de optar a beca de comedor aunque la gestión del comedor sea privada, pero el proceso es más largo. Según explica María José Molano, la directora del Castra, las familias tienen que adelantar el importe, a diferencia de lo que sucede en los comedores de gestión directa por parte de Educación.

La empresa Natura Cáceres suministra la comida a un total de 20 colegios de la ciudad de Cáceres y Trujillo. Según María Cáceres, su gerente, desde el año pasado a este han tenido que pasar de los 3,60 que costaba un menú a los 4,60 por día que cuesta en el presente curso.

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«Gestionamos el comedor para abaratar el precio a las familias»

María josé molano

Directora de colegio

«No llevo a mis hijos al comedor porque no tenemos beca»

eva pérez

Madre

Además de este importe en el coste de los comedores hay que incluir el de los monitores encargados de dar la comida a los niños, lo que hace que comer en el comedor ascienda a un total de 136 euros al mes por los cinco días de la semana y de octubre a junio, según las tarifas publicadas por el colegio público Prácticas de Cáceres, uno de los que tienen un comedor gestionado por la Ampa; es decir, que cada uno de los días en el que los niños almorzarán en el mes de octubre (que tiene un festivo), por poner un ejemplo, por el comedor escolar pagarán 6,8 euros.

El precio es considerablemente más bajo en los comedores de la Junta de Extremadura, donde cada uno de los menús que disfrutan los alumnos de estos comedores salen por 4,32 euros diarios. Es decir, que por los 20 días del mes de octubre se paga por cada alumno 86,4 euros, casi 50 euros menos que en los colegios cuyo comedor no está gestionado directamente por la Junta de Extremadura.

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En el ámbito urbano todavía son mayoría los colegios que gestionan sus comedores a través de la Ampa, aunque también los hay mixtos, como el Lope de Vega de Badajoz, con aproximadamente 90 niños becados por la Junta y el resto pagando la integridad del importe.

Otra fórmula de organización de algunos colegios, sobre todo concertados, es la gestión directa por parte de la dirección de los centros, como una forma de ofrecer un servicio más. El colegio Giner de los Ríos de Cáceres es uno de ellos. Su directora, Elvira Bravo, indica que han intentado ajustar los precios al máximo y no subir los precios este septiembre, negociando con los proveedores e intentando tirar de lo local y de productos de temporada. «Estamos en un barrio en el que hay necesidades», señala.

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En el Licenciados Reunidos de la capital cacereña tampoco han subido el precio del comedor, con cocina propia. El importe por comer en este espacio es de 7,5 euros por días sueltos y de 120 al mes. La idea es no añadir una carga más a las familias, explica su director, Francisco Álvarez.

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