Inflexibles en la protección antivirus

A toro pasado, todos somos toreros. Digo esto porque ahora es fácil decir que teníamos que haber empezado antes con las medidas anticovid. Pero no se puede paralizar un país y una economía cuando nadie de los que tenían que tomar decisiones habían vivido algo semejante. Era muy difícil.

Todavía recuerdo a los entendidos cuando nos decían que el calor minimizaba los efectos del virus. De ser así, con la oleada de calor que estamos padeciendo estos días en Extremadura, no habría ningún contagiado en nuestra región. Por eso hay que tener humildad para asumir que no se tiene ni idea de lo que va a ocurrir. Ni cómo vamos a salir de esta.

Finalmente, quiero señalar que yo, que soy un perro callejero, más bien 'nocheriego', estuve confinado casi tres meses sin salir de casa por prescripción médica porque soy considerado paciente de riesgo. Estar tanto tiempo confinado supuso para mí un enorme sacrificio. Por eso no estoy dispuesto a que por culpa de cuatro jóvenes, y no tan jóvenes descerebrados e irresponsables, me vea obligado a pasar de nuevo por ese duro trance. Es inadmisible que por unos irresponsables paguemos las consecuencias los demás. En este tema hay que ser inflexibles. Si algunos todavía no han escarmentado, pues no habrá más remedio que aplicar medidas más drásticas y sanciones más severas.