![El Infoex se prepara para las nuevas generaciones de incendios forestales](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/03/15/infoex-RiGH0JAHbdWWiGU9Md0pyrJ-1200x840@Hoy.jpg)
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Extremadura le está dando una vuelta de tuerca a su dispositivo contra el fuego en el monte. Empezó a hacerlo en la legislatura pasada, y en esta ha reafirmado una apuesta que busca adaptar el operativo a la nueva realidad de los incendios forestales, ... marcada por la constatación de que los grandes (los de más de 500 hectáreas) ya no son patrimonio del verano. Se demostró por última vez en la región el año pasado, cuando en Las Hurdes y Sierra de Gata ardieron 10.864 hectáreas a mediados de mayo, en el que fue uno de los peores fuegos de los últimos años.
La primera novedad de alcance institucional la anunció el Diario Oficial de Extremadura el pasado día 4: la creación del Servicio de apoyo y logística Infoex. Con su nacimiento, la dirección general de prevención y extinción de incendios pasa a estar dividida en dos servicio: el de prevención y extinción, y el de apoyo y logística. Este último se ocupará «de la gestión de los centros de trabajo del Infoex y sus vehículos, en colaboración con la Secretaría General, así como de los medios aéreos», especifica el decreto. También de «impulsar la ejecución presupuestaria de la Dirección General», y de gestionar «todos los expedientes de servicios, obras y suministros del Infoex, así como de los fondos europeos».
«Nos va a ayudar a mejorar todo lo relacionado con la logística y el equipamiento», anticipa José Antonio Bayón Carvajal, al frente de la dirección general de prevención y extinción de incendios, que hasta esta legislatura era una jefatura de servicio, o sea, tenía un rango administrativo inferior. «La creación de esta dirección general fue un espaldarazo, hay muy pocas en España, y permite tener más gente trabajando contra los incendios forestales en nuestra región», valora Bayón, que lleva en el Infoex veinte años, varios de ellos integrado en el mando directivo.
«La nueva estructura implicará la creación de puestos en Mérida y Cáceres, y esperamos que esté operativa en breve», adelanta el director general, que fue uno de los responsables de la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural que el pasado 15 de febrero se reunió en Mérida con representantes de los sindicatos mayoritarios en la función pública. Fue una primera toma de contacto entre los representantes de los trabajadores y los nuevos responsables de la Junta tras las elecciones de mayo del año pasado. Hay que recordar que Gestión Forestal y Mundo rural es la Consejería que gestiona Vox, según recoge el pacto que permite gobernar la Junta a la popular María Guardiola tras la derrota electoral del PSOE de Fernández Vara.
En ese primer encuentro hubo dos documentos principales sobre la mesa: el nuevo Plan de recursos humanos del Infoex y las nuevas normas de organización y funcionamiento.
«El plan de recursos humanos –sitúa José Antonio Bayón– es un documento de trabajo que pretende analizar las necesidades de futuro del Plan Infoex y crear una estructura que mejore la eficacia de la dirección general de prevención y extinción de incendios». En el año 2018 –en concreto, en el Consejo de Gobierno del 24 de abril– se acordó que ese plan debía estar listo al año siguiente, pero un lustro después sigue pendiente.
990 Bomberos forestales
Son los que tiene el Plan de lucha contra los incendios forestales en Extremadura (Infoex). De ellos, 138 son fijos discontinuos a los que se contrata como refuerzo para el época de peligro alto (de mayo a octubre). Los 852 restantes trabajan todo el año.
67 Retenes
Son los retenes que el Infoex tiene repartidos por la comunidad autónoma. La zona norte concentra más, al ser la que reúne las masas forestale más extensas y valiosas desde un punto de vista económico y medioambiental.
Al final de la legislatura pasada se trabajó en él, pero la convocatoria de elecciones autonómicos lo aparcó, y se ha retomado ahora. La idea es abordar en él cuestiones concretas del día a día del Infoex. Entre otras, la estructura técnica, las condiciones de ingreso en el colectivo, turnos de trabajo, formación...
Algunas de estas materias se abordarán también en el otro documento, el de las normas de organización y funcionamiento, que según la Consejería «se aprobaron en el año 2006 y están obsoletas». «Obligan –amplía– a tener infinidad de instrucciones de servicio, que serían innecesarias si se tuvieran unas normas actualizadas, adecuadas a las nuevas categorías».
Con esto último, se refiere principalmente a la categoría de bombero forestal conductor, que agrupa a lo que antes eran cinco (peón especializado, emisorista, vigilante, oficial de segunda jefe de retén y oficial de primera conductor). El colectivo llevaba años peleando por el reconocimiento de esa categoría profesional único, y conseguirlo fue un avance importante que ha implicado cambios en la organización y el funcionamiento diario del operativo. Antes, si un conductor causaba baja, era difícil sustituirle. Ahora, no tanto, porque todos hace casi cualquier tarea.
En los últimos años, ha habido varias modificaciones en el funcionamiento del dispositivo, pero el Infoex necesita «una mejora organizativa», plantea la Consejería. Y ese avance, añade, pasa por reorganizar el organigrama, con medidas como la creación del servicio de apoyo y logística, pero también «por la mejora de las condiciones de trabajo de los bomberos forestales, sin duda piezas claves para avanzar en un servicio público de calidad».
Para el colectivo, ya fue un logro pasar de la jornada laboral de cinco días consecutivos y dos de libranza durante dos semanas seguidas y luego dos de descanso, al turno 2-2-3. Este último, vigente en la actualidad, consiste en dos días laborales, dos libres y tres de trabajo, y al revés en la semana siguiente, o sea, dos libres, tres de trabajo y dos de descanso, de forma que en total trabajan 15 días al mes.
Pero durante la época de peligro alto (habitualmente, del 1 de mayo al 15 de octubre), el bombero forestal acaba su turno y no puede olvidarse del trabajo hasta el día siguiente, ya que la disponibilidad le obliga a estar localizable y en disposición de incorporarse a su puesto de trabajo en un máximo de media hora. El ejemplo de un día cualquiera en la época de peligro alto es el siguiente: trabajo presencial de 12 a 22 horas el lunes y el martes, pero disponibilidad desde las 7 de la mañana del lunes hasta las 7 de la mañana del miércoles. En época de riesgo medio, la jornada presencial es de siete horas y la disponibilidad rige una de cada cuatro semanas.
«Son 1.600 horas de disponibilidad al año, que entendemos deben ser compensadas de alguna manera», apunta Santiago Acedo, de UGT. «El concepto de disponibilidad no tiene una retribución específica, sino que está incluido en el complemento de toxicidad, penosidad y peligrosidad, pero nosotros entendemos que debe ser de menos horas y tener su propio complemento», reflexiona Daniel Matías Martín, de Comisiones Obreras. Esa disponibilidad «va contra toda posibilidad de conciliación familiar», apunta Martín, que destaca «la buena predisposición que la Junta de Extremadura mostró para negociar en esa primera reunión de la mesa técnica».
Quienes la integran coinciden en que uno de los primeros problemas a abordar es el envejecimiento de su plantilla, porque hay unos doscientos bomberos forestales que rondan o superan los sesenta años. Anualmente, todos pasan un reconocimiento médico que mide si están en condiciones de echarse al monte durante horas en una tarde de agosto subiendo y bajando sierras y sosteniendo una manguera cerca de una fuente de calor tan violenta como un incendio. Y la realidad es que el número de no aptos aumenta cada año. A quienes no pasan este filtro de la salud, se les encomiendan tareas administrativas o logísticas, pero no pueden estar a pie de llama.
Y aquí entran en escena dos viejas reivindicaciones del colectivo: la segunda actividad y la jubilación anticipada. Las dos las aborda el proyecto de ley de Estatuto del bombero forestal, aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez el pasado día 5. La mayoría de las novedades contenidas en esa ley básica que pretende igualar las condiciones de todos los profesionales del país ya están implantadas en Extremadura, pero no la segunda actividad y la jubilación anticipada.
Los forestales quieren ser como los urbanos, o sea, poder jubilarse a los 60, e incluso a los 59 si se ya se han cotizado un determinado número de años. «Una actividad tan física y comprometida como la extinción de incendios forestales –plantea la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural– debería estar reservada a bomberos sin sus capacidades restringidas por la edad».
Además, el aumento en el número de no aptos está mermando los retenes. «Si lo componen seis personas, deben ser seis en la realidad, y no cuatro porque dos son no aptos», ilustra Santiago Acedo, que detalla otras demandas del colectivo. «Queremos que todas las unidades tengan recursos suficientes, y formación, que no la recibimos en las bases desde el año 2016; también un protocolo de descontaminación de los EPI (Equipos de Protección Individual); y que se regulen las contingencias, o sea, la posibilidad de realizar otras tareas, como rescates en riadas o la defensa de casas aisladas».
«Es cierto que estamos ante un nuevo escenario, con épocas de peligro alto más largas, pero no es solo por el cambio climático», analiza José Antonio Bayón. «Este último fenómeno influye, sí, pero más lo hace el exceso de combustible en el monte, consecuencia principalmente del abandono rural –amplía el director general–. Contra el clima, no podemos hacer mucho, pero sí podemos tomar medidas contra la acumulación de combustible en el monte, entre ellas hacer más quemas prescritas o apostar por las discontinuidades en el paisaje».
Más meses con riesgo alto, plantilla envejecida, nuevas categorías profesionales, jubilación anticipada y segunda actividad, el servicio de apoyo y logística... La lista de cambios aplicados o a introducir próximamente en el Infoex es larga. Y cómo se configure finalmente el servicio pasa por el nuevo plan de recursos humanos y por las normas de organización y funcionamiento, sobre las que Junta y sindicatos volverán a sentarse a hablar a finales de mes o principios de abril.
«El plan de recursos humanos –analiza José Antonio Bayón– nos va a decir qué necesitamos: perfiles profesionales, secciones... El Infoex tiene 67 retenes, parece razonable que necesitemos perfiles profesionales que se encarguen del buen estado de todas las infraestructuras, y expertos en meteorología, que ya los tenemos y muy buenos, y en nuevas tecnologías...». En resumen, una vuelta de tuerca.
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