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Muchas historias tristes y algunas de esperanza. La Hemeroteca de HOY tiene cientos de páginas y fotografías de la riada de Badajoz. Desde el primer día este periódico se volcó en contar con precisión lo que había ocurrido, analizar las causas, acompañar a las víctimas y seguir la historia.
A día de hoy las huellas de la tragedia siguen marcando a la ciudad y HOY seguirá contándolo.
El 6 de noviembre de 1997 los redactores y fotógrafos de HOY estuvieron tanto en Valverde de Leganés como en las calles del Cerro de Reyes, Pardaleras y San Roque para informar a los extremeños en medio del miedo y el caos que había provocado la tragedia. Fueron testigos de los momentos más duros.
Vieron como los servicios de emergencias llamaban a las puertas y, cuando nadie contestaba, entraban para registrar los inmuebles. Así hallaron 18 cadáveres en Badajoz y tres en Valverde.
El 7 de noviembre la portada de HOY mostraba el luto de Extremadura con una imagen que se ha grabado en la memoria de muchos. El barro cubriendo una calle con las casas destrozadas y un coche de los bomberos, del 080, arrastrado por la corriente y clavado entre el lodo.
Al fondo de esa imagen, revisando los destrozos en su casa, salía Marceliano Tinoco. Este vecino del Cerro de Reyes sobrevivió tras resistir toda la noche agarrado a las tuberías en la azotea de su vivienda. 20 años después de la tragedia HOY lo entrevistó y contó lo que había sufrido esa noche.
Una de las historias más difíciles de contar fue cómo murieron las víctimas, la mayoría atrapadas en sus casas por la fuerza del agua.
La mayor parte de las víctimas estaban en el cruce de los arroyos Rivillas y Calamón, según descubrió HOY al día siguiente de la riada.
Algunas de las imágenes más impactantes fueron las que reflejaron el nivel que había alcanzado el agua en muchos lugares
Pasó cuatro metros por encima de los puentes y subió más de dos metros en los barrios.
Tras localizar a las víctimas, el despliegue de bomberos, policías, protección civil o Cruz Roja se centró en localizar a los cuatro desaparecidos.
Durante las siguiente semanas aparecieron los cuerpos de dos hombres y la pequeña Ana María, una niña de siete años que fue arrastrada por la corriente cuando estaba refugiada encima de un coche. Antonia Herrero, de 73 años, nunca apareció.
Una de las primeras preguntas que quiso solucionar HOY fue cómo pudo ocurrir. Los siguientes días los políticos aseguraron que la tragedia era imprevisible porque las circunstancias meteorológicas fueron excepcionales.
También prometieron que no volvería a ocurrir.
Semanas después de estas declaraciones de los políticos, HOY publicó un informe de los expertos que aseguraron que este tipo de riadas sí eran previsibles. De hecho finalmente se llevó a cabo un cambio en la Ley del Suelo a nivel estatal que prohibió edificar tan cerca de los cauces.
El funeral por las víctimas de la riada se celebró en el pabellón de La Granadilla que se llenó por completo. Estuvo presidido por el rey Felipe VI que entonces era príncipe.
De hecho el entonces príncipe Felipe visitó a los afectados de la riada.
Unas 2.500 personas tuvieron que abandonar sus viviendas, 300 de ellas no tenían dónde ir y gueron recogidas durante semanas en el hospital Perpetuo Socorro.
Además del monarca, muchas autoridades visitaron la ciudad como el presidente del Gobierno, José María Aznar.
La imagen positiva de la riada fue la solidaridad. Más de 2.000 personas se movilizaron para limpiar lodo de las calles de Badajoz y las donaciones desbordaron los almacenes. Se recaudaron 7,2 millones de euros en donaciones en un mes.
En 1997 HOY tuvo que luchar contra los rumores y las noticias falsas porque el miedo provocó situaciones difíciles. Hubo informaciones erróneas por las calles de que se iba a producir una nueva riada e incluso hubo muertes relacionadas con esta psicósis.
En cuanto a las consecuencias económicas, tres semanas después de la riada se estimó que los daños, solo en obras civiles, eran de 4.180 millones de pesetas (25 millones de euros).
Posteriormente, incluyendo las viviendas destrozadas, los daños se elevaron a 40.000 millones de pesetas (240 millones de euros).
Durante meses hubo gestos solidarios hacia las víctimas de la tragedia. El más recordado en la ciudad fue la visita del Real Madrid que jugó contra una selección de jugadores extremeños en Badajoz.
Fue un partido especial en muchos sentidos porque fue el último encuentro que se celebró antes del cierre y posterior reforma del Viejo Vivero. Los jugadores madridistas entraron al campo de la mano de los niños afectados por la riada.
AUX STEP FOR JS
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Álvaro Soto | Madrid
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