Extremadura en femenino
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Su última participación en una intervención arqueológica, como investigadora principal, fue a inicios de este año. Junto a personal del Centro Superior de Investigaciones Científicas ... trabajó en lo que fue el campo de concentración de Los Merinales, en el municipio sevillano de Dos Hermanas. Diecinueve años atrás en 2005, en dos fosas comunes en Llerena, Laura Muñoz Encinar empezó su meticulosa labor de búsqueda y estudio de las personas víctimas de la represión franquista. Muy ordenada y detallista, cuentan quienes la conocen, la placentina Muñoz es un referente en la exhumación de cuerpos de personas represaliadas por el franquismo. En Extremadura, pero también en España.
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Defensora a ultranza de los derechos humanos, fue la autora en 2016 de la primera tesis doctoral de la región, dirigida por Julián Chaves, en la que se abordó la represión en la Guerra Civil y la posguerra desde un punto de vista arqueológico. Obtuvo sobresaliente cum laude. Su título pone en contexto la exhumación de cuerpos con el análisis de la represión irregular franquista a partir de la excavación de fosas comunes en Extremadura entre 1936-1948.
Hoy, su trabajo está en la Universidad de Barcelona, pero también en un proyecto del Plan Nacional de Investigación y Ciencia de ámbito nacional porque se centra en el análisis de los campos de concentración en España. Es codirectora del proyecto 'Des-alambrar'. Un estudio «más allá de las alambradas: una arqueología comparada de los campos de concentración franquistas», se explica.
Arqueóloga forense y antropóloga, es doctora en Historia por la Universidad de Extremadura y, sobre esto, una de las personas clave del proyecto de recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura.
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En 2016 había trabajado exhumando fosas en 12 municipios en toda Extremadura en la última década. Se trata de Llerena, Mérida, Fregenal de la Sierra, Villasbuenas de Gata, Miajadas, Escurial, Cuacos de Yuste, Pozuelo de Zarzón, Castuera, Puebla de Alcocer, Fregenal de la Sierra y Valencia de Alcántara. Se recuperaron para sus familiares más de 220 cuerpos.
En su tesis doctoral Muñoz lo puso claro: «La represión franquista ejercida en España tras el golpe de estado del 17 de julio de 1936 provocó la muerte de 13.205 personas en Extremadura. De ellas, 9.293 fueron ejecutadas de forma irregular, sin que pasaran por ningún procedimiento judicial. Fueron detenidas ilegalmente por motivos políticos y su rastro se pierde en el proceso represivo, eliminadas mediante la aplicación directa del bando de guerra entre julio de 1936 y 1948. Los cuerpos de estas personas fueron enterrados en fosas comunes, arrojados a cauces de ríos o sepultados en minas».
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La arqueóloga extremeña asume que queda mucho trabajo por hacer, no solo para devolver los restos a sus familiares sino también para conseguir la mayor información posible sobre esa trágica realidad histórica que permanece aún en la memoria de muchos descendientes de represaliados. «Las víctimas deben ser identificadas y dignificadas tanto familiar como colectivamente», ha dicho en más de una ocasión.
Muñoz Encinar lidera el análisis de las fosas comunes a través de un enfoque interdisciplinar que combina la historia, la arqueología y la antropología forense. Tenía claro desde adolescente en Plasencia que la arqueología forense iba a ser la motora de su vida profesional. En lo personal, es amante de la naturaleza y de la fotografía, que compagina cuando pisa singularmente Plasencia y los valles del norte de Extremadura.
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Lo hace menos tiempo del que seguramente desea porque su trabajo profesional le absorbe sobremanera al ser muy concienzuda en todo relacionado con la arqueología forense y la antropología. Dentro de su trayectoria como investigadora se ha centrado en las exhumaciones de fosas comunes de víctimas de la represión extrajudicial, desde la perspectiva de la arqueología forense, para analizar las estrategias represivas desarrolladas durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura de Franco (1939-1975).
En Extremadura, Laura Muñoz ha dirigido entre sus últimas tareas la intervención arqueológica para la localización y exhumación de las víctimas en la mina Terría, en Valencia de Alcántara.
Ha permitido descubrir los restos de al menos 48 personas que entre agosto y diciembre de 1936 fueron sacadas de sus casas o de la cárcel y trasladadas al paraje minero para ser ejecutadas.
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SUS DATOS
Personales: Nació en Madrid el 18 de septiembre de 1979 aunque su vida está unida a Plasencia desde muy pequeña. Es la menor de cuatro hermanos.
Académicos: Estudió en el colegio de San José y en el Instituto 'Valle del Jerte' de Plasencia. Es doctora en Historia por la Universidad de Extremadura, premio extraordinario de doctorado 2016 y máster Erasmus Mundus en Arqueología con especialización en Antropología Física y Paleopatología por la Universidad Rovira i Virgili (2006). Investigador posdoctoral de la Universidad de Ámsterdam y del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas).
Profesionales: Actualmente es profesora del Departamento de Historia y Arqueología de la Universidad de Barcelona.
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