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Lejos queda el 6 de enero de este 2022 de aquellas mañanas de Reyes en las que los pequeños de la casa aguardaban deseosos echarse a la calle a estrenar los anhelados juguetes. Los esperaban de sus majestades de Oriente tras todo un año haciendo méritos para recibirlos. Bicicletas, patines, cochecitos de muñecas o coches teledirigidos, el 'top ten' de los regalos de otros años, están siendo desplazados en la actualidad por aparatos tecnológicos de última generación. Dispositivos móviles, como teléfonos y tabletas, o juegos para las videoconsolas han ganado terreno a los juguetes de toda la vida, de los que el día de Reyes y las semanas posteriores, había que presumir sí o sí en las plazas y parques.
Por esa razón, no ha habido muchos niños presumiendo de botín en las plazas y parques de la región, a pesar de que el buen tiempo invitaba a estar al aire libre. Una de las pocas que se animó en Badajoz fue Rosa Vázquez, de siete años, que estrenó unos preciosos patines rosa. «Sí, ella sí tenía muchas ganas de salir. De hecho se ha levantado a las ocho y quería sacarlos a la calle a las nueve, pero no la hemos dejado», explicaba su madre, también llamada Rosa. «Pero ya ves, está casi solita en San Atón. Yo soy de Almendralejo y recuerdo que de niña salíamos todos a la calle con los juguetes, pero ahora no es lo mismo».
La estampa de las calles el 6 de enero ha cambiado porque las cartas a Melchor, Gaspar y Baltasar son muy distintas. Mientras esperaban a los Reyes en la cabalgata de Cáceres, los primos Alejandro, de nueve años, y Pablo, de once, relataban a este diario sus encargos. «He pedido un juego para la Nintendo», decía el primero. «Y yo un juego de la NBA», apuntaba el segundo. Aunque la lista de deseos la completaban unas zapatillas, una mochila, unos auriculares y un 'skate', son dos ejemplos de las peticiones actuales.
Los espacios públicos de la capital cacereña no estaban precisamente llenos de niños luciendo y probando juguetes nuevos, pese a que fue una jornada soleada. Sí proliferaron, sin embargo, los grupos de familias en los locales de restauración del centro, que tenían todo reservado para el almuerzo de Reyes, al menos en la conocida como zona de Los Obispos.
En el parque del Príncipe, en torno al mediodía solo el pequeño Bastian Díaz, a punto de cumplir cuatro años, se divertía en la que es su primera bici. «Quería una bicicleta azul y es lo que le han traído», explicaba su madre, Cristina Vecino, mientras él se mostraba algo tímido. «Es un niño muy expresivo y justo esta mañana al ver todos los regalos en casa se ha quedado un poco parado, pero luego ha reaccionado muy bien», relataba la mujer a la vez que le animaba a montarse en la bici.
En el centro de la ciudad un adolescente acompañado de su progenitor cruzaba un paso de cebra con una flamante bicicleta de montaña. Y en la Plaza Mayor un niño y una niña también estrenaban las suyas. Lo que apenas se vieron por las calles fueron los patinetes eléctricos infantiles, uno de los regalos triunfantes de las últimas navidades.
Las imágenes era parecidas en la capital pacense, donde se confirmó que el patinete eléctrico es el regalo estrella estas Navidades, no solo para los niños sino también para los adultos como medio de transporte. Muchos vehículos de este tipo se han visto con sus conductores de estreno.
Uno de ellos era Fernando Miera, de 32 años, que lo probaba en Juan Carlos I antes de atreverse a alejarse de su casa. «Solo llevo 20 minutos, pero me parece muy cómodo de manejar. Otra cosa será circular por la ciudad, a ver si los coches no te comen, pero me parece muy útil para ir a trabajar. Es un regalo de mi mujer y me ha gustado».
En el Paseo de San Francisco paseaban con flamantes patinetes eléctricos de color amarillo Emilia Álvarez y su padre. La primera estaba muy contenta por recibir lo que había pedido y se manejaba con facilidad en el nuevo vehículo. Su padre, por su parte, explicó que considera el patinete un buen complemento siempre que se use con responsabilidad. Lo que queda claro es que se verán muchos más en las calles extremeñas en el futuro.
También estaba motorizado Juan Martín, de 5 años. Los Reyes Magos le sorprendieron con un 'monster truck' a control remoto con el que jugó encantado, aunque muy solo, en el Paseo de San Francisco. Su padre lo observaba feliz. «A mi me encantan las motos y los coches y él quería tener un coche teledirigido porque yo tengo uno. Está muy contento, no lo suelta».
En San Andrés, una familia cargaba regalos en un coche. Ana, de 8 años, explicaba que no sabía lo que son. «Los Reyes los han dejado en casa para los abuelos. Ahora vamos allí que nos han dejado más cosas», detalló esta pequeña cuyo regalo favorito fue una tableta propia. Su hermano pequeño no se separaba de un muñeco de Spiderman.
Por su parte Daniel Vega, de 4 años, paseaba con un Indominus Rex, un dinosaurio de la película Jurassic World. «Lo ha abierto hace tres horas y no pasa de hacerlo gruñir. Creo que nos vamos a tener que acostumbrar a vivir con ese sonido», bromeaba su madre. Esta familia iba a comer en un local del centro con el resto de sus parientes. Como en Cáceres, en Badajoz también hubo un buen número de reservas en los restaurantes de la ciudad para no tener que cocinar el día de Reyes.
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Cristina Cándido y Álex Sánchez
Lucía Palacios | Madrid
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