La Junta de Extremadura prevé conceder ayudas a cerca de 12.000 vehículos de casi 3.700 empresas y profesionales del transporte de la región ... para paliar los efectos del encarecimiento de los carburantes y tratar de asegurar su actividad.
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El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, anunció el pasado mes de julio en el debate sobre el estado de la región en la Asamblea de Extremadura una línea de ayudas al sector del transporte por carretera dotada con 2,5 millones de euros.
La Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda ya cuenta con un proyecto de orden por la que se aprueban las bases reguladoras de estas ayudas. Según indica, la cuantía final será algo superior a lo anunciado en julio, ya que llegará a 2,75 millones de euros.
Movilidad apunta que esta nueva línea de ayudas se destina a empresas que realizan servicio público de transporte por carretera, ya sea de mercancías o viajeros. En este último grupo se incluyen las empresas que realizan transportes de escolares. También abarca a los taxis y los vehículos de alquiler con conductor (VTC). En cuanto a mercancías, beneficiará a compañías que realizan servicio de transporte por carretera tanto en vehículos pesados como ligeros.
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La orden señala que la pandemia ya supuso una alteración significativa en la actividad del sector, a lo que ahora se ha sumado la guerra de Ucrania. Esto ha supuesto un encarecimiento de la energía y los carburantes, lo que ha disparado los costes de los profesionales del transporte.
En concreto, recoge que el gas, que determina en gran medida el precio de la electricidad, se ha multiplicado por cinco desde principios de 2021. Por su parte, el petróleo casi ha doblado su precio durante el último año. A esto se suma una situación de desequilibrio entre la oferta y la demanda debido a la rápida recuperación económica tras la pandemia, aunque aún no se ha alcanzado la recuperación en el transporte de viajeros.
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La Junta de Extremadura estima que el aumento del precio de los carburantes ha supuesto un impacto de cerca del 30% de los costes de actividad del transporte, a lo que debe añadirse el incremento de otras partidas como neumáticos y lubricantes.
Ante este escenario, quiere contribuir a la sostenibilidad económica de las empresas de transporte, ya que considera que hay una gran dificultad para que el aumento de costes pueda ser trasladado a los clientes a través de un aumento de precios. Con ello se pretende garantizar que se mantiene una actividad clave para la economía regional.
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Junto a esto, como recogía la propuesta del PSOE que fue aprobada en la Asamblea, se pretende ayudar a un sector que está principalmente conformado por autónomos y empresas que hacen un importante esfuerzo para mantener la actividad.
Las subvenciones se tramitarán en régimen de concesión directa mediante convocatoria abierta y se concederán conforme se vayan solicitando por las entidades inscritas en el Registro de Empresas y Actividades de Transporte hasta que se agote el crédito o termine el plazo de vigencia. Serán compatibles con otras ayudas concedidas por la Junta o por otras Administraciones Públicas.
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El Gobierno regional concederá una ayuda por cada vehículo que figure adscrito a cualquiera de las clases de autorización de transporte recogidas en la orden, que son las de Mercancías Discrecional Pesado, Viajeros, Mercancías Discrecional Ligero, Taxis y Vehículos con Conductor (VTC). En las dos primeras modalidades habrá además una cantidad fija por empresa.
De esa forma, para las autorizaciones de transporte de Mercancías Discrecional Pesado se aportará 200 euros por entidad y 187,50 euros por vehículo. La previsión es subvencionar un máximo de 7.299 vehículos, una cifra que se corresponde con los datos del registro oficial de la Junta, del que forman parte 2.161 empresas.
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Para los titulares de autorizaciones de transporte de viajeros habrá 150 euros por empresa y 142,50 por cada autobús. La orden establece un máximo de 1.042 vehículos, propiedad de 118 empresas registradas.
Las actividades de transporte ligero recibirán 250 euros por vehículo, con un máximo de 2.356 ayudas concedidas, lo que se corresponde a 510 empresas registradas. Por último, los taxis y VTC contarán con 150 euros, con un tope de 882 y 194 (licencias que están agrupadas en 17 empresas), respectivamente.
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Toda ayuda que reciba el sector del transporte será bien recibida, pero la aportación que prevé realizar el Gobierno regional no será suficiente para compensar el aumento de los gastos producido en el último año. Así lo afirma Alonso Sánchez, secretario general de la Asociación de empresarios de transportes de Extremadura (Asemtraex).
«Menos da una piedra», afirma Sánchez, pero añade que una ayuda de alrededor de 200 euros por empresa y 150 euros por vehículo no es suficiente para paliar la subida de precios de los carburantes, que amenaza la viabilidad de esta actividad.
Como explica, en el último año se ha producido un incremento de costes del 60% en el gasoil. Además, lamenta que cuando ha bajado el precio del petróleo, como ha ocurrido durante el verano, eso no se ha traducido en un carburante más barato. De modo que ahora que se espera una nueva subida de las materias primas ante la llegada del otoño teme que los precios vuelvan a crecer, con el consiguiente peligro para los profesionales. «Un transporte que ronda los 2 euros por litro es inviable», añade.
Sánchez apunta que el sector no puede trasladar ese aumento de costes a sus clientes. Como indica, el 90 o 95% de las empresas de la región son de pequeño tamaño y no tienen capacidad para subir sus tarifas, mientras que las grandes compañías tienen más margen debido a su volumen. Además, los transportistas extremeños suelen trabajar con intermediarios que fijan los precios del servicio. Y aunque el Gobierno ha regulado que no se puede trabajar por debajo de los costes, afirma que en la práctica no se explica cómo hay que cumplir esa norma.
De esa forma, el secretario general de Asemtraex asegura que el sector se encuentra en una delicada situación que no sabe cuánto tiempo podrá aguantar. «No se puede trabajar a pérdidas», afirma. Y alerta sobre el efecto que puede tener para las cadenas de suministros, que en la región dependen casi en su totalidad del transporte de mercancías por carretera. «Si no andan los camiones, la que se va a liar es gorda», apunta.
En su opinión, la verdadera solución pasa por crear un gasóleo para profesionales del transporte con un tratamiento fiscal más bajo, tal como sucede con el sector agrícola y el pesquero.
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