Buscan a los autores del crimen de Feria tras encontrar el coche de huida en Zafra

José Fernández González, de 74 años, y su mujer, Ana Pérez Jurado, solían pasar largas temporadas en la finca La Dehesilla, enclavada en el término municipal de Feria. José era empresario (montó la fábrica Lifan de piensos para animales en La Albuera), ganadero y excorredor de porcino.

Tenía vivienda en Badajoz, pero llevaba tiempo residiendo en el cortijo de la finca. Más de 400 hectáreas, con coto privado de caza, en el que tenía cochinos y ovejas. El domingo, poco antes de la medianoche, Pepe el de La Dehesilla, como se le conocía en la zona, murió tras ser disparado en el pecho por tres encapuchados.

Los asaltantes se llevaron tres escopetas que el fallecido contaba en el inmueble, un teléfono móvil y su coche, un Opel Vectra blanco, que fue encontrado ayer en Zafra por la Policía Local en el aparcamiento de un supermercado, como adelantó HOY. Ese fue, en principio, su botín. Fuentes de la investigación indican la hipótesis del robo como detonante del suceso aunque no es la única opción manejada.

La finca está a unos dos kilómetros del casco urbano de Feria (1.100 vecinos, comarca de Zafra). Se accede a través de una sinuosa carretera local, la BA-030, próximo al cruce de la carretera autonómica EX-320 que conduce a Salvatierra de los Barros. El cortijo, ubicado en una vaguada, se encuentra a unos dos kilómetros también de la entrada a La Dehesilla, en un terreno de cuestas en el que se ubica una amplia explotación porcina y en menor medida ovina.

Los tres asaltantes a la finca de Feria entraron en la vivienda, maniataron a la mujer e intimidaron a su marido. Le exigieron que le entregara el dinero que tuviera, según ha podido conocer este diario a raíz del testimonio de la mujer. Uno de los tres, al parecer, tenía acento andaluz.

Sin que haya trascendido más detalles por ahora, uno de los encapuchados disparó un tiro a José en el pecho, que le causó la muerte.

La Guardia Civil inició al poco tiempo, en plena madrugada, el dispositivo de búsqueda de los encapuchados. También se alertó a patrullas y policías locales de la comarca.

Como es habitual cuando se produce una muerte violenta, la autoridad judicial –el juzgado de Zafra– decretó en las primeras horas de ayer por la mañana el secreto de sumario sobre este caso.

«El Ayuntamiento de Feria está consternado, apenado y preocupado por estos trágicos hechos que ponen en evidencia nuestra vulnerabilidad frente a los delincuentes», escribió la alcaldesa, Manuela Cornejo. La regidora decidió que las banderas de la Casa Consistorial ondeasen a media asta.

Apunta Cornejo que José Fernández mantenía relación cordial y comercial con ganaderos de la localidad y con algunos cazadores gracias a su coto de caza dentro de La Dehesilla.

El hombre asesinado siempre ha estado vinculado a la ganadería, primero a través de una fábrica de complemento de pienso (correctores vitamínicos) para animales, Lifan, que estableció en el polígono industrial de La Albuera. Fernández González era el distribuidor comercial de esta marca en Extremadura.

Sus dos hijas, Isabel María y María del Carmen, al igual que su mujer Ana, formaban parte del consejo de administración de la empresa que constituyó y presidió, Lifan SA. Ahora la presidía su pareja. También tenía un hijo. José también tenía otra finca en el entorno del municipio de Corte de Peleas.

La explotación de porcino y ovino que contaba en La Dehesilla la gestionaba a través de la sociedad limitada Guadajira.