La licitación pública no remonta tras la finalización del confinamiento

Apenas 46 millones de euros en los meses de junio y julio. La licitación pública en Extremadura desde que terminó el confinamiento se queda en la mitad de lo que se registró de media mensual a lo largo de 2019.

En cifras totales, en lo que va de año –hasta el 31 de julio– se han licitado en la región 110,6 millones de euros, según los datos de Fecons, la Federación Cacereña de la Construcción. En el mismo periodo del año pasado fueron 422,8 millones, por lo que la caída en la licitación pública es superior al 74%. «Sobre todo ha descendido a nivel ministerial», apunta Joaquín Sánchez, secretario de Fecons.

Aunque los concursos del Gobierno regional también se han visto mermados. Durante el primer semestre del año rozaron los 29,7 millones de euros. En el mismo periodo del año pasado fueron 45,7 millones. Un descenso del 35% principalmente provocado por la crisis sanitaria, ya que el año comenzó bastante bien y entre enero y febrero había aumentado la licitación regional en más de 12 millones de euros.

La fuerte caída, tomando como referencia hasta el mes de julio, es, por tanto, algo lógico y que ha afectado a todos los sectores de actividad. Sin embargo, lo que más preocupa a la construcción es que, tras la finalización del confinamiento, no se están realizando las licitaciones que se dejaron de hacer en los meses anteriores.

La evolución de estos dos últimos meses no sorprende en el sector. El descenso, sumando todos los organismos, ya se venía detectando en el primer trimestre del año. «La caída ya era patente», afirma Pedro Pérez, gerente de la Fundación Laboral de la Construcción.

Los números parecen darle la razón. Hasta el 31 de mayo –teniendo en cuenta que la mitad de marzo, abril y mayo España estuvo bajo el estado de alarma– se licitaron en la región obras por valor de 64,3 millones de euros. Una cuantía muy inferior a la media por mes que hubo en 2019. En el ejercicio pasado la inversión en obra pública fue superior a los 550 millones de euros, lo que supone 45 millones al mes por término medio.

A lo largo de ese año se detectó un incremento de los concursos públicos del 23,7% con respecto a 2018. Un aumento considerable, pero que no es tan positivo como marcan los números para el sector regional, según advierten desde la patronal. «Los datos son engañosos, porque en Extremadura las grandes inversiones eran todas destinadas a la alta velocidad; el resto de infraestructuras no se estaban atendiendo», señala José Luis Iglesias, gerente de la Federación Regional de la Pequeña y Mediana Empresa de Construcción, Pymecon.

La mirada al futuro tampoco es demasiado optimista. El sector de la construcción detecta numerosas necesidades de inversión en la región. «Las carreteras extremeñas necesitan mantenimiento; hay que hacer depuradoras en municipios de más de 5.000 habitantes; hacen falta infraestructuras urbanas y agrarias», detallan desde la Fundación Laboral de la Construcción.

Eso no quiere decir que se vayan a acometer. «Nos tememos que con las necesidades presupuestarias que hay en la actualidad será mucho más complicado que haya licitaciones en obra pública», dice Iglesias, que cita el gasto sanitario o los ERTE entre las prioridades actuales para la administración pública. «Cuando falta dinero se saca de infraestructuras», insiste Pérez.

Por eso, las perspectivas que manejan desde el sector de la construcción no son nada buenas. Ni siquiera ven en las ayudas europeas una solución. «Se va a destinar una partida muy importante a la mejora de la eficiencia energética», aporta el secretario de Fecons, que añade que Europa ha dicho que uno de los pilares de la recuperación económica debe ser el sector de la construcción.

A pesar de lo cual, los representantes de la patronal creen que los próximos años se va a notar una importante caída en la inversión en obra pública. «La Airef ya ha pedido replantear la inversión en las líneas de alta velocidad y pensar ahora en la autovía Cáceres-Badajoz es imposible», pone como ejemplo Iglesias, que ve una posible solución para reactivar el sector en la colaboración público-privada para infraestructuras como aparcamientos o residencias de mayores. Por su parte, desde Fecons consideran interesantes las ayudas para construir viviendas.