Pep Guardiola en el Barça ironizaba: «A lo mejor meo colonia». AFP

Loquillo: Ser chulo es un arte

Caca, pis y sexo contra la soberbia. Recurrimos a la escatología para desenmascarar a los engreídos

Jueves, 29 de septiembre 2022, 07:41

La otra tarde, debatíamos en una tienda sobre las personas que presumen de que ellas o sus familiares han tenido relaciones con alguien famoso, aunque esas relaciones fueran adúlteras, forzadas o un engaño, pero como se trataba de famosos, se cuentan con orgullo. En el ... fragor de la discusión, alguien dijo que quienes presumen de tal barbaridad es porque se creen más importantes, «es gente que 'pee p'arriba'».

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Me hizo gracia la expresión, muy popular en algunos pueblos extremeños. 'Peer p'arriba' significaría creerse más importante que el resto de los mortales. Vendría a decir que mientras los normales expelemos ventosidades hacia abajo, los seres superiores las expelerían hacia arriba, algo imposible en una posición normal, aunque sí sería factible en posición de tendido prono. Pero en ese caso no tendría ningún mérito puesto que en posición de tendido prono, todos los mortales peeríamos hacia arriba.

Queda muy feo esto de precipitarse por los terrenos de la escatología para divagar sobre el complicado mundo de las clases sociales, sus divisiones, el engreimiento, la arrogancia, la presunción y todos esos defectos que consisten en, siendo igual que el resto, creerse superior al resto. Queda feo, sí, pero es lo que hay. Hagan memoria, recuerden las expresiones que usamos para despreciar a petulantes, pijos y presuntuosos y comprobarán que todas las frases populares que se usan para referirse a ellos tienen que ver con la escatología, ese caca, culo, pis que nos acompaña desde la infancia y ejerce sobre nosotros la atracción indomeñable del tabú.

Literatos, santos y filósofos escriben sobre la soberbia con grandes palabras. Basta buscar en Google frases sobre estos temas y encontraremos a San Agustín diciendo que «la soberbia no es grandeza, sino hinchazón y lo que está hinchado, parece grande, pero es malo». El sabio Salomón aseguraba que «donde hay soberbia hay ignorancia» y Gabriel García Márquez escribió: «Un hombre solo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse».

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Pero convendrán conmigo en que se entiende mucho mejor esto de la jactancia si dejamos los libros, bajamos a la calle, ponemos la oreja y escuchamos a la Rosi 'despechá' referirse al chulito del Kevin con expresiones como estas: «¿Qué se habrá creído ese, que mea colonia?». O: «El 'tontol'haba' del Kevin 'se piensa' que su mierda huele a rosas». Mierda que huele a rosas, peos que van hacia arriba o meados que son como la colonia, expresión esta que llegó a ser usada en rueda de prensa por Pep Guardiola. Fatuos y presumidas unidos por una escatología imposible que asocia lo vano con situaciones contra natura rechazadas por la física y la biología.

«Cuando no hay humildad, las personas se degradan». La frase está bien y, además, la dijo Agatha Christie, pero no tiene fuerza, le sobra buen rollo y le falta mala leche. Para despreciar el poderío hay que tirar con caca de rosa o con pis de colonia para que se entienda.

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«Ser chulo es un arte», decía Loquillo. Y mofarse del chulo o de la chula también. Un amigo gallego no aguantaba los caprichos pijos de su propia hija. Que si quería un móvil de mil euros, que si no quería heredar un polo de su hermana, que si quería irse a esquiar con sus compañeras de clase. Mi amigo se desesperaba y también recurría a los tabúes saltando de la escatología al sexo. «Esta filla mía cree que ten a cona d'ouro», decía en galleñol, donde «cona d'ouro» debe traducirse por coño de oro, expresión gallega que equivaldría a nuestro 'peer p'arriba'. Caca, pis y sexo como antídoto contra la soberbia.

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