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El macrovertedero que se proyecta en Salvatierra de los Barros estará formado por un centro de recuperación de residuos y un conjunto de celdas donde se depositarán los rechazos. Esos son los planes de la empresa 3RS Gestión MA Extremadura.
Lo primero en construirse ... serán las naves para el tratamiento de los residuos. Estas deben ser estancas y en ellas se iniciará el proceso en el recinto, según explica Vicente Galván, asesor técnico del proyecto. Los materiales que se recuperen se dirigirán de nuevo a la industria y el resto irán al vertedero, que estará formado por hasta 45 celdas.
Las celdas del vertedero se construyen bajo el nivel del terreno. Se entierran. Por ello se instalan en zonas donde el suelo tiene una impermeabilización natural. Algo que Ecologistas en Acción considera que no se cumple en este caso. «Los informes que tenemos indican que el suelo es poroso y creemos que el vertedero puede terminar contaminando los acuíferos», expone Ángel García, abogado de la asociación ecologista.
Vicente Galván
Asesor técnico del proyecto
Más allá del tipo de suelo, la base de las celdas está compuesta por varias capas de arcillas y un geotextil. «Hay que poner una lámina negra de polietileno, generalmente de entre uno y medio y dos milímetros de grosor, sobre la que se echa una capa de grava», indica Galván. Encima de esa impermeabilización, que debe servir para recoger los lixiviados (líquidos que generan los materiales) y que no se infiltren en el terreno, se depositan los residuos.
En la parte superior de cada celda se realiza el mismo proceso, pero a la inversa. «En el sector se llama hacer un sándwich; el residuo se mete perfectamente encapsulado en materiales que impiden su salida al exterior», comenta Galván.
Con el sellado del conjunto de la zona de vertedero no finaliza la responsabilidad de la empresa, que tiene la obligación de provisionar una cantidad de dinero para que cuando se clausure haya dinero suficiente para seguir vigilando y manteniendo la instalación durante un periodo de tiempo no inferior a 30 años.
En este sentido, lo primero que debe hacer es cubrir todo con una capa de tierra y revegetar la zona, porque no es conveniente que crezcan allí especies con raíces profundas que puedan deteriorar la impermeabilización. Así se evitan también posibles escorrentías de agua que puedan dañar la cubierta. «La zona no queda inutilizada; lo que se está haciendo ahora en vertederos es colocar placas solares, pero hay que esperar entre tres y cinco años antes de su instalación para que los materiales se asienten», aporta Galván, que también menciona que es posible hacer parques sobre las celdas selladas. «Lo que no se puede es construir grandes instalaciones», aclara.
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