![El Gobierno busca un plan para que los profesores enseñen mejor las matemáticas](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/01/26/matematicasCC-RU0Gv5mGUnN3qf76sStZbRL-1200x840@Hoy.jpg)
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apuntado en su agenda 'mejorar en matemáticas', una asignatura en la que España ha bajado puestos en el informe PISA y donde Extremadura se sitúa de nuevo por debajo de la media del país. El plan de ... Sánchez, para el que quiere dedicar 500 millones de los próximos presupuestos, pasa por reducir número de alumnos en las aulas, profesores de apoyo para quienes se atragantan con la asignatura y actualizar la formación de los docentes de esta materia.
De repente, son las Matemáticas las que van a ser examinadas. Manuel Fernández es profesor en Badajoz hace treinta años en un instituto, pero también en la Universidad de Extremadura (UEx), donde imparte el máster que habilita para ser profesor de matemáticas. «El primer problema que deben resolver mis alumnos es utilizar un lenguaje accesible. Esa es su primera barrera. Algunos tienen tan buen nivel que les resulta difícil bajarse a la comprensión de un chico de 14 años. La matemática es un lenguaje y llevarlo a un nivel accesible requiere esfuerzo y práctica docente», dice sobre esos profesores a los que el plan de Pedro Sánchez quiere formar mejor para que los adolescentes resuelvan con más soltura lo que plantea PISA. Este es un programa que evalúa de forma sistemática lo que los jóvenes son capaces de hacer al finalizar su educación obligatoria. En la última edición participaron 690.000 adolescentes de 15 y 16 años de todo el mundo desarrollado, de los que 30.800 son españoles.
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El profesor Fernández recuerda que actualizar conocimientos es posible hacerlo en Extremadura de manera voluntaria en los Centros de Profesores y Recursos (CPR), por lo que este docente se pregunta cómo se concretaría ese plan del Gobierno sin invadir el tiempo libre. En este sentido, comparte con Manuel Mota, director del departamento de Matemáticas de la UEx, la idea de un hipotético PIR similar al MIR que realizan los médicos. «Habría que analizar los criterios de selección de los profesores que imparten clase de Matemáticas y la formación que reciben estos profesores una vez aprobada su oposición», plantea Mota.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los inscritos en el máster habilitante para dar clase en institutos proceden del grado de Matemáticas, pero también de otros grados que buscan abrirse una puerta a la docencia.
Marina Díaz
Presidenta de la Asociación Nacional de Estudiantes de Matemáticas
Marina Díaz estudia en la UEx cuarto curso de Matemáticas y Estadística y preside la Asociación Nacional de Estudiantes de Matemáticas (Anem). Reforzar la asignatura desde el Gobierno le parece positivo, pero pide que se prime que sean graduados en Matemáticas los que la enseñen en colegios e institutos. «Hay que reforzar esta materia desde pequeños y tener en cuenta que los profesores de Secundaria no suelen haber estudiado el grado de Matemáticas. Quizás por eso pueden bajar los resultados, o porque al final se traslada una visión negativa de la materia desde pequeños, lo que se conoce como 'ansiedad matemática' cuando los alumnos deben verlas como un juego desde el que aprender razonamiento lógico para la resolución de problemas». La visión de Díaz es corporativista, pero hay que saber que hasta hace poco la enseñanza era casi la única salida para muchos licenciados. Esto ha cambiado. Hace apenas una década el grado en Matemáticas estaba al borde de la extinción por falta de alumnos, pero la demanda de estos perfiles profesionales en las empresas desde la irrupción del 'big data' ha llenado las aulas de la UEx, donde ya se exige nota de corte.
En este contexto, al presidente del Gobierno no le ha gustado el rendimiento de los alumnos españoles en el examen que ha dio pie al último informe PISA. Se realizó en 2022 y en esta edición se centró en Matemáticas, Comprensión lectora (también quiere reforzarla el Gobierno) y Ciencias.
El resultado de los alumnos de Extremadura está por debajo de la media de España (473) y de la de la Unión de Europea (474). Por comunidades, Extremadura (469) solo supera a Castilla la Mancha, Ceuta, Melilla, Canarias y Murcia.
Manuel Fernández
Profesor en la ESO y en la UEx
Manuel Fernández recela de este informe internacional y no considera prioritario escalar puestos en él. Además, le consta que los profesionales que 'exporta' España, desde ingenieros a científicos, están bien considerados por si nivel en Matemáticas.
En su opinión, la Secundaria, y especialmente el Bachillerato, debe encaminarse a obtener un buen resultado en la EBAU, que sí condiciona la vida de los jóvenes al permitirles elegir sus estudios superiores. «Los exámenes de PISA son especiales, muy contextualizados y ni en España ni Extremadura se suelen plantear a los alumnos. En los institutos no preparamos para exámenes de este tipo».
Estos exámenes se basan en razonar, formular o emplear en contextos personales, ocupacionales, sociales o científicos. Valga de ejemplo un ejercicio planteado en la última prueba: María va a mudarse y tienen que alquilar un camión para transportar los muebles. Debe elegir el tamaño del camión y de la caja con datos como longitud, anchura y altura. Luego calcular en qué camión cabrían más cajas de tipo mediano, sobre la que se dan medidas.
Manuel Fernández no pasa por alto que se evalúa por edad, no por curso. Tienen 15 y 16 años, por lo que unos están en tercero de la ESO y otros en cuarto, y la diferencia de conocimientos es muy grande entre ambos cursos. Por otro lado, opina que si el sistema educativo español quisiera sacar un buen resultado en los exámenes PISA solo habría que cambiar el curriculum y se conseguiría, pero él no es partidario. En cambio, respecto a la EBAU sí hay una coordinación entre Secundaria y Universidad para que esa prueba esté reglada y que los alumnos sepan a qué atenerse. Una de sus características, dice, es que apenas hay contextualización, son problemas puros de matemáticas.
«No hay que pensar que toda la matemática es aplicada y debe entenderse dentro del mundo real –expone Fernández–. También tiene su parte abstracta, no todo tiene que ser tangible. Lo que ocurre es que enseñar eso y hacerlo ameno es complicado».
Por su parte, el profesor Mota apunta a cómo el año de la pandemia la EBAU introdujo una novedad. «Se estableció que todas las preguntas debían ser susceptibles de ser elegidas. Esta 'optatividad total' fue muy positiva ese año, de hecho, creo que salvó la EBAU. Por diversas razones se ha ido prorrogando y creemos que los estudiantes adaptan su preparación a esta medida, reforzando el estudio de algunos temas y dedicando menos tiempo a otros. Mejoran las notas de la EBAU, pero a costa de quedar con lagunas en algunas materias, lo que les dificulta el primer curso de la universidad».
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