Las menores víctimas de fotos trucadas superan ya la treintena en Tierra de Barros

Aunque ni la Policía ni el Delegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza, han querido ofrecer públicamente más detalles por ser –señalaron– un asunto especialmente delicado, se van conociendo algunos aspectos. Y la realidad social es el caso ha llevado el desasosiego a familias almendralejenses y a otras de la comarca.

Se trata de menores de entre 11 y 17 años que han visto cómo las imágenes que ellas subían a las redes sociales eran manipuladas para simular que estaban desnudas. Son sus rostros, pero sus cuerpos sin ropa se han creado a partir de herramientas de Inteligencia Artificial, en concreto de una aplicación informática para dispositivos móviles y tabletas.

«No se pueden ir de rositas», clamaba ayer por la mañana Eva, una madre de una menor víctima del montaje. A su lado, conversaba con el matrimonio compuesto por Pedro y Eva la ginecóloga Miriam Al Adib. Esta última es madre de una de las adolescentes.

Ella denunció en Instagram –red social donde tiene más de 123.000 seguidores– los montajes, y a partir de ahí se ha desencadenado una catarata de denuncias y la investigación policial correspondiente.

«Creo que algunos todavía no saben lo que han hecho. Algunos chicos y quizás algunos padres y madres le quitan importancia, aunque también es verdad que otros se han dado cuenta y están ayudando. Un amigo de mi hija fue el que dio la voz de alarma sobre esas imágenes y por supuesto, se negó a seguir difundiéndola», reseñaba Eva a HOY.

«Esto es sembrar para el futuro de nuestros hijos, para saber que hay cosas que no se pueden hacer, agregaba Miriam para animar a que cada familia afectada denuncie las imágenes trucadas. Ella tenía pensado registrar la suya ayer tarde junto a su hija.

«Ayer eran siete. Hoy creo que se llegará a unas once denuncias. Pero la investigación sigue abierta. Tanto las afectadas como los que han dado difusión a las imágenes son menores», especificó ayer al mediodía en Almendralejo el delegado del Gobierno, Francisco Mendoza.

Este había acudido al municipio para celebrar una junta local de seguridad en la que se preparara el dispositivo contra el robo de aceitunas en el campo. Sin embargo, el asunto central de su comparecencia fue el de las fotos trucadas de menores.

Mendoza señaló que probablemente a lo largo de hoy la Policía iba a trasladar a la Fiscalía de Menores sus pesquisas. Como ya ha informado este periódico, la Policía tiene identificados a menores que o bien han creado esos montajes o bien los han difundido. Han sido localizadas en teléfonos móviles.

Los hechos están siendo investigados por de los agentes del Grupo de Policía Judicial de Almendralejo como un presunto delito contra el derecho a la intimidad.

El delegado del Gobierno apeló a la prudencia y a la responsabilidad, tanto a las familias como a los medios de comunicación, al tratarse de un caso en el que están implicados menores de edad y «hay que preservar su intimidad».

Pidió expresamente que «guarden la prudencia y la responsabilidad necesaria para preservar el principal bien protegido que es, en este caso, la intimidad de los menores»

Confirmó Mendoza que efectivamente que son menores las víctimas y menores los creadores y los difusores de sus imágenes. Dijo desconoce si esas fotos trucadas de desnudos han salido de los grupos de WhatsApp. Esa investigación llevará más tiempo, apuntó Francisco Mendoza.

Por su parte, el alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, lamentó el caso. Dijo que quizás algunos pensaron que el montaje era un asunto para tomárselo a broma pero no lo es «en absoluto».

Advirtió Ramírez sobre una nueva realidad sociológica vinculada con un uso pernicioso de los avances tecnológicos. «Es un aviso de cosas que van a pasar, y hay que tener claro que esto es uno más de los episodios de violencia de género, se está atacando a las mujeres menores de edad», comentó el regidor de la capital de Tierra de Barros.

Subrayó la necesidad de trabajar en programas de sensibilización, también en los centros educativos. Según expuso el alcalde, este caso es un «drama» tanto para los padres de las niñas como de los niños que han cometido los actos.

Y no solo dijo eso. José María Ramírez alertó como mensaje final que actuaciones como «esta de la inteligencia artificial contra menores ha pasado aquí, en Almendralejo, pero va a pasar en otros sitios» por lo que reclamó actuar contra estas prácticas delictivas y que atentan a la intimidad de menores.

Queda por detallar las consecuencias que puede tener lo ocurrido para los autores de los montajes que investiga la Policía Nacional. No obstante, se sabe que si esos hechos hubiesen sido cometidos por personas mayores de edad podrían acarrear penas de cárcel. Pero, como comentó ayer el delegado del Gobierno, de momento los responsables conocidos son menores. En ese caso es posible que se les impongan medidas de internamiento y la obligación de realizar cursos de reeducación para que comprendan la gravedad de los hechos.

También puede derivarse una responsabilidad civil que puede conllevar la obligación a indemnizar a la víctima, en cuyo caso los padres o tutores serían los obligados a abonar el dinero.