La mitad de la población extremeña padece trastornos del sueño

Es la estimación, a partir de los últimos estudios médicos, que realiza tras el Día Mundial del Sueño, celebrado el 14 de marzo, Jaime Corral Peñafiel, jefe del servicio de Neumología en el Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres.

Está al frente de la Unidad del Sueño en el Hospital San Pedro de Alcántara, de referencia en todo el país y en funcionamiento desde 1988. En ella ofrecen charlas y aconsejan sobre la promoción de unos hábitos saludables en cuanto a calidad del sueño, hacen investigaciones y han diagnosticado y tratado cualquier patología en este ámbito. En total, han atendido a más de 15.000 pacientes.

Actualmente se centran en las áreas de Cáceres, Plasencia, Navalmoral y Coria, pero siguen ocupándose de casos complicados de cualquier punto de la comunidad autónoma, pese a existir otra unidad en Badajoz.

«El problema más frecuente es el insomnio. Cualquier ciudadano puede tenerlo a lo largo de su vida, pero el crónico ya se da en un 15% o 20% de la población. Sin embargo, muchos no llegan a unidades para ser tratados», apunta Corral antes de referirse a la patología por las que más derivaciones reciben.

Son las apneas obstructivas del sueño, que pueden provocar consecuencias cardiovasculares, inmunológicas y neurocognitivas, entre otras. «En ese caso el 25% de la población extremeña tiene apneas, aunque el porcentaje de los que necesitan tratamiento por ello se reduce a entre el 4% y el 6%, pues ya tienen unos síntomas importantes o complicaciones cerebrovasculares», indica Corral, que alude a tratamientos farmacológicos o al CPAP, un dispositivo que administra aire al paciente a través de la nariz para evitar que deje de respirar cuando está dormido.

También les llegan casos de hipersomnias, es decir, personas que tienen una excesiva somnolencia diurna. No llega al 1% de la población y, según indica el especialista, «sus causas principales pueden ser farmacológicas, por alguna otra enfermedad o la transgresión sistemática de la agenda de sueño, es decir, persona de media edad que se acuesta más tarde de lo normal, que usa dispositivos móviles o duermen menos horas».

También destaca el síndrome de las piernas inquietas y otros trastornos que se dan en menor medida. Eso sí, llama la atención que el sonambulismo, según indica Corral, afecta en un 15% de los menores de 15 años.

Para determinar la patología del sueño lo hacen de diferentes formas, pero el principal se basa en que durante una noche el paciente duerme en el hospital para que, a través de polisomnogramas, registren la actividad cerebral, la respiración, el nivel de oxígeno en la sangre, la función cardíaca, la postura, los movimientos corporales y otras variables que permiten un diagnóstico preciso.

Se realiza en cuatro habitaciones diseñadas para esta función. Cuentan con cámaras de videovigilancia y aparatos electrónicos que controla remotamente el equipo médico.

«Al menos tiene que haber seis horas de registro y de ellas al menos tienen que garantizarse tres de sueño», detalla Corral. Luego estudian lo que ha sucedido durante la noche y los especialistas lo interpretan para ofrecer una conclusión y proponer un tratamiento.

Además, también hacen pruebas en el domicilio de los pacientes, según explica el coordinador de esta unidad a la que le concedieron, en 2022, el premio Best in Class (BIC) en la categoría de mejor unidad en atención al paciente en España que otorga anualmente la publicación Gaceta Médica junto a la cátedra de gestión e innovación sanitaria de la Universidad Rey Juan Carlos.