Martes, 25 de octubre 2022, 13:38
La mujer de 63 años que el domingo murió en la Garganta de los Infiernos se estaba haciendo un selfi (una foto a sí ... misma) cuando se acercó más de la cuenta al borde, resbaló y se precipitó a Los Pilones. Al caer al cauce, embravecido por las últimas borrascas, sufrió un golpe y fue arrastrada a unos 300 metros garganta abajo. El suceso mortal en el Valle del Jerte se produjo en torno a las 13 horas y varios testigos dieron aviso al 112 Extremadura. En ese momento la víctima se encontraban junto a su marido y otro matrimonio procedente de Valladolid que les acompañaba.
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Fue un perro el que empezó a ladrar tras marcar la pista de donde se encontraba el cuerpo. Así fue como un vigilante de la reserva y un vecino de Jerte lograron localizar a la víctima antes de que llegaran los bomberos del Sepei. El cuerpo estaba enganchado en unas ramas o tronco en la orilla opuesta de donde ellos se encontraban, y, a pesar del peligro que entrañaba meterse en el agua, se quitaron ropa y se ayudaron de una soga atada a la cintura para llegar al cuerpo. Sin esta rápida intervención, es probable que la fuerza de la corriente hubiera arrastrado el cadáver incluso varios kilómetros abajo.
Una vez junto a la mujer, el vigilante de la reserva pudo comprobar que la fallecida calzaba unas zapatillas de lona con suela fina inapropiadas para caminar por un terreno agreste como el de la Garganta de los Infiernos.
Al lugar se desplazó también un equipo sanitario del SES, varias patrullas de la Guardia Civil y los bomberos de la Diputación de los parques de Plasencia y Cáceres. Cuando estos efectivos intervinieron, la muerte ya había sido certificada por un médico, por lo que se centraron en sacar el cuerpo del río, ayudados de una tirolina.
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El levantamiento del cadáver se produjo en torno a las 17 horas, una vez que los agentes de la Guardia Civil especialistas en Policía Judicial realizaron la inspección técnico ocular de la zona.
A modo de aviso, un día antes de lo sucedido, la reserva natural de la Garganta de los Infiernos, que suele proporcinar información de interés a través de internet, avisó en sus redes sociales de la crecida del cauce y de la fuerza con la que bajaba la garganta difundiendo un vídeo.
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No es la primera muerte que se registra en este paraje emblemático del Valle del Jerte en los últimos años. En 2020 perdió la vida otra mujer, que también resbaló y cayó al agua cuando se estaba haciendo una foto.
En 2016 una niña de 12 años de un colegio de Salamanca perdió la vida cuando realizaba ruta guiada. Sufrió una parada cardiorrespiratoria y no hubo tiempo de practicarle los primeros auxilios
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