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Ángela Murillo
Miércoles, 4 de enero 2023, 14:04
El sindicalismo dice adiós a Nicolás Redondo Urbieta, fallecido a los 95 años. El histórico líder de UGT (Barakaldo, 1927), figura clave para impulsar la democracia, sufrió el zarpazo de la represión política durante la dictadura franquista y un episodio importante lo vivió en ... Extremadura. Fue detenido 14 veces, procesado en varias ocasiones, encarcelado en distintas prisiones y en abril de 1967 condenado a un destierro en Las Hurdes, donde también fue desterrado Ramón Rubial, histórico socialista vasco que presidió el PSOE.
Muchos años después, Nicolás Redondo volvería a la alquería de Las Mestas, donde estuvo apartado del polo industrial vasco que fraguó su lucha por los derechos de los trabajadores. Además, el líder ugetista visitó Extremadura en muchas ocasiones por su tareas sindicales, y en 2008 también participó junto a su sucesor, Cándido Méndez, en la reinauguración de la Casa del Pueblo de Cáceres como Museo Obrero.
Redondo había ingresado en las Juventudes Socialistas y en la Unión General de Trabajadores con 18 años. Empezó a trabajar en la Naval de Sestao, astillero en el que organizó varias huelgas, la primera de ellas en 1946. En la década de los 50 se dedicó a actividades clandestinas de lucha sindical y por la llegada de la democracia. Mientras otros jóvenes socialistas visitaban París en 1968, él sufría su destierro franquista en un apartado rincón del norte extremeño.
Durante varios meses fue castigado a permanecer en Las Hurdes por su abierta oposición a la dictadura. Allí vivió en una humilde «casa barata» de promoción franquista cedida por un vecino. Su hijo Nicolás, que por aquel entonces tenía 9 años, y el resto de la familia conocieron la vida en este entorno rural. En 1995 el veterano sindicalista volvió a Las Mestas. El ayuntamiento de la localidad rindió homenaje a su figura y le dedicó la calle donde vivió a petición de los vecinos.
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Según contó el diario HOY en su crónica del 3 de diciembre, nada más llegar, Redondo recorrió las calles del pueblo y visitó la sencilla casa que habitó durante su destierro, en cuya puerta descubrió una placa de mármol conmemorativa que sigue luciendo en la fachada.
«Para mí es muy difícil expresar emociones, pero realmente lo estoy; aunque creo que este homenaje debería ser para todos los vecinos de Las Mestas y para Felipe Cobos, quien me proporcionó esta casa», dijo Redondo ante los asistentes en el acto, entre quienes se encontraban Miguel Bernal, entonces secretario general de UGT en Extremadura.
Raymond Roncero González, sobrino de Cobos, conserva recuerdos de las visitas que Redondo hizo a su familia años después, con contactos que aún se mantienen, y los «favores que hizo a mucha gente» del pueblo.
afirmó redondo en 1995 en las mestas
De su estancia en Las Hurdes Redondo siempre recordó el cariño con el que le acogió la gente. Fue tal que la condena franquista se convirtió para él en una de las páginas «más entrañables de mi vida». «Si alguien quería perjudicarme con mi destierro en Las Mestas, por considerar Las Hurdes una tierra negra y olvidada, se equivocó», dijo en su homenaje.
La vivienda sencilla en la que vivió el ugetista se puede buscar fácilmente por Google Maps, aunque, paradójicamente, la estrecha calleja aún figura en el callejero de internet como General Franco, su antigua denominación.
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