La nueva actualidad

Hace años fantaseaba con que una mañana me despertaba con diez años de edad y exclamaba en alto ¡ostras, qué pedazo de sueño he tenidooo!, me ponía el chándal, hacía la mochila y me iba al colegio recobrando la orientación. Hace cinco meses que me conformo con levantarme y pensar que todo esto de la pandemia también ha sido un extraño sueño, pero camino de la cafetera rascándome las canas veo la mascarilla colgando en la entrada y compruebo que todo es real.

La nueva normalidad es un rollo, pero es llevadera, lo admito. Se ha llevado por delante castillos hinchables con la cara de Bob Esponja, la celebración de goles en los estadios y conciertos de los que solo apetece ir si botas hombro con hombro con el de al lado. Pero sigue amaneciendo, hay tormentas de verano, del grifo sale agua, vas al bar, a las rebajas de El Corte Inglés, al supermercado, a la playa en fin de semana y a casa de un amigo como un jueves cualquiera. Sin embargo, cada día no deja de recordarte que nada es como antes. La nueva actualidad te ofrece detalles a diario que te llevan a frotarte los ojos sin que puedas evitar preguntarte si te deberías haber desinfectado las manos antes, otra vez.

Ayer supe que hay magos y humoristas extremeños que están dando bolos por 'zoom', y hoy leo que la próxima feria del vino y la aceituna en Almendralejo, con tal de no suspenderla, se va a celebrar de manera telemática. También se acaba de confirmar que habrá verbenas este verano en Extremadura, pero con un circuito de entrada y salida para las personas y la prohibición tajante de bailar.

Se puede hacer, cierto. No queda otra que mantener algunos hábitos y esforzarnos por mantener la cordura aunque, si vamos al detalle, todo apunta a que poco a poco nos estamos volviendo majaras.