Obras del nuevo viaducto, en una foto tomada hace unos días. Hoy

El nuevo puente de Alcántara ya cambia la foto en un sitio emblemático de Extremadura

Las primeras piezas llegarán antes de que empiece este verano, y en el próximo debe estar acabado el viaducto que liberará de tráfico al romano

Domingo, 28 de abril 2024, 07:49

El nuevo puente de Alcántara ya ha modificado el paisaje de la zona y empieza a dejarse ver. Habrán tenido la oportunidad de comprobarlo quienes hayan circulado recientemente por la EX-117, la carretera que lleva hasta el monumento romano que quedará liberado de ... tráfico por el viaducto en construcción. Esto último, que los coches y camiones dejen de pasar sobre una estructura erigida en el año 103, constituye el motivo principal por el que se ha dado el paso de levantar esta infraestructura que debería estar lista dentro de aproximadamente un año y medio.

Publicidad

Las obras comenzaron a finales del año 2022, unos cinco meses más tarde lo previsto inicialmente, y ya son perceptibles las dos zonas de apoyo principales del nuevo puente, a ambas orillas del río Tajo, aguas abajo de la presa hidroeléctrica José María de Oriol, de Iberdrola. El nuevo paso se levanta entre esta instalación y el monumento de la época romana. Hay que recordar que Alcántara es el embalse más grande de España tras el también extremeño de La Serena (3.220 metros cúbicos de capacidad tiene este último y 3.162 el otro).

Los camiones están utilizando la presa para ir y volver de la obra, y así no castigar todavía más al monumento romano

El retraso en el comienzo de los trabajos se debió principalmente al encarecimiento de los materiales de construcción, como consecuencia de la guerra de Ucrania, un problema que afectó al conjunto del sector de la construcción en medio mundo, lo mismo para viviendas que para obras públicas como la que se está ejecutando en Alcántara. Cientos de proyectos de todo tipo sufrieron retrasos, un fenómeno al que no fue ajeno la comunidad autónoma.

A este contexto general hubo que añadir otra incidencia particular: los problemas en el suministro de acero, un material básico en una intervención de este tipo y del que hubo escasez, también como consecuencia del conflicto bélico iniciado tras la invasión ordenada por el presidente ruso Vladimir Putin.

Publicidad

El problema del acero

El acero laminado corten ha sido elegido para el arco que sostendrá al nuevo puente, un material escogido entre otros motivos porque no necesita mantenimiento. El mayo del año 2022, cuando estaba contemplado que empezaran los movimientos de tierras, el acero se había encarecido aproximadamente un 45%, según indicaron entonces desde la UTE (Unión Temporal de Empresas) que resultó adjudicataria del proyecto, que es la integrada por Rover, Senpa (Sendín Pavimentos) y Placonsa.

La obra salió a concurso a comienzos de 2021 con un presupuesto de 18,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 27 meses. La Junta de Extremadura tuvo que añadir 761.000 euros al presupuesto, con lo que el coste final se acerca a los 18 millones. Este incremento se tramitó para abonar los gastos derivados de la revisión excepcional de precios del contrato ante la subida extraordinaria e imprevisible de los materiales.

Publicidad

El consejero de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (en el centro), de visita en la obra el pasado febrero. Hoy

Una vez solventados los inconvenientes que retrasaron el inicio de las obras de junio a finales de año, las máquinas llegaron al lugar, y su trabajo ya es visible. A vista de pájaro, la histórica foto con el puente romano en primer término, la presa unos metros más arriba y detrás de ella el enorme embalse ha quedado modificada con la aparición de dos grandes manchas, una cada orilla del Tajo entre el monumento romano y la presa.

La previsión que maneja la Consejería de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, que es quien financia la actuación, es que las primeras piezas del nuevo viaducto lleguen «antes del verano». O sea, que tarden menos de dos meses. Y si todo marcha como está previsto y no surgen inconvenientes que dilaten el ritmo de los trabajos –como las lluvias que obligaron a parar hace unos meses–, la fecha de final de obra que maneja la administración autonómica es «la primavera o verano del próximo año».

Publicidad

Un arco de 180 metros

Hasta entonces, quien está ahorrando al puente romano el tráfico pesado de una obra de este tipo, es la presa, gracias al acuerdo alcanzado entre la Junta de Extremadura e Iberdrola, que es la propietaria de la instalación. Por motivos de seguridad, al tratar de de instalaciones estratégicas, las presas suelen tener limitado el tráfico, pero la excepcionalidad de la situación ha llevado a permitir que los camiones la usen para ir y volver de esta obra que supone cumplir una reivindicación histórica. Porque hace al menos una década y media que se empezó a hablar de la necesidad de liberar de tráfico al monumento romano.

El nuevo puente tendrá 410 metros divididos en tres tramos. El más importante de ellos será el viaducto sobre el Tajo, que discurrirá casi paralelo al romano y ocupará 270 metros. Conectará con la carretera EX-117 en la orilla derecha del río, mientras que de la izquierda partirá un pequeño puente que salvará un terreno situado por encima del cauce. Este viaducto de 112 metros y el puente de 270 estarán unidos por una plataforma de 20 metros sustentada por muros. Uno de sus elementos más destacados será el arco metálico de 180 metros, que se apoyará sobre diez pilas, las más pequeñas de 2,4 metros de alto (en la parte central del tablero) y las más altas de 24.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad