Llega el verano y, como si de una 'regla' no escrita se tratara, las incidencias en el tren extremeño se multiplican. Plena ola de calor ... y hay fallos en el aire acondicionado, retrasos en los viajes o incluso usuarios que tienen que llegar a su destino en autobús. Ha sucedido esta semana y el hartazgo entre los que usan este medio de transporte es mayúsculo. No entienden que esto pueda suceder en pleno siglo XXI.
«El miércoles cogí el tren en Mérida y antes de llegar a Cáceres el aire acondicionado del vagón 3, donde yo iba, dejó de funcionar. Eran las cuatro y media de la tarde y nos dieron la opción de irnos a los otros coches. Ya en Plasencia nos dijeron que los que íbamos a Madrid podíamos ir en autobús. Así que nos bajamos y entramos a la estación de tren, donde nos dijeron que aún no habían avisado al autobús y que no sabían cuánto podía tardar. Ante eso, volvimos al tren y a los pocos minutos llegó el revisor para reubicarnos en el coche 2. Después de ir tanto rato sin aire, al cambiar se notaba fresquito, pero con el paso del tiempo el calor volvió a ser insoportable. Las paredes del tren estaban ardiendo».
Así cuenta Patricia Muñoz «el viaje horrible, angustioso y desesperante» que vivió el pasado miércoles. «Sentí que me iba a caer a plomo del calor infernal en cualquier momento», reconoce 24 horas después de hacer el trayecto Mérida-Madrid en el convoy 17907.
Se trata de un media distancia que une Sevilla con la capital española y que este 28 de junio realizó el viaje sin aire en dos de los tres vagones.
«El viaje fue horrible, angustioso y desesperante; pensé que me iba a caer a plomo del calor que hacía»
Patricia Muñoz
Usuaria del tren
Pero hay más. Ni siquiera había pasado un día cuando se produjo otra incidencia. El convoy de Media Distancia 17815 que conecta Zafra con Mérida sufrió este jueves una avería y quedó parado en la estación de Zafra. Según fuentes de Renfe, el fallo fue mecánico y los pasajeros tuvieron que ser trasladados en taxi y autobús. Por la tarde, el mismo tren tampoco efectuó el viaje Villanueva de la Serena a Badajoz y los pasajeros hicieron el trayecto en autobús.
En ese caso no hubo quejas por el calor, como sí sucedió el pasado domingo, cuando en Extremadura se registraron unas temperaturas extremas, con máximas de hasta 42 grados. En ese caso, un Alvia que cubre el trayecto Madrid-Cáceres se quedó sin aire acondicionado por otra avería y el viaje «fue insoportable», según cuentan los usuarios.
Abanicos y botellas de agua para soportar en el interior de estos vagones una sensación térmica de más de 35 grados. «En los trenes no se indica la temperatura, solo se ve la del exterior, pero un viajero tenía una aplicación en el móvil que marcaba 36 grados», cuenta Gabriel Moreno, un cacereño que estuvo en ese convoy.
«A eso de las cinco menos veinte de la tarde cogí el Madrid-Badajoz y entre Torrijos y Talavera dejó de funcionar el aire. El tren iba lleno e incluso hubo un niño al que le dio un ataque de ansiedad», comenta Gabriel, que suele coger habitualmente este medio. «Fue un viaje dantesco», añade este profesor de la Universidad de Extremadura al que hace nueve años le pasó lo mismo. «Aquello fue como un asador de pollos, insufrible», recuerda antes de afirmar que también ha realizado mucho el trayecto Madrid-Valencia y en él nunca le ha sucedido algo similar.
«Se estropeó el aire y a un niño incluso le dio un ataque de ansiedad. En otros sitios de España no me ha pasado esto»
Gabriel Moreno
Usuario del tren
Desde Renfe indican que esos fallos de climatización no se producen solo en Extremadura. «Sucede en trenes de toda España. Pasa cuando hay mucho calor en el exterior y no es algo exclusivo de Extremadura», matizan. «Lo habitual y lo normal es que funcionen, lo poco frecuente es que haya un fallo», dice la compañía.
Indican también que no tienen constancia de que en verano se produzcan más incidencias, aunque bien es cierto que es raro que entre junio y septiembre no haya averías que incluso provocan fuego, retrasos y fallos mecánicos. A eso hay que sumar un factor más en esta época: las altas temperaturas que, ahora, también estropean aires acondicionados.
Las causas
El pasado domingo Renfe ya reconoció que los fallos en los sistemas de climatización de algunos trenes, por las elevadas temperaturas, son debido a que los aparatos son incapaces de enfriar el aire caliente del exterior, lo que provoca que en algunos coches las máquinas enfriadoras no respondan.
Los equipos están preparados para soportar entre los -10 grados y los 40, por lo que cuando se superan dichos márgenes los equipos disponen de mecanismos de protección que inhiben el funcionamiento. Es lo que pasa si la presión del gas supera los límites que están directamente vinculados a la temperatura del exterior.
De este modo, no es posible reiniciar el funcionamiento de los equipos mientras que no se reduzca esa presión.
Renfe dice que los fallos de climatización no son exclusivos de esta región, que «sucede en trenes de toda España»
Y con ese argumento y el diseño de un protocolo ante olas de calor es como Renfe ha 'solucionado' el problema. La compañía dispondrá de asientos libres sin vender en determinados trenes y recorridos para que, si hay un fallo en el aire acondicionado de un coche, los viajeros puedan ser reubicados. Además, cuando se produzcan temperaturas muy elevadas, incrementará las dotaciones de agua en los trenes.
Asimismo, Renfe ha reforzado las revisiones de los equipos de aire acondicionado en los trenes de Media Distancia de la serie 599 y de los trenes de Larga Distancia de la serie 730 (Alvia), que son los que operan en Extremadura.
Pese a eso los problemas continúan y viajar en el tren extremeño en verano, y en plena ola de calor, ya ha sido para muchos una auténtica odisea.