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Extremadura entra en un ciclo de exámenes permanentes para los que quieren ser funcionarios. Las oposiciones que más aspirantes concitan en el ámbito de la ... Junta de Extremadura cogen impulso a partir de la próxima semana. El sábado 18 son las de maestros. 500 plazas en liza para casi 7.000 aspirantes.
En realidad, desde que comenzó el año se vienen desarrollando procesos selectivos en especialidades del Servicio Extremeño de Salud (SES) y la Administración general de la Junta.
Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, entre abril y mayo. En ese periodo se han celebrado los exámenes para los que buscan una plaza como médicos de urgencia de Atención Primaria, pediatras de Atención Primaria, médicos de urgencia hospitalaria y médicos de familia de Atención Primaria del SES. Había 200 plazas en total y 991 admitidos para optar a ellas.
Con todo, las más relevantes en Sanidad, en función del número de aspirantes, son las que están por llegar. En la primera quincena de julio, (domingo 3 y sábado 9) se celebrarán las oposiciones de Enfermería y Auxiliar de Enfermería, respectivamente. Para Enfermeros están convocados 6 184 aspirantes para cubrir 467 plazas (390 turno libre, 33 de promoción interna, y 44 de discapacidad). Las plazas de discapacidad que se queden desiertas podrán acumularse a las del turno libre.
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Para Auxiliar de Enfermería, son 6.394 aspirantes para 210 plazas (176 de turno libre, 13 de promoción interna, 21 de discapacidad, estas acumulables a las del turno libre si no se cubren).
Después de esos exámenes de julio se retoman las pruebas selectivas en septiembre con la categoría de Pinche y prácticamente todos los fines de semana hasta finales de noviembre hay pruebas selectivas.
El 12 de noviembre son las de celador, la categoría que más solicitudes registra: 13.894 aspirantes para 96 plazas en total para el turno libre, el de personas con discapacidad y promoción interna. El último examen es el 27 de noviembre, de Auxiliar Administrativo.
A lo largo de este año, por tanto, se van a desarrollar todos los exámenes del SES de las categorías que fueron convocadas en el último trimestre del 2021. Son 1.954 plazas en total distribuidas en más de 60 categorías y/o especialidades estatutarias, tanto sanitarias como de gestión y servicios. Hay 51.000 aspirantes.
Esos 1.954 empleos se corresponden a las ofertas públicas de empleo de 2018, 2019 y 2020, así como, sobre todo, de la oferta de empleo adicional para 2019.
Mientras, en Administración general de la Junta se ponen en juego un total de 975 plazas entre funcionario y laboral.
En su piso de Mérida, a 12 kilómetros de su lugar de trabajo este curso, Raquel Rodríguez Andrade charla con sosiego, incluso suelta bromas en la conversación, a las puertas de las oposiciones de maestros. Es la octava vez que lo hace y se presentará, avanza a HOY, sin ningún tipo de presión.
La experiencia pasada y una puerta abierta que antes no lo estaba, la de conseguir la plaza a través del proceso de estabilización de interinos, le hace estar bastante más relajada que en otras ocasiones.
«Si es que ahora ni siquiera me iba a presentar. Pero entre unos y otros me animaron, y dije que para adelante», confiesa esta maestra de Educación Infantil, de 43 años, y natural del municipio cacereño de Garrovillas de Alconétar. Es madre de dos niños. Como cualquier interino docente en Extremadura, se conoce buena parte de la geografía extremeña.
Este año trabaja en el colegio 'Pio XII', de Don Álvaro, municipio de 780 vecinos al lado de la capital de Extremadura. «Estoy muy a gusto aquí», resume antes de indicar que empezó a trabajar como interina en 2008. La primera vez que se presentó a unas oposiciones fue en 2003. Ha estado en Jaraicejo (su primer destino), Navalmoral de la Mata, Cáceres, Villafranca de los Barros, Azuaga, Acedera, Oliva de Mérida y ahora, este curso, en Don Álvaro.
Dice Raquel que se ha presentado siete veces a las oposiciones. Cinco las aprobó, y dos no. «En esta ocasión digamos que voy a probar. No me he volcado en la preparación de las oposiciones como en otras ocasiones. Unas oposiciones con las que me he llevado varios desengaños. El más fuerte en 2011. Saqué un 9 de nota final y no tuve plaza. Quedé la 101 en la lista y habían 100 plazas. Fue frustrante», añade.
El próximo sábado se presentará otra vez. «Voy tranquila. Otras veces iba muy nerviosa, casi me caía de los nervios. En esta ocasión no voy con esa sensación desde luego», remata la maestra.
Práxedes Castellano García, de 51 años, representa otro perfil de los aspirantes registrados en las oposiciones de maestro. Acudirá simplemente para firmar, para poder permanecer en la lista de interinos el próximo curso sin intención siquiera de realizar el examen y las otras pruebas de la oposición.
«Conozco a gente que va a acudir solo para firmar. Por un motivo o por otro no opositarán. Unos porque ven la posibilidad de lograr plaza por el proceso de estabilización de empleo temporal; otros porque no han querido renunciar a su vida familiar durante años para aprobar una oposición y sacar plaza, que es lo más difícil al final», sentencia Castellano.
Es maestro de Educación Infantil en el colegio San José Obrero de la localidad cacereña de Tiétar. Él, padre de dos hijos, vive en Cáceres. Es de Torrejón El Rubio.
Cuenta que su caso es singular. No se dedica a la docencia por vocación. Quiso ser veterinario pero no logró nota para estudiar la carrera. Metido a docente, en 1993 coge su primera vacante en Las Hurdes tras sacar un 9,5 en la oposición de ese año.
«Era el año de la transición de Preescolar a Primaria. Fue imposible sacar plaza a pesar de la nota. Me desanimé tanto que no volví a presentarme a otra oposición hasta 2001, a la especialidad de Música. Estuve en Aceuchal, en un año complicado. A partir de entonces no cogí vacantes todos los años porque decidi tomarme un tiempo», relata.
Para sacar con éxito una oposición «el factor suerte tiene mucho peso», y, en todo caso, no puede significar «anteponer tu vida familiar. Es lo que pienso. Para mí dejar de lado esto por dos, cuatro, seis, ocho años para una oposición no merece la pena».
«Creo que seguiré de interino. Si sale bien el proceso de estabilización de empleo, vale aunque no lo veo en absoluto nada claro para gente como nosotros aunque tengamos muchos años a cuestas de experiencia; si no, seguiré como interino y me jubilaré como tal», concluye.
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