Discurso de investidura de María Guardiola

Cuadrar el círculo, otra vez

Por el contrario, fue clara en su propósito de reformar el sistema tributario para rebajar la fiscalidad. La teoría económica liberal dice que, de ese modo, se logra recaudar más porque se activa el consumo, pero eso, cuando de verdad llega a suceder, solo se consigue en sociedades económicamente muy dinámicas y reconozcamos que no es el caso.

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Imágenes del discurso de investidura de María Guardiola (I)

Imágenes del discurso de investidura de María Guardiola (II)

En fin, Guardiola hizo un discurso de investidura que fue lo más parecido a la exposición de un programa electoral lleno, como todos, de buenos deseos. Se embarcó así en lo que supone su segundo intento de cuadrar el círculo. El primero fue su empeño en gobernar la Junta sin tener la mayoría necesaria pero sin contar con Vox, y ya es conocido que fracasó con rotundidad en el intento, con crisis en el PP incluida. Y, sin embargo, este otro parece más difícil aún: bajar impuestos y al mismo tiempo tener mejor sanidad pública con más profesionales, aumentar los servicios en los pueblos, hacer crecer las plantillas en educación y bajar ratios. Suerte.

A Guardiola, que fue más autocrítica consigo misma que con su partido por ejemplo al hablar de los incumplimientos del tren, se la ve más viva en aspectos sociales, cuando hace defensa de que existe la violencia de género, en su reivindicación de una cultura sin cancelaciones o en su insistencia de que no habrá retrocesos en derechos. Y quizás por ello la única referencia que hizo a Vox fue para reclamarles lealtad en asuntos donde ya vaticina malas caras. Guardiola se siente todavía la candidata de un PP socialdemócrata y no la presidenta de un gobierno con Vox.