«El jueves me desperté a la misma hora que todos los días, pero me quedé en la cama oyendo la radio y leyendo». Jacinto ... Pedro Carrasco se ríe cuando cuenta como fue la primera mañana tras su jubilación. «Todos mis compañeros me han preguntado lo mismo», reconoce desde el otro lado de la línea telefónica.
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Hasta el miércoles estuvo dando clase en el instituto Bárbara de Braganza de Badajoz y con 60 años cumplidos este año se ha jubilado anticipadamente de manera voluntaria.
En su condición de mutualista, por ser funcionario como de profesor de Educación Secundaria, tenía la posibilidad de jubilarse a partir de los 60 años y con al menos 15 años cotizados; además, con 30 años de trabajo las condiciones son muy favorables para este colectivo. Jacinto Pedro, al que alumnos y compañeros llaman Pachi, cumple con esos requisitos. «He estado más de 32 años dando clase», cuenta para recordar que ha pasado por Jerez de los Caballeros, Barcarrota, Talarrubias o Alburquerque antes de estar cerca de quince años, los últimos, en Badajoz.
Esa larga trayectoria profesional le ha ido pesando. «Llegas a una cierta edad en la que el cansancio, más el mental que el físico, va haciendo mella», reconoce Pachi. Y no porque tuviera problemas en su día a día con los alumnos. «Me llevaba bien con ellos», dice. La despedida llena de cariño que le brindaron, y que puede verse en un emotivo vídeo que han subido a las redes social, demuestra que era un profesor muy querido y respetado.
También le ha ayudado a tomar la decisión la incertidumbre respecto al futuro de las jubilaciones. En los últimos años se han ido aprobando medidas destinadas a retrasar la edad de jubilación. «Es algo que está como una espada de Damocles sobre los docentes; es cierto que no saber cómo van a ser las condiciones de las jubilaciones en los próximos años ha influido en que me jubile ahora», indica Pachi.
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No es un caso aislado, desde los sindicatos del ámbito educativo advierten que cada vez son más los profesores y maestros que optan por retirarse ante el temor de que haya nuevos cambios legislativos. «Hay trabajadores que se sienten con fuerzas y ganas de seguir, pero que se están jubilando porque creen que si no lo hacen ahora no van a poder hacerlo con las mismas condiciones en el futuro», aportan desde PIDE.
La pandemia, con clases a distancia, supuso una complicación añadida para toda la comunidad educativa hace un par de cursos. La adaptación fue difícil. «Nos cambió nuestro rol de profesor con el trabajo online», explica Pachi, que entiende que esas novedades sí pudieron conllevar una mayor cansancio para los docentes y que haya contribuido a aumentar las jubilaciones voluntarias, como es su caso.
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De cara al futuro, este profesor piensa en una jubilación muy activa. «Principalmente he valorado tener más tiempo libre para dedicarlo a aspectos diferentes a la vida laboral», aporta. Eso no significa que se vaya a desvincular del instituto en el que ha pasado sus últimos años, porque uno de sus proyectos está relacionado con el centro educativo.
Aunque en lo que piensa a corto plazo es en su familia y en sus aficiones. «Voy a permitirme el lujo de viajar con mi familia fuera de la temporada de verano y también podré dedicar más tiempo a la fotografía, que me gusta mucho», concluye.
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