Un grupo de alumnos en la puerta del instituto Bárbara de Braganza de Badajoz. J. V. Arnelas
Extremadura

El plan de retrasar a los 14 años el acceso al instituto genera dudas en profesores y familias

El gobierno extremeño se ha propuesto estudiarlo tras ponerlo en marcha Madrid, pero la comunidad educativa observa ventajas e inconvenientes

Álvaro Rubio

Cáceres

Domingo, 2 de marzo 2025, 07:46

El retraso de la edad de acceso a los institutos públicos de Extremadura está encima de la mesa. Ahora dan el salto a los ... 12 años, tras terminar sexto de Primaria, pero si la región sigue los pasos de Madrid, los estudiantes entrarían a los 14. Es una medida a la que ya se han acogido colegios madrileños y que pondrán en marcha en septiembre, una propuesta que la presidenta de esa comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha hablado con la presidenta de la Junta, María Guardiola, esta semana en su visita, y que genera muchas dudas en la comunidad educativa.

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«Vamos a copiar todo lo bueno que hace Madrid, que es mucho, para poder llevarlo a Extremadura. Todo lo que se hace bien en Madrid, que es prácticamente todo, aquí también lo vamos a hacer», dijo Guardiola en la rueda de prensa que ofreció junto a Ayuso y como respuesta a la pregunta de un periodista sobre esta cuestión.

La presidenta madrileña matizó que lo que no quieren es que los niños de 11, 12 y 13 años entren en el mundo más adulto tan pronto. «No es lo mismo un chico de 17 años que uno de 11 y nos parece que es una cuestión de proteger y prolongar la infancia, y no adelantarles lo que no procede. Luego te cuento todos los detalles, que va muy bien. Ya hay muchos colegios que se han acogido», dijo Ayuso a Guardiola ante los medios de comunicación, a lo que la presidenta extremeña respondió: «Fenomenal».

Aunque por el momento no ha trascendido más que esa posible idea, en la comunidad educativa se ha abierto un debate, aunque son pocos los que se atreven a posicionarse de forma clara a favor o en contra.

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«Hay mucha diversidad de opiniones. Hay razones tanto para el sí como para el no porque aunque parece que los alumnos al pasar al instituto a los 12 años pierden la seguridad que tenían en Primaria y podría ser beneficioso que permanezcan más tiempo en el colegio, también supondría una reestructuración compleja tanto a nivel organizativo como legislativo», apunta Pedro Navareño, presidente de la Asociación de Equipos Directivos de Centros Públicos de Educación Infantil y Primaria.

«Aunque parece que podría beneficiar a los alumnos, suponen cambios legislativos y organizativos»

Pedro Navareño

Presidente de la Asociación de Equipos Directivos

Agrupa a 159 docentes de centros de las dos provincias extremeñas y entre ellos no hay una postura común. «Históricamente he pensado que era positivo ese retraso, pero ahora, con todo el sistema establecido, tengo dudas de si se volvería para atrás», comenta Navareño, que dirige el colegio público de Escurial, un municipio cacereño que no llega a los 900 habitantes.

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Zonas rurales, a favor

Precisamente, en los municipios pequeños es donde se muestran más a favor de esta medida. «Estoy totalmente de acuerdo con que los alumnos se queden dos años más en el colegio», dice Marisol Esteban, directora del colegio Pío XII de Don Álvaro, un municipio pacense de 800 habitantes. Ese centro atiende a 40 alumnos y dos de ellas darán este año el salto al instituto.

Antes de que entrara en funcionamiento el sistema educativo español de enseñanza secundaria, que comenzó en el curso 1995-1996 y que tiene como objetivo preparar a los alumnos de entre 12 y 16 años para sus próximos estudios o el mundo laboral, existía lo que se denomina una fase de transición. «Antes, en séptimo y octavo, lo que equivale ahora a 1º y 2º de ESO, iban a Mérida al Octavio Augusto, que seguía siendo un colegio público. Luego ya se iban al instituto. Esos dos años estaban como en una especie de periodo de transición», recuerda Esteban.

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«Ahora no hay eso y mis niños se van asustados. Son esponjas y se adaptan, pero los padres tienen ese miedo», asegura Esteban. «Son muy pequeños y tienen que coger un autobús para llegar al instituto, además de que llegan a las tres y media de la tarde a sus casas», añade.

Y es que hay muchos municipios de Extremadura en los que el cambio de un colegio al instituto supone que los alumnos tengan que desplazarse en autobús, pues no todas las poblaciones de la región disponen de dos centros educativos, uno en el que se estudia Infantil y Primaria y otro en el que se curse Educación Secundaria y Bachillerato. Sucede en localidades como Higuera la Real, Medina de las Torres o Mirandilla en la provincia de Badajoz, así como en las cacereñas de Valdefuentes, Portaje o en Talaván. En total suman más de medio centenar de municipios.

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Además, Marisol Esteban cree que beneficiaría a los centros educativos rurales porque eso supondría incrementar el número de matriculaciones al impartirse dos cursos más, algo que también defiende Iván Caldera, director del colegio Cervantes de Alange. En este pueblo de 1.800 habitantes su centro educativo cuenta con 128 alumnos y este año 17 empezarán en el instituto de La Zarza, otro municipio al que llegan con transporte escolar. «El salto a 1º de ESO es grande por el cambio de centro educativo. Creo que les falta madurez para ir al instituto a la edad a la que pasan actualmente, con 11 y 12 años, aunque entiendo que tendrá su ventajas e inconvenientes si se analiza de forma detallada», afirma Caldera.

Los padres

Precisamente, a esos pros y contras, hace referencia la Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos. «Es un debate que conlleva implicaciones pedagógicas, psicológicas y también sociales», indica Maribel Rengel, presidenta de Freampa. «No podemos dar un postura clara sobre este asunto, queremos ser cautos porque es importante, y lo que sí sabemos es que tiene tanto ventajas como inconvenientes», añade antes de matizar que aún no han pulsado la opinión de las ampas porque no creen que esto pueda suceder a corto plazo.

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«Se puede evitar el impacto brusco en los estudiantes, pero hay que ver si los centros están preparados»

Maribel Rengel

Presidenta de Freampa

«A priori parece que hay más ventajas, pero no sabemos si los inconvenientes, siendo menos, pueden pesar más. Se puede evitar el impacto brusco en los alumnos por el cambio de etapa, pero hay que ver si los centros están preparados con recursos docentes, de orientadores y de infraestructuras para acoger dos cursos más», dice Rengel. «Habrá centros en los que se necesitarían obras y otros en los que sería perfecto porque los alumnos no tienen que coger el autobús para llegar al instituto o incluso aumentaría la matriculación», añade antes de incidir en que son muchos factores a tener en cuenta y, si llega el momento, trabajarán para conseguir los mayores beneficios en los alumnos.

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