![«La política actual va más de emociones que de ideología»](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/08/16/rodriguez_8-RKEynDlDjPOQLZOXUo1026L-1200x840@Hoy.jpg)
Francisco Rodríguez
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Francisco Rodríguez
Profesor del departamento de Historia de la Universidad de Extremadura, Francisco Rodríguez Jiménez (Badajoz, 1980) está ahora en Estados Unidos, donde a lo largo de ... su trayectoria ha tenido distintas estancias profesionales y formativas. Investigador postdoctoral en Harvard, George Washington y American University, escribió junto al economista Carmelo Mesa y el periodista Pablo Pardo el libro 'Trump. Breve historia de una presidencia singular' (Comares, 2022), de actualidad por lo ocurrido en torno al político republicano en las últimas semanas.
–Designación como candidato electoral, atentado en un mitin, renuncia de su rival... Lo ocurrido en los últimos meses en torno a Trump le daría para un nuevo capítulo del libro...
–Casi que para otro libro nuevo. En apenas un mes, hemos pasado de lo que se antojaba una victoria tranquila de Trump a que las encuestas apunten una ligera ventaja de los demócratas en los estados bisagra.
–¿Qué similitudes y diferencias aprecia entre el Trump de las elecciones que le auparon a la presidencia y el actual?
–Hace un mes y medio se decía que veríamos a un Donald Trump más tranquilo, más proclive a bajar la tensión, pero tras verle el pasado día 12 en el debate con Elon Musk, el dueño de la red social X (antes Twitter), parece que está otra vez en su versión dura. Al proceso de su designación como candidato fue con un talante más sosegado, pero tras el famoso debate con Joe Biden, en el que ganó por goleada, se vino arriba a nivel emocional. Y luego ocurrió el atentado. Le intentan matar, y eso le confirma en su renuncia a la opción moderada. Ahora está cabreado, y creo que también un poco preocupado porque sabe que con Kamala Harris (candidata demócrata tras renunciar el presidente Biden), lo va a tener más difícil. Ella está utilizando el mismo lenguaje que él, las alusiones personales en vez de debatir sobre infraestructuras, el cheque escolar o la inflación. Harris le ha dicho a Trump que las cosas que dice sobre ella se las diga a la cara, y se lo ha dicho mirando a la cámara y señalándole con el dedo. Esto a Trump le ha descolocado, porque ese tono agresivo que él utiliza, no lo usaban el resto de políticos. Ella le ha dado donde a él le duele.
–Él en los mítines ningunea a Harris, hace chistes sobre ella. ¿Esto es solo estrategia o es su opinión real sobre ella?
–Yo creo que es más una estrategia, porque es algo que lleva haciendo desde los años 70, como analizamos en el libro. Con esa actitud, lo que hace es una disrupción de las reglas habituales de la comunicación política. Consigue que en vez de contrastar ideas y programas, se lleve la política a lo personal, a si el otro es feo o bajo o gordo. Creo que el 10 de septiembre, en el debate con Harris, hará esto mismo. Pero ella, al retarle del modo que le ha retado, ya se ha posicionado, en un movimiento estratégico.
–Trump actúa así porque sabe que le funciona con miles de votantes. Quizás habría que reflexionar sobre esto...
–Hasta hace no mucho, en ciencia política se hablaba de la polarización ideológica, es decir, alguien es de derecha o de izquierdas y expone sus ideas y sus programas y las confronta. La ciencia política considera que esa polarización ideológica incluso es positiva para el funcionamiento de la democracia, porque pone a competir a dos modelos diferentes. Pero ahora estamos instalados en la polarización afectiva, de modo que la política ya no va tanto de ideología como de tocar el punto de sensibilidad o de miedo del votante, apelando a su parte irracional. Pongo un ejemplo: la guerra ha hecho subir la inflación en Estados Unidos, y esto ha afectado a millones de estadounidenses. Pero antes que de la inflación, Trump habla del miedo a la guerra. Esta polarización afectiva la hemos visto recientemente en la comparecencia de Mark Zuckerberg (fundador de Facebook) en el Senado. Se le preguntó por qué no había activado los mecanismos de seguridad requeridos para evitar casos de pederastia, y se le planteó en una sala donde había familiares de víctimas de pederastia. O con la carta del comisario europeo de Comercio Thierry Breton sobre tratos racistas. Aquí entra en escena la desinformación. No quiero sonar exagerado, pero veo muy difícil que las democracias clásicas tengan una cierta estabilidad en la actual situación de ruido mediático y desinformación.
–¿Cree que alguien como Trump habría existido hace 30 años, en un mundo sin redes sociales y menos 'fake news'?
–El populismo, de izquierda o de derecha, ya existía antes de las redes sociales, pero había más filtros. Ahora es más difícil porque controlar Internet es intentar poner puertas al campo. La diferencia fundamental entre entonces y ahora es la posibilidad de difundir a escala mundial.
–¿Todo esto que estamos hablando ayuda a explicar por qué pueda llegar a presidir Estados Unidos alguien condenado por un delito sexual?
–No quiero restar importancia a ese crimen, pero a nivel mediático, ese caso es el que menos daños le ha hecho a Trump. Porque en realidad, lo que se estaba juzgando a nivel penal era la utilización indebida de fondos para la campaña, y no el hecho de que se fuera con una actriz porno. A mí me parece mucho más grave el asalto al Capitolio, que implicó al Ejército.
–¿Hay mucho 'trumpismo' en la política española?
–Hay gente que ahora se sube al carro de ese tipo de modelo político porque para bien o para mal, lo que ocurre en Estados Unidos tiene eco mundial. Lo que ha ocurrido es que se han normalizado ciertas cosas que no son normales en una democracia.
–¿Cómo cree que puede afectar una hipotética victoria de Trump al campo extremeño?
–Por lo que ha hecho en el pasado, podemos pensar que tensionaría la relación comercial con Europa, por su lema de 'American first' (Lo primero, América). Y eso afectaría al campo extremeño, por ejemplo a las exportaciones de aceite de oliva o de vino. Pero es solo una hipótesis.
–¿Quién cree que ganará?
–Creo que va a estar muy reñido. Los republicanos tiene un suelo electoral sólido, pero las encuestas no les dan como ganadores. Hay que tener en cuenta a los republicanos que no son partidarios de Trump. Y a las plataformas de desencantados, que están teniendo bastante visibilidad. Quizás estemos contando votos hasta las tres de la madrugada, como ya ha pasado antes.
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