El regadío de Tierra de Barros amenaza con hacer saltar por los aires el pacto de gobierno en Extremadura entre PP y Vox. Los populares ... tratan de recuperar la iniciativa con el impulso de una comisión de investigación en la Asamblea sobre el desarrollo del proyecto, una propuesta que saldrá adelante con el apoyo de todos los grupos. Por su parte, el partido de Santiago Abascal rebaja la tensión, pero sin renunciar a que las obras sean financiadas con fondos autonómicos. Y la oposición asiste a un nuevo desencuentro entre los socios del Ejecutivo regional.
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En los últimos meses el proyecto de Tierra de Barros ha sido una de las principales armas del nuevo Gobierno extremeño frente al Ejecutivo anterior del PSOE. Especialmente para Vox, ya que desde la Consejería de Gestión Forestal asume las competencias de regadíos, pero también para el PP. Los dos socios han incidido en las dudas mostradas por la Comisión Europea sobre la financiación de la obra con fondos comunitarios, acusando a los socialistas de ocultar información a los extremeños.
Mientras tanto, el proyecto sigue sin ejecutarse, lo que ha llevado al Gobierno regional a modificar el Programa de Desarrollo Rural (PDR) para destinar a otros fines casi 105 millones de euros asignados inicialmente al regadío de Tierra de Barros. El motivo es que, ante el retraso en las obras, esos fondos podían perderse.
El acuerdo para la modificación del PDR se adoptó de forma definitiva el pasado miércoles, con la presencia de los consejeros de Agricultura, Mercedes Morán (PP), y Gestión Forestal, Ignacio Higuero (Vox). En principio, coincidían en reclamar la financiación del Gobierno y esperar a otro periodo de programación de fondos europeos para conseguir el dinero con el que pagar las obras.
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Pero ese mismo día el director general de Infraestructuras Rurales, José María Sánchez Cordero, de la Consejería de Gestión Forestal, apuntó en la Asamblea que ni la Unión Europea ni el Gobierno creen en el proyecto. Y por tanto, la Junta debe asumir su financiación en solitario. Para ello, Vox espera que haya una asignación adecuada en los próximos Presupuestos autonómicos. De lo contrario, aseguró que los cinco diputados del partido en el Parlamento regional no darían su apoyo a las cuentas ni a ninguna otra iniciativa de los populares. Unos votos que son vitales para el PP para sacar adelante cualquier proyecto legislativo, ya que su otra opción pasa por pactar con el PSOE.
El portavoz del PP en la Asamblea, José Ángel Sánchez Juliá, rechazó el mismo miércoles lo que calificó de imposiciones de Vox, desdeñó la exigencia sobre los Presupuestos de 2025 e insistió en que el regadío debe contar con financiación del Gobierno y la Unión Europea. Además, afirmó que el consejero de Gestión Forestal siempre ha seguido esa línea, por lo que considera una contradicción que ahora se reclame que la Junta ponga todo el dinero. También aludió a que el resultado de las elecciones europeas, con la primera victoria del PP en la región, supone un respaldo a la gestión de la Junta de Extremadura. Unas elecciones en las que Vox ha mejorado el porcentaje de voto en Extremadura de las autonómicas del pasado año, pero ha empeorado respecto a las generales de 2023, debido entre otras cuestiones a la irrupción de Se acabó la fiesta, que el pasado domingo obtuvo más de 14.000 votos en la comunidad.
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Este nuevo desencuentro entre los socios del Gobierno regional marcó el pleno de este jueves en la Asamblea. La jornada comenzó como siempre, de forma cordial. La presidenta de la Junta, María Guardiola, se encontró a la entrada del Parlamento regional con el consejero de Gestión Forestal y el saludo fue amable. También con el líder de Vox en el grupo parlamentario, Ángel Pelayo Gordillo. Pero la tensión volvió a hacerse notar.
Ignacio Higuero, en unas declaraciones a Canal Extremadura, afirmó que entre PP y Vox «tenemos entendimiento», pero acto seguido respaldó las declaraciones del director general de Infraestructuras Rurales sobre la financiación del proyecto de Tierra de Barros y los Presupuestos de la Junta para 2025. Para su partido, hay gastos que pueden reducirse en el Presupuesto autonómico para obtener los fondos necesarios.
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El orden del día del pleno no incluía ningún asunto relativo al regadío, por lo que en el comienzo de la sesión no hubo menciones al proyecto. Pero el enfrentamiento entre los socios de gobierno recibió un nuevo impulso con la propuesta del PP de crear una comisión de investigación. Para ello necesitan la aprobación del pleno, algo que está asegurado porque todos los grupos se han mostrado a favor de la iniciativa.
El portavoz del PP en el Parlamento regional expuso que el proyecto necesita «rigor, garantías, transparencia y verdad». A su juicio, el Ejecutivo socialista engañó a los extremeños sobre la financiación con fondos europeos, por lo que considera necesario aclarar cuestiones como las reticencias mostradas por la Comisión Europea.
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En cuanto a la posición del consejero de Gestión Forestal y las exigencias para la aprobación de los Presupuestos de 2025, apuntó a la dirección nacional de Vox al citar su sede nacional. «No nos vamos a arrodillar a las imposiciones de Madrid», insistió.
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