El PSOE arranca sus primarias con Gallardo como favorito

Después, las peticiones que le llegaron desde Madrid y también de sus compañeros en la región dejaron esa despedida a medias. Vara no ha abandonado la actividad política, hoy es diputado autonómico y senador, pero sí el liderazgo de los socialistas extremeños. Antes incluso de que el relevo sea una realidad en el próximo congreso extraordinario. Dicen en el partido que sus silencios en estos tiempos convulsos para el PSOE, aun con la Moncloa revalidada, evidencian la necesidad de que se cierre su etapa y se ponga en marcha una nueva.

Tanto es así que nada más cumplirse el requisito autoimpuesto por los socialistas extremeños de esperar a la formación del Gobierno central, se ha puesto en marcha sin demora la maquinaria para celebrar el congreso regional. La ejecutiva regional convocada para hoy, a las 17 horas en Mérida, fijará el calendario para la celebración del cónclave del que saldrá el nuevo líder del PSOE de Extremadura. O 'lideresa'.

Aunque todo está abierto, incluso la posibilidad de que se cumpla el deseo de Guillermo Fernández Vara y finalmente haya un candidato de consenso, son más en el partido los que a día de hoy creen que la militancia socialista tendrá que votar en primarias entre más de un nombre.

Es casi seguro que el del alcalde de Villanueva de la Serena y presidente de la Diputación de Badajoz será uno de ellos. Pese a que aún no lo ha anunciado, por eso de respetar los tiempos en política, Miguel Ángel Gallardo ha admitido que no renuncia a optar a la Secretaría General a diferencia, por ejemplo, del alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, otro de los referentes que el PSOE tiene en la región por sus repetidas victorias en las urnas, pero que se ha autodescartado.

Gallardo también cuenta en su haber con sus éxitos electorales, lo que le diferencia de los otros candidatos que pueda haber. Suma seis mayorías absolutas en Villanueva y, sin el visto bueno mayoritario del partido, ha logrado ser por tercera vez presidente de la Diputación pacense.

En el PSOE son muy pocos hoy los que dudan de su interés por dirigir el partido y de su respaldo entre la militancia. Gallardo «cuenta con parroquia», aseguran, o, lo que es lo mismo, con el apoyo de muchos alcaldes y cargos, principalmente en Badajoz, que además ya han iniciado esta semana movimientos para escenificar ese apoyo en una provincia con mayor peso en cualquier votación interna que la cacereña por número de militantes.

Su respaldo, además, ha crecido en los últimos tiempos por su acercamiento a Rodríguez Osuna, reflejado en la designación de Carmen Yáñez como vicepresidenta segunda de la Diputación.

Tiempo de mujeres

Aunque en estos momentos es el favorito para relevar a Vara, no hay unanimidad en torno a su figura. A unos no les gustan sus formas, otros no comparten su proyecto de partido, otros más creen que es hora de que el PSOE lleve a cabo una renovación profunda y muchos también defienden que es tiempo de mujeres. Y hay un nombre que ha cogido fuerza en los últimos días.

Es el de Lara Garlito, exportavoz parlamentaria y vicepresidenta primera de la Asamblea en la actual legislatura. Una mujer cacereña (como María Guardiola) y de partido, que comenzó en Juventudes Socialistas y que podría presentarse a las primarias con el respaldo a priori de la dirección del partido en la provincia pacense y quizás con el de la cacereña.

La opción de Garlito, precisamente, ha tomado fuerza después de que el actual secretario provincial del PSOE en Badajoz, Rafael Lemus, haya descartado presentarse tras tantear en las últimas semanas los apoyos con los que podría contar para imponerse a Gallardo.

Además de estos nombres, siguen estando en las quinielas los del exconsejero de Sanidad, José María Vergeles, y el de la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, pero se va imponiendo en el seno del PSOE la tesis de que se debería aprovechar esta coyuntura política para apostar por «mirlos blancos», una tercera vía para llevar a cabo una renovación más profunda con políticos que no tengan tanto pasado. Y que sea capaz de lograr el consenso y evitar de esa forma las heridas que siempre dejan las primarias.