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Miguel Ángel Pérez Carrera redujo en 2018 su horario y su salario un 25%. JORGE REY
«Ahora puedo estar con mis niños por la tarde y mi vida es mucho mejor»

«Ahora puedo estar con mis niños por la tarde y mi vida es mucho mejor»

Miguel Ángel Pérez Carrera, técnico de mantenimiento de ascensores, considera que le compensa la merma económica en la nómina a cambio de tener libre todas las tardes excepto la del lunes

Cristina Núñez

Cáceres

Domingo, 19 de marzo 2023, 08:10

Se huele la primavera en los campos de fútbol Manuel Sánchez Delgado del cacereño barrio de Pinilla. A las cinco de la tarde de un miércoles la grada está llena de padres y madres que recogen o dejan a niños en ese no parar que rodea a las familias con muchachos en edad escolar.

Miguel Ángel Pérez Carrera está ahí. Recoge de fútbol a Alejandro, de nueve años, y lo hace junto a Emma, de seis. Son sus dos hijos. El día anterior, cuando atiende la llamada de este periódico a media tarde para concertar esta entrevista está con el niño en la peluquería y dice que llama después porque tiene que ir a comprarle unas zapatillas. Es técnico de mantenimiento de la empresa de ascensores TK Elevator en Cáceres. Solicitó y empezó a disfrutar de su reducción de jornada de un 25% en el año 2018.

De 40 horas semanales ha pasado a 30 horas, lo que supone también un considerable mordisco para la economía doméstica. «Una vez que empiezas tienes que estar muy mal económicamente para que te compense la diferencia de dinero con el beneficio que te da la reducción», señala mientras saca el taper con las meriendas y aplaca un poco las ansias de trotar de sus dos hijos.

«La gente piensa que estás perdiendo dinero, pero no por ser hombre, sino por considerar que no sale rentable»

«En España tenemos una cultura de horarios que hace imposible conciliar; eso debería cambiar, pero no se da el paso»

Cuando solicitó esta medida de conciliación su mujer trabajaba en banca y tenía que acudir algunas tardes. Después se quedó en paro y actualmente vuelve a trabajar en el sector financiero. Miguel Ángel considera que los horarios en España dificultan ya no solo la conciliación famliar, sino la posibilidad de hacer cualquier cosa más allá de trabajar, sin tiempo para la vida personal o las aficiones.

«Las empresas no adaptan los horarios de trabajo, si estuvieran adaptados no sería necesario pedir la reducción, pero eso es imposible entre otras cosas por la cultura que se tiene aquí en España respecto a los horarios, es difícil conciliar, se podría hacer de otra forma, pero cuesta dar el paso».

La reducción de jornada le ha permitido tener libres todas las tardes excepto las de los lunes. De martes a viernes su horario es de 9 de la mañana a 14,15 del mediodía. Llega a casa a tiempo para comer y afrontar tardes de deberes, extraescolares, meriendas, cenas, duchas y acostar niños. El 'pack' completo de los cuidados necesarios para hijos de la edad de los suyos.

«Como tenemos dos hijos siempre faltan horas, cuando no hay que llevar a una a un cumpleaños hay que acercar al otro a cualquier actividad». En sus reflexiones sobre la conciliación desliza la importante de ejercer la paternidad dedicándole tiempo a sus hijos, y de delegar lo mínimo. «Solo tiramos de algún familiar cuando es necesario».

Miguel, de 46 años, explica que las tardes se las reparten entre él y su mujer. «De esta manera yo también puedo tener un rato para mí», explica. Tiene muy claro que su calidad de vida ha ganado enteros desde que decidió dar el paso y solicitar la reducción de jornada. «Ahora puedo estar con mis hijos por la tarde, mi vida es mucho mejor». Tiene algo de tiempo para montar en bici, su hobbie, que le sirve para despejarse.

Dificultades

No siempre es un camino de rosas lograr esta pretensión. Según apunta este trabajador, no todas las empresas están abiertas a facilitar las medidas de conciliación. pero dice que nunca se ha visto cuestionado ni juzgado por sus familiares o sus amigos por la decisión tomada. «La gente piensa que estás perdiendo dinero, pero no por ser hombre, simplemente porque creen que no sale rentable». Él quiere continuar con reducción de jornada hasta que su hija pequeña cumpla los 12 años, seis años más en total. Hay trabajadores que tras superar ese periodo intentan negociar otras vías para mantener el nuevo horario.

Los motivos de Miguel tienen su parte de padre responsable, pero también ha hecho números y todo cuadra. «Si no, tendríamos que tirar de familiares o abuelos, pero si ellos no pueden tienes que tirar de otras fórmulas de conciliación, y al final lo que ganas por un lado lo pierdes por otro, las extraescolares son en muchos casos una forma de que los niños estén en algún sitio», opina este padre, que recomienda esta medida a la que se adhieren aún pocos hombres, y menos por un periodo tan largo como el suyo.

La implantación del permiso de paternidad de 16 semanas en enero de 2021, que equiparó el tiempo concedido a madres y padres, fue un paso para que los hombres se implicaran más en la crianza. Miguel Ángel considera que esa medida, de la que él no pudo beneficiarse (eran cuatro semanas tanto en 2013, cuando nació su hijo, como en 2016, cuando nació su hija), puede ayudar a tomar conciencia sobre la necesidad de criar de una forma más igualitaria.

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