Fue un ramal modesto, pero que resultó clave para el devenir de la Guerra Civil». Habla Juan José Ramos Vicente (Logrosán, 1960) del ferrocarril y sus historias con el entusiasmo de quien se apasionó por el tema siendo un crío. «Desde que acompañaba a ... mi abuelo a jugar y él se ponía a hablar con un guarda de Renfe», cuenta ahora, la semana en que presenta su quinto libro sobre este medio de comunicación en Extremadura. «Soy un forofo del tren», se declara Ramos, que el pasado jueves habló en Cáceres sobre esa última obra que ha escrito. Se titula 'F.C. Aljucén-Cáceres: Unión de la alta y baja Extremadura' (autoeditado en Círculo Rojo).
Publicidad
Ese tramo permaneció en uso hasta julio del año pasado, cuando la entrada en funcionamiento de los nuevos servicios le restó sentido. «El 15 de julio de 2022 fue dado de baja, lo que significa que su superestructura (balasto, traviesas y demás elementos) puede ser desmontada en cualquier momento, aunque se habla de que podría convertirse en una vía verde», sitúa el investigador, que es funcionario de Correos en Cáceres.
juan josé ramos vicente
Experto en el ferrocarril extremeño
«Con este estudio, pretendo reconocer la labor desempeñada por este pequeño ramal que durante algún tiempo fue muy importante en la explotación ferroviaria de nuestro país, principalmente durante la Guerra Civil», contextualiza el autor. Durante la contienda que sacudió España entre 1936 y 1939 alcanzó «su periodo de máximo esplendor, al aumentar mucho su utilización desde que el trazado de Madrid a Lisboa por Valencia de Alcántara fue tomado por las tropas sublevadas a la altura de Torrijos».
El ejército franquista utilizó entonces el ramal Aljucén-Cáceres «para todos los tráficos de víveres y alimentos por una parte, y por otra para el movimiento de tropas, de modo que este modesto trazado de 66 kilómetros acabó teniendo un papel relevante para que Franco llevara a buen puerto su asalto a Madrid».
Publicidad
La contrapartida a este incremento de la actividad en estas vías fue su desgaste. «Fue sometido a una sobrexplotación que le dejó secuelas, más aún teniendo en cuenta que durante la Guerra Civil apenas tuvo mantenimiento, y que no se le hizo una renovación decente hasta los años 70», explica Ramos. Él añade un segundo motivo que explica por qué este trazado llegó a tener una importancia estratégica. «Fue el germen de lo que con el tiempo sería el trazado ferroviario de la Vía de la Plata (Gijón-Sevilla)», apunta el experto, que tiene publicados libros sobre las líneas Talavera de la Reina-Villanueva de la Serena, Palazuelo-Astorga, Almorchón-Belmez-Córdoba y Mérida-Sevilla.
«El principal motivo para construir este ramal, que entró en servicio en abril de 1884, fue conectar por tren las dos capitales de provincia extremeñas», reconstruye el estudioso. «La conexión iba desde el puente sobre el río Aljucén hasta Cáceres –detalla –. Tenía paradas en El Carrascalejo, Carmonita, Aldea del Cano y Valduerna, así llamada por la finca en la que se ubicaba y que hoy coincide con las proximidades de Valdesalor. Además de conectar las dos capitales extremeñas, por extensión unió también las dos grandes líneas ferroviarias que tenía entonces nuestra comunidad, que eran en el sur la que iba de Ciudad Real a Badajoz por Puertollano y Almorchón, y en el norte la de Madrid a Lisboa por Valencia de Alcántara».
Publicidad
De esta forma, el humilde ramal que tan bien le vino a Franco se convirtió en un trazado clave para el presente y el futuro ferroviario de Extremadura, cuyos trenes conoce Ramos en profundidad. «Como usuario –reflexiona–, estoy de acuerdo con las críticas al servicio, porque no es de recibo lo que ha ocurrido, pero también creo que la región no tiene la patente de los trenes retrasados. Yo viajo por este medio por muchos sitios de España y también otras regiones sufren retrasos. He ido de Extremadura a Madrid en el Alvia seis veces y siempre he llegado a tiempo».
«Las tres manifestaciones del año 2018, en Badajoz, Cáceres y Madrid, en las que participé, marcaron un punto de inflexión en la historia extremeña del tren, que para mí, es el medio más ecológico y cómodo que existe», concluye Juan José Ramos, que tiene su último libro a la venta en Cáceres (Figueroa), Zafra (La industrial) y Madrid (Gaudí).
Publicidad
«La plataforma del tren extremeño estará totalmente electrificada entre Plasencia y Badajoz en el mes de junio, julio como muy tarde, y eso reducirá las incidencias del servicio en torno a un 75%». Es el vaticinio que hace Juan José Ramos, basado en sus conocimientos sobre el tren en la región, al que ha dedicado cinco libros, y en la información que obtiene de algunas de sus fuentes en el sector.
«Los trenes que tenemos ahora mismo en la comunidad –analiza el experto– son muy buenos, de verdad que sí. Yo los he visto en Las Matas, donde los fabrican. Pero son trenes concebidos para circular por vías electrificadas, no para hacer 467 kilómetros entre Badajoz y Madrid funcionando en modo diésel». «Estos mismos trenes –concluye– están circulando por vías electrificadas en otros sitios de España y apenas dan problemas».
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.