Extremadura supera por tercera vez esta semana la línea de los 500 contagios. En esta ocasión la región ha comunicado 547 casos positivos de covid-19. También hay que lamentar la muerte de cuatro personas, dos pacientes del área de Badajoz, un hombre de 84 de Olivenza y una mujer de 98 de la capital pacense; una mujer de 89 de Coria y un hombre de 91 de Cáceres. El número de fallecidos desde el inicio de la pandemia asciende a 732, 213 en la llamada 'nueva normalidad'.
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En cuanto a la presión de los hospitales extremeños, hoy desciende el número de personas ingresadas en planta, 290 , cinco menos que ayer; pero aumenta el de UCI, pasa de 28 a 29.
El único punto positivo de la jornada es que se han dado 152 altas, lo que equivale a un acumulado de 13.331.
Sanidad registra siete brotes nuevos. Dos en Badajoz, uno con ocho positivos y 130 contactos y otro con siete positivos y 20 contactos; uno en Santa Marta de los Barros, con 26 positivos y 91 contactos; dos en Mérida, el primero con cinco positivos y 30 contactos y el segundo con seis positivos y 55 contactos; uno en Mirabel, con cuatro positivos y 21 contactos, y uno en Plasencia, con seis positivos y ocho contactos.
Badajoz notifica 91 casos confirmados y tiene 72 pacientes hospitalizados, 11 de ellos en UCI.
Cáceres registra 85 positivos y tiene 52 ingresados, de los que cinco están en UCI.
Mérida comunica 129 casos confirmados y tiene 75 personas hospitalizadas, de las que cinco están en UCI.
Don Benito-Villanueva de la Serena notifica 101 casos positivos. Hay 25 pacientes hospitalizados, de los que tres están en UCI.
Plasencia registra 45 casos positivos y tiene 31 pacientes hospitalizados, de los que cinco están en UCI.
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Navalmoral de la Mata registra ocho casos confirmados y tiene cinco pacientes ingresados.
Llerena-Zafra comunica 84 casos positivos y tiene 25 pacientes ingresados.
Por último, Coria notifica cuatro caso positivos y tiene cinco pacientes hospitalizados.
Conviene recordar que son 43 las poblaciones de la región que mantienen medidas especiales destinadas a frenar la expansión de la enfermedad. Estas van desde el confinamiento perimetral, como en el caso de Almendralejo, que es el municipio que más tiempo lleva en esa situación (desde el 22 de octubre), hasta a la reducción de aforos en establecimientos y actividades.
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