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Estrella Domeque
Miércoles, 11 de diciembre 2019, 08:36
La Unidad Militar de Emergencias se despide de Extremadura, aunque todo apunta a que no será un adiós, sino un hasta luego en la lucha contra el camalote. Termina esta fase de la operación para extraer la planta del Guadiana, pero se espera una nueva a lo largo de 2020 para actuar en otros tramos del río.
Después de algo más de cinco semanas de trabajo, los militares iniciaban ayer el desmantelamiento de su campamento, en Feval, tras haber cumplido con la misión encomendada. «Los datos hablan por sí solos, en estas cinco semanas hemos retirado 32.000 toneladas de planta con la limpieza de Guadiana, Guadianilla y Guadámez. Esta última semana han sido tres kilómetros y 9.500 toneladas», explicaba ayer a HOY el capitán Carlos José Bustos. Una cantidad que se suma a la ya extraída en la primera fase iniciada en 2018, cuando se sacaron 62.000 toneladas.
La Operación 'Medioambiental Extremadura II' empezó el 4 de noviembre y finalizará este viernes, cuando la UME repliegue todos sus medios. Atrás queda una estancia en el campamento base en la que han participado centenares de efectivos. En concreto, se ha mantenido una media de unos 120 soldados.
«Ha sido un trabajo conjunto, han pasado por aquí todos los batallones que forman la UME, y como equipo es una satisfacción que las extensas capas de camalote hayan desaparecido y ahora queda realizar un mantenimiento», proseguía Bustos mientras se realizaban las últimas tareas de limpieza de maquinaria para evitar que la planta se disemine.
Unas labores de limpieza que se realizaban muy cerca de Valdetorres, punto de partida de la operación y donde el río deja ya ver el fondo después de mucho tiempo cubierto por el camalote. La imagen dista mucho de la que se veía hace apenas unas semanas y la satisfacción es evidente dentro y fuera de la UME. «Se ha cumplido y se ha hecho un último esfuerzo en una semana más con el Guadámez y el resultado es todo un éxito», expresa Bustos.
Positiva es también la valoración desde la plataforma SOS Guadiana, que dejan abierta la posibilidad para el regreso de los militares. «Los objetivos se están cumpliendo y lo que queremos es que si tienen que volver, cuando haga falta regresen a hacer el gran trabajo que han estado realizando hasta ahora, que para mí es de 10 sobre 10», reconoce Agustín González, presidente de este colectivo, que lamenta que quedan aún muchos tramos por limpiar.
No obstante, en esta operación de la UME los trabajos se han centrado en el curso del río desde Valdetorres aguas abajo, hasta completar un recorrido de alrededor de ocho kilómetros. Una distancia y muchos días de arduas labores en los que han recibido el apoyo de la población. «Hay que agradecer y destacar la colaboración de los particulares para poder entrar en las zonas y realizar los asentamientos. Por otra parte, no se puede pedir más a Don Benito para el apoyo logístico y que la gente esté acomodada para trabajar, descansar y rendir», concluía Bustos.
Cabe recordar que la localidad dombenitense se convertía en su campamento base aprovechando las instalaciones de la institución ferial, que empezaban ayer a recuperar la normalidad con el inicio de los trabajos de recogida de maquinaria y materiales. La fecha límite marcada es este viernes y por ello decenas de efectivos se afanaban ayer en desmontar los barracones que han servido en estas semanas de dormitorios, aseos, comedor o cocina.
A unos metros de allí, en el recinto ferial, otros militares se ocupaban del transporte y colocación de la maquinaria para terminar de acondicionar los vehículos especializados de la UME que regresarán esta semana a Madrid, Valencia y Sevilla, principalmente.
Y es que, como reconocía el subteniente de la compañía de apoyo de la UME, Carlos Gutiérrez, la jornada de ayer era bastante intensa para compatibilizar esos trabajos de recogida con los de entrega de líder de operación que se pasará otra vez a la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Será por tanto este viernes cuando se ponga punto y final a la operación. Es posible que en las próximas semanas los militares cambien la lucha contra el camalote por la ayuda en carretera ante las posibles nevadas, una situación a la que están más habituados. «Ésta ha sido una misión completamente distinta a lo que estamos acostumbrados y es relativamente nueva para nosotros, aunque ya lo hicimos el año pasado, por lo que es un nuevo aspecto de nuestro trabajo», indica Gutiérrez.
Desde el Ayuntamiento de Don Benito no se ha confirmado si se llevará a cabo algún acto de despedida durante los próximos días. En cualquier caso, se llevan el agradecimiento de la población por el trabajo para luchar contra este grave problema medioambiental.
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