Rui Nabeiro, el antiguo contrabandista que levantó un imperio del café

Tenía tan solo 19 años cuando murió su padre y asumió la dirección de Camelo. A partir de ahí empezó su exitosa trayectoria empresarial, visitó países en guerra en busca del mejor café, logrando una de las mayores fortunas de Portugal.

Fue político, ha patrocinado decenas de equipos deportivos y siempre repartiendo su tiempo entre ambos lados de la frontera.

En 1961 creó una empresa cuyo nombre puede verse en muchos de los cafés que se toman los extremeños: Delta. En pocos meses consiguió que se distribuyese por todo Portugal, pero ese solo fue el comienzo. Actualmente el grupo cuenta con más de dos docenas de empresas e intervención directa en áreas tan diversas como alimentación y bebidas, inmobiliaria, industria y servicios, distribución, turismo y hostelería.

Rui Nabeiro ha recibido a lo largo de su vida numerosos reconocimientos tanto en España como en Portugal. Fue nombrado dos veces alcalde de Campomayor, una en 1962 y otra en 1972. Ya en democracia, volvería a ejercer el cargo de regidor en 1977, siendo reelegido dos veces y permaneciendo en el cargo hasta 1986.

En reconocimiento al mérito empresarial, el presidente de la República, Mário Soares, le concedió el título de Comendador de la Orden Civil del Mérito Agrícola, Industrial y Comercial en 1995. En 2006 fue nuevamente distinguido, esta vez como Comendador de la Orden del Infante Don Henrique.

Era doctor honoris causa por la Universidad de Évora, que en 2009 estableció la Cátedra Rui Nabeiro, destinada a promover la investigación de la enseñanza y la divulgación científica en el ámbito de la biodiversidad.

Asimismo, en 2009, Rui Nabeiro recibió una de las más altas distinciones otorgadas en España. Por indicación del rey de España, fue honrado con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica. Un año más tarde fue nombrado cónsul honorario de España, con jurisdicción en los distritos de Castelo Branco, Portalegre, Évora y Beja.

En 2011 recibió la Medalla de Extremadura. Él mismo se definía como un hombre de la Raya y no podía ser de otra forma al nacer a tan solo 14 kilómetros de la frontera.

A esto, le siguió en 2012 un nuevo doctorado honoris causa en Ciencias Políticas, otorgado por la Universidad Lusófona.