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SOLEDAD GÓMEZ
Sábado, 24 de agosto 2019
Antonio González Casillas lo ha vuelto a hacer, pero esta vez todavía más a lo grande. Pasaban las 22.30 horas del pasado viernes cuando el escenario instalado en la plaza de San Bartolomé de Villanueva de la Serena comenzaba a llenarse de frutos de un tamaño desproporcionado que despertaban la admiración de los presentes. Estaba a punto de comenzar uno de los concursos de mayor tradición en la ciudad serona, el de sandías y melones 'Rufino Pineda Mendoza'. Y es que este evento se ha hecho ya popular en toda España por contar con las sandías más pesadas del país. Tanto es así que contaba con el récord nacional gracias a un ejemplar de 92,200 gramos logrado el pasado año por Antonio González. Pero aquella megasandía ya tiene sustituta aunque comparte padre, porque Antonio dejó a Villanueva con la boca abierta logrando un fruto de 100 kilos exactos. Y es que a medida que el certamen avanzaba, llegó el momento de poner sobre la balanza el ejemplar al que nadie quitaba ojo entre murmullos que especulaban sobre su peso. Cinco personas fueron necesarias para asegurar la mole sobre el platillo, que para sorpresa de todos superó con creces al registro máximo existente. Este hecho no le coge de nuevas a Antonio, que dice haber perdido la cuenta de las veces que ha ganado el concurso «aunque lo de este año ha sido lo más», decía. Lo que no es fácil arrancarle es el secreto para lograr estos frutos. «Mucho mimo, buena tierra, riego por goteo y el resto corre por cuenta de la climatología», asegura. El pódium lo siguió copando este villanovense, ya que con otro ejemplar consiguió el récord del concurso con 91,200 kilos. Pero las sandías compartieron protagonismo con otro fruto, puesto que se anotó otra cifra histórica gracias a los melones logrando otro récord con un fruto de 29 kilos perteneciente al serón Manuel Manchado.
Pero estas cifras han ido aumentando astronómicamente durante las 58 ediciones que lleva celebrándose el concurso, organizado por la Asociación de Fiestas de San Bartolomé Apóstol. Y es que como confirma el presidente de la entidad, Jesús Ramos, al principio las sandías más pesadas eran de unos 12 kilos y los melones de 4 kilos. Ahora los frutos quedarán guardados en cámaras refrigeradoras en el mercado de abastos hasta que, en unos días, un notario certifique su peso. A partir de entonces, serán degustados por los residentes de los centros de mayores de Villanueva de la Serena, quienes también sacarán tajada del concurso.
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