El barómetro sanitario se publica todos los años, excepto en 2020 y 2021, que se interrumpió por la covid. Armando Méndez
Barómetro sanitario de Extremadura

La satisfacción de los extremeños con la sanidad mejora, pero no llega a niveles de prepandemia

La región es la quinta del país donde los pacientes esperan menos para ser atendidos por el médico de cabecera, seis días

Álvaro Rubio

Cáceres

Martes, 4 de marzo 2025, 07:39

La nota que los extremeños otorgan al sistema sanitario público mejora, pero no lo suficiente como para alcanzar los niveles registrados antes de que ... estallara la pandemia. Los ciudadanos de la región dan un 6,36 al SES, según el último barómetro sanitario de 2024.

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En esta encuesta que realiza el Ministerio de Sanidad, en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) a más de 7.000 personas en todas las regiones, la puntuación media que dan al sistema público es de 6,28, por lo que Extremadura se sitúa por encima, algo que no suele ser habitual.

6,36 Calificación al SES

Es la nota sobre 10 que otorgan los extremeños al sistema sanitario público. Está por encima de la media nacional (6,28) y mejora respecto a 2023, cuando registró un 6,22, pero aún no ha alcanzado los niveles previos a la pandemia.

De hecho, en los últimos 20 años la satisfacción en Extremadura solo ha superado a la media del resto del país en tres ocasiones más, en 2004, 2005 y 2018.

Pese a la mejora registrada respecto a 2023, cuando la puntuación era de 6,22, la percepción no es mejor que la de los años previos a la pandemia. Desde 2016 a 2019, los extremeños puntuaban al SES por encima del 6,5.

Ese periodo fue uno de los mejores para el SES, tras dejar atrás la caída en las puntuaciones durante la etapa en la que gobernó el popular José Antonio Monago. De hecho, en 2014 Extremadura bajó del 6.

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Fue su peor nota en 20 años, aunque hay que tener en cuenta que entre 2011 y 2015, fruto de la crisis económica, los recortes en sanidad pública fueron una constante en casi todas las comunidades y no solo en Extremadura. También es cierto que la región lideró las reducciones del presupuesto en salud, con el cierre de 21 centros de urgencias en zonas rurales, lo que provocó un gran rechazo social.

Hay que recordar que el barómetro sanitario se interrumpió en los años 2020 y 2021 con motivo de la covid, y en 2022 se observó una caída en la satisfacción fruto de los cambios producidos por la emergencia sanitaria como la tardanza para ser atendidos por el médico de familia, las consultas telefónicas o la dificultad para ponerse en contacto con el centro de salud.

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En 2023 empezó la recuperación y es ahora, en 2024, cuando se observa una mejora en la percepción de los usuarios.

La mitad de extremeños cree que el problema de la lista de espera sigue igual que hace un año y solo un 10% dice que ha mejorado

Pese a ello, el informe también evidencia aspectos negativos en el sistema. Casi el 30% de los encuestados creen que el SES necesita cambios fundamentales, y el 16,6% directamente afirma que funciona mal. Por su parte, cuatro de cada diez considera que el SES realiza bien su labor.

Una prueba de algunas de las mejoras que debe introducir el Servicio Extremeño de Salud se centra en el acceso a las consultas, pues según esta encuesta el 21% de los extremeños ha necesitado que le atienda su médico de familia en los últimos doce meses y no lo ha logrado.

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Los extremeños esperan a ser atendidos por el médico de cabecera una media de 6,52 días. Es menos que en el resto del país, donde se alcanza los 8,67. La demora solo es menor en el País Vasco (5,14), Castilla y León (5,27), Navarra (5,79), y Asturias (6,02).

Este es uno de los aspectos que más se ha visto resentido en la sanidad pública tras la pandemia. En Extremadura, el SES se propuso atender a los usuarios en menos de 48 horas y así lo pactó el anterior gobierno de Guillermo Fernández Vara con los sindicatos médicos. Sin embargo, eso no se está cumpliendo. Solo el 23% asegura haber recibido atención en menos de dos días, un 17,2% llega a esperar una semana y un 12,2% más de 11 días.

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Especialista

En cuanto a la demora para ser atendido por el facultativo especialista desde que un usuario es derivado por su médico de cabecera, en la mayoría de los casos está fuera de lo que marca la ley, que son 30 días. Un 36,2% esperaron tres meses, un 35,3% de uno a tres y un 24,6 menos de 30 días.

Además, la percepción que tienen los extremeños sobre las listas de espera es poco esperanzadora. Casi la mitad (49,3%) cree que, durante los últimos doce meses, este problema sigue igual, un 32,5% considera que ha empeorado y solo un 10,2% afirma que la situación es mejor.

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Las esperas para salud mental, un servicio cuya demanda ha aumentado en los últimos años, también son mejorables según los extremeños.

El 33% de quienes solicitaron la atención de un psicólogo o psiquiatra en la sanidad pública esperaron más de tres meses en recibirla.

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