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A. G.
MÉRIDA.
Martes, 4 de abril 2023
Salieron los vecinos a los balcones en Santa Ramona, se juntaron de nuevo las portadoras del Cristo y los costaleros de la Virgen. Se apretaron las zapatillas de esparto los penitentes y a las siete de la tarde asomaron los nazarenos.
Es la de San Juan una procesión humilde. De recogimiento bajo la túnica y del barrio expectante por la penitencia conjunta. Cruzaron la esquina y fueron a buscar a sus imágenes.
La de San Juan tiene la particularidad de que primero salen los nazarenos y luego, con el desfile ya en la calle, se incorporan las dos imágenes. Silencio y aplausos cuando se encuentran los nazarenos con las figuras a las que veneran. Los costaleros de las Lágrimas son los que más carga soportan en la Semana Santa de Mérida. Hacen el recorrido más largo. Cruzan la ciudad dos veces por la Antigua y el Albarregas para llegar a la calle Santa Eulalia.
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La previsión era parar en la basílica a las nueve y a las diez en la concatedral. Lo que más cuesta es la vuelta, de madrugada, al barrio. La otra procesión del Martes Santos en Mérida es la del Calvario. Cuatro pasos en la calle. Tres cristos y una Virgen. Salieron pasadas las nueve. Encabezó Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto. El Calvario tiene un recorrido lleno de estampas singulares por el barrio. Fue ayer, el Martes Santo de Mérida, un reflejo de la devoción de sus barrios a las imágenes que portan en sus penitencias.
La previsión del Calvario pasaba por atravesar el Arco de Trajano a medianoche. Aunque lo que más llama la atención de este itinerario es el paso de los portadores por el Callejón de la Amargura. En silencio fue durante toda la procesión el Nazareno. No lleva acompañamiento musical cercano. Por la carrera oficial de la plaza de España pasaron ayer seis pasos de la Semana Santa de Mérida. Cuatro cristos y dos vírgenes. Representa este Martes Santo los momentos previos a la cruxifición que narran los evangelistas en la Biblia. Salieron también dos hermandades con una trayectoria muy distinta. La de San Juan se fundó en 1990 y la del Calvario en 1900.
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Fermín Apezteguia y Josemi Benítez (ilustraciones)
Iker Cortés | Madrid
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