La Semana Santa de Mérida muestra una madrugada única en el Anfiteatro

El Vía Crucis del Anfiteatro Romano es la singularidad más relevante de la Semana Santa de Mérida. Recordar el martirio de Cristo en un recinto coetáneo. Similar al que se hace en el Coliseo de Roma. Esperado por devotos y visitantes. A pesar de la hora –empieza a la una y media de la madrugada–, el Anfiteatro Romano se llena de público.

El Cristo de la O saldrá de la Concatedral portado por diez costaleros. En absoluto silencio y acompañado por el redoble de los tambores sordos.

Es una procesión que invita al recogimiento a los fieles. Tanto a los que van a la puerta de Santa María para hacer el recorrido completo hasta el Anfiteatro como a los que esperan en el recinto romano.

Una hora antes se abrirán las puertas del Anfiteatro para entrar a las gradas. Entrarán directamente los que previamente hayan retirado la invitación gratuita para el aforo que permite el recinto.

También pueden entrar los que se acerquen hasta la Concatedral y quieran ir con el Cristo de la O al Vía Crucis. Se entregarán las papeletas de sitios en la misma puerta de Santa María. Estas papeletas servirán para ocupar luego las sillas en la arena del Anfiteatro. Una de las peculiaridades de este Vía Crucis es que hay público en la grada y en la arena.

Deja claro la Junta de Cofradías que se trata de una oración comunitaria en la que se invita a los creyentes a rezar juntos en un día tan especial para ellos y a los no creyentes a reflexionar.

No se concibe como un espectáculo o una representación. Los participantes hacen un voto de silencio antes de salir de la Concatedral. Dura cincuenta minutos y se reza las catorce estaciones que muestran desde la condena a muerte de Jesús hasta su resurrección. En cada una de las paradas de la imagen se leen fragmentos de los evangelios que fueron recogiendo los evangalistas que narraron los últimos días de Jesús.

La Junta de Cofradías de Mérida ha previsto para este evento un programa que empieza a la una y media en la Concatedral con la salida del Cristo de la O.

Irá luego al Templo de Diana por Plaza del Rastro y Romero Leal. A las dos y media esperan entrar en el Anfiteatro. Y tras leer las catorce estaciones bajarán de nuevo por el Templo de Diana para regresar a la Concatedral sobre las cuatro de la mañana.

Antes de cerrar las puertas de Santa María los fieles podrán despedirse de su imagen. No se hará por motivos sanitarios un besapié como los que había antes de la crisis sanitaria, pero sí se podrán acercar a la imagen.