Señor presidente, explíquese

No saldrá de mí ninguna descalificación, no añadiré ni un solo adjetivo ni me sumaré al coro que expresa la decepción que siente hacia usted. Esperaré a oír sus razones, que seguramente las tendrá y estoy seguro de que serán poderosas porque no le tengo por un irresponsable. Pero tiene que decírnoslas, señor presidente de la Junta. Tiene que explicarnos qué es lo que le ha llevado a dar por buena la operación -¿podemos llamarla, para no entrar en más detalles, 'de alto riesgo constitucional'?- en que se ha embarcado el candidato a presidente del Gobierno de su partido y que hoy previsiblemente llegará a puerto y pasará de candidato a presidente. Tiene que decirnos, señor Fernández Vara, qué ventajas ve para nuestro país y para Extremadura o, si solo ve el mal menor, qué mayores desventajas aprecia en el resto de posibilidades que había para que Pedro Sánchez lograra la investidura. Confío en usted y estoy seguro de que tiene argumentos de peso, mucho más sólidos que el único esgrimido hasta ahora de que los partidos constitucionalistas no han querido sumar sus fuerzas para hacer frente al desafío de los independentistas que se saltan las leyes. Es un argumento certero y me alegraría que el PP y Ciudadanos pagaran el altísimo precio que tal irresponsabilidad supone, pero usted no puede ignorar que es un argumento tan certero como insuficiente cuando se emplea como arma arrojadiza porque la realidad es que la suma de los constitucionalistas ha sido despreciada por los constitucionalistas, por supuesto, también por el PSOE. Por eso, porque las cosas no son sencillas, no le estoy pidiendo una explicación superficial ni apresurada, de esas que se dan a los medios de comunicación cuando se está haciendo otra cosa (o en las redes sociales: un poco de respeto, por favor). Le estoy pidiendo una explicación en toda regla, sosegada, en la que usted pueda explicar esos argumentos con detalle y que los periodistas puedan preguntarle para que los extremeños tengamos la oportunidad de entenderle lo mejor posible.

Esa explicación nos haría más ciudadanos a los extremeños, señor presidente, y a usted nuestro representante aún más digno de lo que es. Piense en que su silencio es la expresión de una sorprendente e inesperada ruptura de la histórica posición que ha mantenido el PSOE de Extremadura en relación al papel que los nacionalismos han jugado en nuestro país. Piense, además, que usted ha hecho en repetidas ocasiones manifestaciones que dejaban poco lugar a la duda sobre cuál habría de ser su posición ante la posibilidad de que los nacionalismos, mucho menos los independentismos que buscan atajos legales, pudieran determinar la orientación de la política del Gobierno. Piense que en esa posición del partido que dirige en la región y en esa posición personal, que es lo que se ha quebrado, descansa buena parte de la confianza que muchos extremeños tienen en el PSOE y en usted. No nos podemos conformar con su silencio. No somos súbditos ni usted un gobernante de súbditos. Explíquese, señor presidente.