Plácido Domingo se fue anoche agradecido con un público, el del Teatro Romano, que le recibió y le despidió con ovaciones. J. M. ROMERO

El Teatro Romano recibe en pie y con un largo aplauso a Plácido Domingo

Festival 'Stone & Music' ·

La gradas las ocuparon aficionados de fuera de Extremadura, algunos de los cuales hicieron 8 horas en coche para verlo

ANTONIO GILGADO / R. R.

MÉRIDA.

Domingo, 26 de septiembre 2021, 07:57

Se quedó la noche fría. Diecinueve grados y a tirar de chaqueta en el Teatro Romano, que ha tenido en este Stone que se cierra hoy mejores entradas. Claros en las gradas.

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Público entregado el de anoche. Fue poner un pie Plácido Domingo en el escenario a eso de las diez y media y todos se levantaron. En pie y con una larga ovación que emocionó al tenor antes de cantar.

Y lo despidió de la misma forma. Palmas contundentes. Un espontáneo le gritó: «¡Gracias maestro!» y palmas incansables. Plácido Domingo se fue ayer agradecido de Mérida. Treinta años llevaba sin pisar el Teatro Romano.

Abrió el concierto la Orquesta Filarmónica de España, que igualmente fue recibida con generosidad. Los cincuenta músicos ocuparon el semicírculo. En el centro los dos micrófonos de pie por los que fueron pasando, además de Plácido Domingo, Adela Zaharia y el tenor Xabier Anduaga.

Plácido Domingo entraba y salía por el lateral según fue pasando el repertorio. Aguardaba en un extremo cuando no le tocaba dando pequeños paseos y aguardaba a que los músicos le dieran la entrada para volver al centro. Cada entrada y salida era un aplauso. Todos largos y calurosos.

En las gradas había aficionados de media España. Jaime Berenguer Borbón y Quima Estruga Roca, por ejemplo, llegaron desde Mequinenza, un pueblo de la provincia de Zaragoza que está a cincuenta kilómetros de Lleida. Setecientos ochenta kilómetros en coche y siete horas y media de volante para verlo. «Ha merecido la pena. Es un tenor de talla internacional que me encanta de siempre», decían en la grada.

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Hoy vuelven a casa y su próximo plan pasa por el Divo, en Valencia.

Mucha carretera también hicieron María Isabel y Francisca. De Valladolid. Fue el tercer concierto de Plácido Domingo al que asisten. En un principio, iban a ir al de agosto en el Startlite de Marbella. Se quedaron sin entradas y reservaron en Mérida. «Hemos salido ganando con el cambio. Este escenario nos gusta más».

También se fueron satisfechas. «A los ochenta años está en plena forma. Ahora el público le apoya más que antes».

Cerca de Isabel y Francisca, Andrés y Juan Manuel. Dejaron el coche en el parking del Museo Abierto de Mérida a las ocho y media y fueron de los primeros en entrar al teatro. En cuanto se abrieron la puertas. Salieron por la mañana de Alicante. También cruzaron media península.

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Sus planes iniciales estaban en el Startlite de Marbella, pero un esguince les obligó a cambiar de fecha. «Ha dado pocos conciertos y eso hace que la gente de muchos sitios venga a Mérida».

Del norte de Extremadura, Javier con su familia. Sus hijos estudian canto en el conservatorio y tenían pendiente una velada como la de anoche. «Para nosotros hoy –por ayer– es muy especial porque hemos pasado momentos complicados en la familia». Javier fue de los que más aplaudió al tenor. Se puso varias veces en pie para despedirlo cuando entraba y salía del escenario.

Llenó su móvil de fotos y vídeos de las actuaciones. No fue el único. Cuando se apagaban las luces solo se veían pantallas.

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