Un tercio de los sacerdotes atiende ya dos o más parroquias en la región

Ejerce como párroco en estas tres localidades. El suyo no es un caso excepcional. Cada vez hay más curas en la región que atienden más de una parroquia. Los datos arrojan que es una situación bastante común, sobre todo en el ámbito rural. Un tercio de los sacerdotes están al frente de dos o más iglesias en Extremadura, según los cálculos elaborados a partir de los datos facilitados por las tres diócesis.

La figura del sacerdote 'multiparroquia' es un ejemplo de las fórmulas arbitradas por la Iglesia para hacer frente al panorama actual, marcado por el descenso de vocaciones y la caída de feligreses. En este último fenómeno influyen factores como la crisis de fe y la despoblación de los pequeños municipios. En la 'Extremadura vaciada' cada vez hay más huecos libres en los bancos de sus iglesias porque los feligreses cada vez tienen una edad más avanzada y, poco a poco, van desapareciendo.

La reorganización que afronta la institución pasa, además, por otras medidas. La más drástica ha sido la anunciada esta semana por el Arzobispado de Mérida-Badajoz, que ha comunicado que el próximo mes de septiembre será suprimida la parroquia de Santa Teresa en Badajoz capital, llevada por los Carmelitas hasta su salida de la ciudad en 2019.

En un primer momento el Arzobispado decidió mantener la parroquia abierta adscribiendo a ella al párroco de San Juan de Dios (Urbanización Jardines del Guadiana). Pero cinco años después la falta de fieles y la proximidad de Santa Teresa a la parroquia de San Fernando han determinado que lo más conveniente es proceder al cierre.

Otra parroquia que desapareció fue la de la Concepción, que está en la calle San Juan, aunque en ese caso el templo sigue teniendo culto. En este caso es Andrés Fernández Llera, párroco de San Andrés, quien se hace cargo de esos dos templos.

Explica el delegado diocesano de Medios de Comunicación en Mérida-Badajoz, Juanjo Montes, que los cambios que se están introduciendo tienen relación con la evolución lógica de la sociedad y recuerda que muchas de las parroquias que ahora funcionan en Badajoz nacieron entre 1975 y 2002 coincidiendo con la expansión urbanística que experimentó la ciudad de Badajoz. «En aquella época no había parroquia en Las Vaguadas, en el Perpetuo Socorro, en Valdepasillas, en el Cerro del Viento... Todos los templos estaban en el casco histórico y en el centro pero fue lógico salir a los nuevos barrios».

Ahora ocurre lo contrario. En la zona centro y el casco antiguo de la ciudad abundan templos que tienen poca población alrededor mientras que las nuevas parroquias de los barrios son las que presentan un mayor dinamismo. De hecho, la Archidiócesis está dando pasos para construir un templo en la joven urbanización del Cerro Gordo, donde ahora existe un templo provisional en los bajos de un edificio. «Lo ideal sería contar con más sacerdotes pero con la situación en la que nos encontramos se trata de llegar a todas partes».

Tanto desde la Diócesis de Coria-Cáceres como la de Plasencia descartan cierres y aseguran que, hoy por hoy, todas las parroquias están cubiertas. En todo el territorio de Coria-Cáceres hay en la actualidad 157 parroquias y 107 sacerdotes, con una edad media de 64,4 años. La mayoría de los templos, 138, están en los pueblos y son atendidas por 54 curas. Hay 19 sacerdotes con dos parroquias a su cargo; 14 sacerdotes con tres; seis sacerdotes con cuatro y tres sacerdotes con cinco o más parroquias a su cargo. El número de religiosos que están al frente de dos o más parroquias asciende a 42, lo que supone un 39 por ciento del total.

En el caso de Mérida-Badajoz, sigue habiendo curas que se ocupan de un solo templo y hay parroquias importantes con varios sacerdotes, pero también es frecuente que realicen labores pastorales en dos parroquias, una situación en la que se encuentran 38 sacerdotes . Ocurre, por ejemplo, en las parroquias de Granja de Torrehermosa y Malcocinado, o en las de Ribera del Fresno y Puebla del Prior.

En otros casos no son dos sino tres las parroquias en las que realizan funciones. Ocurre en 15 casos y en esta archidiócesis también hay algún sacerdote que tiene asignadas cuatro comunidades parroquiales, como ocurre con el párroco de Valencia de las Torres, Hinojosa del Valle, Llera e Higuera de Llerena.

Incluso hay un cura que lleva las parroquias de Esparragosa de la Serena, Malpartida de la Serena, Helechal y La Nava, estando además adscrito a la parroquia de Quintana de la Serena. En total, son 55 de 203 los sacerdotes que atienden dos o más parroquias, lo que supone un 27 por ciento del total.

En la Diócesis de Plasencia hay, al menos, 41 párrocos con dos o más parroquias a su cargo. Destacan casos como el del sacerdote de Almaraz, que también lleva las parroquias de Campillo de Deleitosa, Casas de Miravete, Higuera de Albalat y Romangordo. En esta Diócesis hay en la actualidad 149 sacerdotes –aunque no todos están activos– y 201 parroquias. «La mayoría de los curas rurales lleva más de una parroquia. Y también recurrimos a sacerdotes de otros países. Los hay de Camerún, Senegal y de Sudamérica», asegura Roberto Fernández, director de la oficina de comunicación de la diócesis placentina, que abarca municipios de la provincia de Cáceres, de Salamanca y de Badajoz.

El padre Juan Antonio, que durante la semana imparte clases de Religión en el IES Al-Qázeres de la capital cacereña, apunta que en Botija hace dos años que se celebró la última comunión y que la próxima no se prevé hasta dentro de otros tres años. Hay pocos niños en el pueblo.

«Somos muchos los sacerdotes que estamos trabajando en varias parroquias rurales. Hay compañeros que llevan cinco o seis. Los fines de semana voy siempre corriendo porque hay distancia entre un pueblo y otro», relata el sacerdote, que realiza 80 kilómetros cada domingo entre el viaje de ida y el de vuelta a Cáceres, donde vive. «Los días de diario también voy. Dedico cada día a un pueblo diferente para hablar con la gente, me tomo un café con los feligreses, visito a enfermos...», enumera. Los sábados por la tarde también imparte misa en Torreorgaz y Torremocha. «A veces se me han juntado dos entierros en pueblos diferentes y tengo que cuadrar las horas», comenta a modo ilustrativo al tiempo que recuerda que en el pasado cada pueblo tenía su propio párroco. En el caso de Torremocha, incluso, había dos.

La incorporación progresiva de los diáconos a la vida de las parroquias es otra de las medidas para hacer frente al descenso de sacerdotes. Durante el curso 2022-2023 por primera vez la cifra de seminaristas no superó el millar en todo el país. Los aspirantes a sacerdocio son 974.