Otro medio punto de poder adquisitivo se dejaron los salarios de los trabajadores extremeños en 2023. Mientras que los sueldos repuntaron un 1,9%, los precios crecieron un 2,4% a lo largo del pasado año.
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Ni siquiera una inflación más moderada, tras dos años ... de descontrol, permitió que las rentas del trabajo diesen más de sí a los hogares de Extremadura. Una evolución, por otro lado, que contrasta con la que se produce en el conjunto de España, donde los salarios sí consiguieron ganar poder de compra en 2023, más de punto y medio, e interrumpieron una tendencia de tres ejercicios consecutivos en retroceso. Al contrario, los trabajadores extremeños acumulan cuatro años consecutivos perdiendo poder adquisitivo.
Sí es cierto que la disminución de los salarios reales –los que se calculan como la diferencia entre la variación de los sueldos y de la inflación, según explican los economistas– fue menor en el último año que en los tres anteriores.
Es decir, Extremadura se movió en sintonía con el resto de España, pero no logró pasar a cifras positivas. Principalmente a causa del menor aumento del salario bruto en la región. En ninguna otra región ese incremento fue inferior al 3,3% y el avance extremeño se quedó en el 1,9%, según la evolución de los sueldos y salarios en la Encuesta de Costes Laborales que publica anualmente el INE (Instituto Nacional de Estadística) y que tiene en cuenta a las empresas de los sectores industrial, construcción y servicios.
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La media nacional se fue por encima del 4,7%. Así, pese a que la inflación extremeña también fue la menor del país, no bastó para que los trabajadores notaran crecer sus salarios reales.
De hecho, fueron los extremeños los únicos que perdieron, junto a los canarios, poder adquisitivo en 2023. Aunque en el caso de Canarias el retroceso fue de apenas una décima y debido a que su tasa de inflación fue la más elevada del país.
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78% es el salario extremeño
respecto a los 26.556 euros en los que está la media nacional; se trata de la tasa más reducida desde 2008 y se comprueba una ampliación de la brecha salarial en casi tres puntos en los cinco últimos años
Con esos datos, los salarios de los trabajadores en Extremadura acumulan una reducción real de más de siete puntos en los cuatro años que han transcurrido desde el inicio de la pandemia. A nivel nacional, también se ha producido una caída pero mucho más moderada y no llega a los dos puntos.
Que los sueldos están creciendo mucho menos que los precios es una realidad que se prolonga en el tiempo. Entre la pandemia y la fuerte inflación registrada en 2021 y 2022 los salarios extremeños sufrieron una importante pérdida de poder de compra, pero si se mira la última década también se observa un disminución de los salarios reales en la región: exactamente de 5,7 puntos, más del doble de lo que caen en ese mismo periodo a nivel nacional.
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Y si se mira hasta 2008, año al que se remonta la serie histórica de costes laborales que publica el INE (Instituto Nacional de Estadística), la pérdida de poder adquisitivo para Extremadura se sitúa en 11,5 puntos y la española roza los siete.
Una de las consecuencias de los que sueldos de los trabajadores extremeños fueran los que menos se revalorizaron en 2023 es que se amplia la brecha salarial de Extremadura con el conjunto del país. Es decir, no solo los salarios que se pagan en la región son los más bajos del país sino que se van quedando cada vez más atrás.
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Actualmente, los datos del INE certifican que los empresas extremeñas dedicaron al salario de los empleados una media de 20.774 euros durante el año pasado. Una cuantía que es el 78% de la media nacional, que está en 26.556 euros anuales. A inicios de la década de los 2010, ambas cifras estaban mucho más cerca, los sueldos en la región eran el 85% de los que se pagaban en el conjunto del país y justo antes de la pandemia la relación rozaba el 82%.
Desde 2018 se han incrementado considerablemente los sueldos en Extremadura, y en el resto de España, gracias principalmente a las repetidas subidas del SMI (salario mínimo interprofesional). «Pese a la subida del salario mínimo que ha tenido un efecto positivo en Extremadura, existe aún un amplio margen de mejora y crecimiento», exponen desde UGT en su análisis de la Encuesta de Costes Salariales.
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Exactamente, un 11% ha crecido el sueldo medio bruto en la región a partir de que el 1 de enero de 2019 se aprobara llevar el salario mínimo a los 900 euros. Un aumento del 22% respecto al anterior, el mayor desde que el SMI entrara en vigor en 1980. Sin embargo, ese salto no ha llevado a la convergencia. «En esta brecha salarial tiene especial incidencia la diferente estructura productiva de Extremadura, con una menor presencia del sector industrial», detallan en UGT.
Los costes laborales que afrontan las empresas se dividen en varios conceptos: los más destacados son los salarios, que suponen el 72,8% del total en Extremadura, y las cotizaciones obligatorias, del 24,8% en la región. En todas las regiones se mueven en unos porcentajes similares. Ya por debajo del 1% están, entre otros, las indemnizaciones por despido o las cotizaciones voluntarias. En estas últimas, las que pagan las empresas extremeñas son las más reducidas del país y significan un 0,2% del total de costes laborales que afrontan las sociedades. Es menos de la mitad de la media nacional, que se sitúa en el 0,5%. Aunque también es cierto que las cotizaciones obligatorias que asumen las empresas en la región están casi un punto por encima del 23,9% que conllevan en el conjunto de España.
Es evidente que la industria es el sector que paga unas nóminas más elevadas y la escasa presencia industrial en el tejido productivo extremeño lastra el salario medio de los trabajadores de la región. Por eso, la industrialización es vista por los expertos como una de las esperanzas, y más con los diferentes proyectos que se plantean para la región, para que Extremadura avance hacia la convergencia con el resto de comunidades autónomas.
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Otro de los aspectos que pueden ayudar en ese proceso es el desarrollo en dimensión de las empresas. Son las compañías de mayor tamaño –en referencia al número de trabajadores– las que pagan unos sueldos más altos.
El número de sociedades de gran tamaño en Extremadura es muy reducido. Únicamente hay 49 empresas que tienen más de 200 trabajadores en la región, donde había más de 69.000 empresas activas al finalizar 2023, según el INE. En estas grandes compañías el coste medio de cada salario fue de 28.244 euros anuales. Una cuantía que es un 36% superior a la media extremeña y que supera en más de 11.500 euros lo que pagan las de menos de 50 trabajadores, que en su inmensa mayoría son pymes y micropymes. «La escasa dimensión de las empresas extremeñas tira hacia la baja de los salarios medios», insisten desde UGT.
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Además, es en estas corporaciones de mayor tamaño donde más se acorta la brecha salarial entre Extremadura y el conjunto del país. Los sueldos que se pagan en las empresas extremeñas de más de 200 trabajadores se acercan al 90% de los que tienen las compañías de esa misma dimensión en el ámbito nacional. Mientras que en el resto de empresas, esa brecha se amplía y los sueldos se quedan en el 76% de los que hay a nivel nacional.
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