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En todas las playas hay varios chiringuitos y cada uno tiene su personalidad. En Isla Canela el más puntero era el Paradise por sus puestas de sol, desmontado este año al ser incapaz de resistir los embates del mar. Si en La Antilla el sitio de moda siempre ha sido El Camaleón, en Punta Umbría es conocido el Oliver porque allí se sienta el popular Risitas y hace el '¡cuñaoooo¡' para los clientes. Pero si en este pueblo hay un chiringuito especial, con estilo surfero y una programación musical inigualable, ese es el Mosquito. La extremeña María Vidal es la encargada.
Ella es de Cáceres, pero se trasladó a Mérida, donde estudió en el colegio Salesianos y el instituto Albarregas. Tras hacer la carrera en Granada se mudó a Huelva con su pareja hace tres años. El verano pasado era una empleada más de este chiringuito que también tiene sucursal en la capital onubense, donde trabaja ocasionalmente durante el invierno. Esta temporada ejerce de encargada de mañana del Mosquito playero, en la playa de La Canaleta.
Una jaima, un futbolín, hamacas y un escenario para una programación musical continua que incluye desde un rapero de Chicago a una sesión de funky con el Señor Lobezno o artistas más conocidos como Tomasito o Pablo Carbonell, que hacen de este chiringuito prácticamente un centro de ocio. No solo está al lado de una escuela de 'kitesurf' y de vela sino que el Mosquito, más allá de sus comidas, cócteles y zumos naturales, ofrece además clases de yoga, cine infantil los lunes,conferencias o presentaciones como la de la modelo Laura Sánchez, que mostró aquí su colección de bikinis hace unos días.
La extremeña María Vidal tiene ahora 32 años y hace tres que vino a vivir a Huelva. «Me gusta su gente, que es una maravilla, los paisajes, sus playas vírgenes, la sierra que tiene y que se come fenomenal. Mis padres vienen a menudo a verme y cuando los paseo por la zona descubro todo esto. Amigos ni te cuento, vienen un montón».
Ahora mismo su lugar de trabajo está en un enclave de ensueño, pero María sabe que será temporal. Ella ha estudiado un grado de Psicología y este año ha terminado un ciclo superior de Educación Infantil, por lo que está a punto de iniciar el máster universitario de formación del profesorado (antiguo CAP). «En verano me dedico a la hostelería, pero en invierno intento estudiar y lo compagino con el trabajo del Mosquito que hay en Huelva, donde son muy flexibles conmigo, porque mi camino está enfocado a la docencia», dice desde la playa, con un cóctel de sandía en la mano, esta extremeña que en la transición hacia su futuro profesional ha encontrado trabajo en un lugar idílico.
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