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Sede de la comunidad de propietarios de las fincas Cabra Alta y Cabra Baja en Zahínos. BRÍGIDO
La trampa estadística sobre la pobreza de Zahínos

La trampa estadística sobre la pobreza de Zahínos

Cabra Alta y Baja. La localidad figura cada año como la que tiene menos ingresos por habitante porque la actividad de las fincas expropiadas obliga a presentar declaración

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Domingo, 18 de octubre 2020, 08:56

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Zahínos es el municipio con menor renta por habitante de España. Es un titular que se repite desde que la Agencia Tributaria publica los datos del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) por localidades. La estadística no engaña, pero ahondando en las cifras se pueden sacar varias conclusiones. La principal, que una expropiación histórica explica unos datos que no son reales.

Para empezar, hay que tener en cuenta el alcance del estudio. La Agencia Tributaria solo recoge datos de localidades de más de mil habitantes, lo que deja fuera a un buen número de poblaciones en todo el país. De las que superan esa cifra, Zahínos es la que tiene la renta media más baja. Era de esperar que Extremadura, la comunidad con menos ingresos del país, tuviera el municipio situado a la cola del estudio. Pero Badajoz no es la provincia con menos renta, sino Jaén, y además también cabe pensar que las cifras más bajas corresponderán a localidades con menos población. Sin embargo, el municipio de la Sierra Suroeste tiene 2.800 habitantes, lo que le sitúa en el lugar 110 de los pueblos de la región que pasan de mil. Hay algo que no cuadra.

De entrada, llama la atención el índice declarativo, que relaciona los declarantes del impuesto con el número de habitantes. La media de la provincia de Badajoz es de 53,12%, mientras que en Cáceres se eleva a 56,18%. Por lógica, es más bajo en las grandes ciudades, donde el peso de la población infantil y juvenil es mayor, y más alto en los pueblos.

El número de declaraciones que se presentan corresponde a una localidad un 25 por ciento mayor

De los municipios de Extremadura con la renta más baja, aquellos que no llegan a 15.000 euros brutos por habitante, el que tiene el índice declarativo más alto es Zahínos con 67,75. En concreto, en la estadística de 2018 hay 1.899 declarantes en una localidad de 2.803 habitantes. Ya es llamativo que también sea el municipio con la renta más baja.

En consonancia, llama la atención el alto número de declaraciones que se registra en esta población. Llega a 1.497, similar a localidades como Hornachos, Herrera del Duque, La Zarza y Talarrubias. Estas cuatro poblaciones tienen algo en común, todas rondan los 3.500 habitantes. Es decir, Zahínos tiene unos datos que corresponden a una población un 25% mayor.

La renta media se obtiene al dividir la renta bruta total entre el número de declaraciones. En Zahínos, la renta bruta, el total de los ingresos que se consignan en la declaración anual, es de algo más de 18,65 millones de euros. Entre 1.497, el resultado es 12.497 euros, la cifra más baja del país y menos de la mitad que Badajoz, Almaraz y Cáceres, los únicos municipios extremeños que pasan de 26.000 euros.

Los datos no engañan. Pero si se analizan otras localidades con un número de habitantes similar en la provincia de Badajoz, como Valdelacalzada y Lobón, se puede apreciar que la renta bruta de estos municipios es muy parecida y que está incluso por debajo. Es decir, Zahínos genera unos ingresos que se corresponden con su número de habitantes, lo que ocurre es que presenta muchas más declaraciones de IRPF, lo que hace que la renta media sea mucho menor. Tanto como para ser la más baja del país.

Esto podría llevar a entender que en Zahínos deben trabajar más personas para conseguir una renta similar a otras poblaciones de su tamaño. Pero hay una explicación a esos datos.

Luis Ramón Chávez trabaja como asesor fiscal en Zahínos, una localidad famosa por su actividad económica en torno al carbón vegetal, pero también por las fincas Cabra Alta y Cabra Baja. Durante la II República se expropiaron a la Casa de Alba para entregarlas a comuneros del pueblo. Tras la Guerra Civil volvieron a su antiguo dueño, pero en los años 80 la Junta de Extremadura inició un proceso de compra que terminó en expropiación.

En 2002 los terrenos volvieron a ser propiedad de los herederos de los antiguos comuneros. Chávez indica que en la actualidad hay unos 1.300 socios, prácticamente la mitad del pueblo. Las fincas están inscritas a nombre de una sociedad civil, lo que lleva a sus integrantes a hacer declaración de IRPF. «Aunque sean participaciones menores, obliga a presentar renta», explica.

Entrada a la finca Cabra Baja de Zahínos, expropiada a la Casa Alba. HOY

La explotación ganadera de Cabra Alta y Cabra Baja apenas genera al año 250 o 300 euros de ingresos para cada socio, pero todos están obligados a rendir cuentas a Hacienda. Un pensionista con una paga de 600 euros al mes, que en cualquier otra situación estaría exento de hacer la declaración de la renta, en Zahínos está prácticamente obligado. La actividad de las fincas expropiadas a la Casa de Alba explica por qué hay tantos declarantes del impuesto, pero los ingresos que generan no son tan altos como para elevar los ingresos de la localidad. El resultado es que la renta media cae. Paradójicamente, una operación destinada a aumentar la riqueza del pueblo tiene su efecto negativo en una estadística que cada año exhibe al municipio como el más pobre de España.

Estadística desfavorable

Junto a esto, la estadística no tiene en cuenta ciertas cuestiones. De entrada, no recoge rentas negativas, que se suelen producir en actividades económicas. Eso puede suponer un perjuicio para las pequeñas localidades, como Zahínos, donde predominan los autónomos, y beneficiar a las ciudades, donde hay más empresas.

Tampoco se tienen en cuenta las segundas viviendas del declarante. La Agencia Tributaria señala que no suponen un ingreso real, por lo que incluirlas en el estudio supondría distorsionar los datos sobre dinero disponible. Es cierto que no generan más renta, pero en pequeñas localidades representan todo lo contrario a la pobreza. Más aún en Zahínos. Como explica Luis Ramón Chávez, entre los años 70 y 80 se llevó a cabo un reparto de solares entre toda la población que hizo que un buen número de sus habitantes tenga al menos dos propiedades en el casco urbano. Otro aspecto que no se recoge en una estadística que no ofrece una imagen real de la localidad.

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