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Juan Carlos Olalla, de 46 años y vecino de la localidad pacense de Garlitos, lleva en paradero desconocido desde el pasado 7 de enero. 20 días después, el 27 del mismo mes, en el municipio cacereño de Hinojal echaban en falta a Vicente Sánchez, de ... 79 años. Las dos desapariciones tienen en vilo a sus familiares. En el caso de Olalla, salió a caminar por la sierra con su pareja y otro hombre cuando se le perdió la pista, aunque su desaparición no fue denunciada hasta el 25 de enero, dos días antes de que se esfumara sin dejar rastro Vicente Sánchez, un hombre ordenado y de costumbres fijas que abandonó su casa sin hacer la cama.
Desde entonces, la Guardia Civil mantiene abierta una investigación para esclarecer las causas de su misteriosa desaparición y tratar de dar con su paradero. En ambos casos, el operativo de búsqueda continúa desarrollándose, sin que hasta ahora haya ofrecido resultados.
En la comandancia de Badajoz, intentan averiguar las circunstancias de la desaparición de Olalla, a quien han buscado en diferentes batidas sobre el terreno por las inmediaciones de Garlitos, un pequeño pueblo de La Siberia de unos 500 habitantes. En este caso, llama la atención que interpusieran la denuncia 18 días después de que este vecino, de pelo moreno claro, barba canosa y 1,70 metros de altura, desapareciera.
Mientras, en Hinojal, los familiares de Vicente Sánchez relacionan su inquietante desaparición con un premio de la lotería que le tocó hace unos años. Tienen prácticamente claro que podría haber sido víctima de una extorsión por dinero, como declararon su hermana y su sobrino a este diario.
En la localidad cacereña los cuerpos de seguridad también han batido a fondo los alrededores. Han revisado charcas, pozos y otras zonas acuáticas en varios dispositivos de emergencia en los que han participado numerosos efectivos, perros adiestrados y guardias civiles de unidades especializadas como los GEAS, además de voluntarios que se han unido a la búsqueda. Por ahora, tampoco hay novedades en el caso de este hombre que hacía una vida «sencilla y solitaria» y que salió de su vivienda sin móvil y dejó las puertas del corral abiertas. La Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis.
La desaparición de los dos hombres ha coincidido en el tiempo con la de Manuela Castillejo, la vecina de Badajoz cuyo cadáver fue hallado en el río Guadiana el pasado 31 de enero, nueve días después de que saliera a dar un paseo y no regresara a su casa del barrio de San Fernando.
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