![Traumatología y Radiología, las especialidades con más quejas en los hospitales extremeños](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/04/02/radiologia-kk0D-RPj7DxUG0DiX3nLcg8TMJ5H-1200x840@Hoy-Hoy.jpg)
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Traumatología y Radiología fueron con diferencia las dos especialidades más reclamadas por demoras en los hospitales extremeños el año pasado, según la última memoria anual de la Defensora de los usuarios del sistema público sanitario extremeño, publicada en su web este martes. Este documento ... detalla que las reclamaciones y sugerencias ciudadanas disminuyeron un 51% en la atención primaria, una prueba de que este capítulo de la sanidad regional ha recuperado el pulso que perdió tras la pandemia de covid, pero ha ocurrido lo contrario con la especializada, donde las quejas aumentaron un 14%.
Traumatología motivó cerca de 500 solicitudes de aplicación de la Ley de Tiempos de Respuesta, que obliga a la sanidad pública a cumplir unos plazos que no siempre respeta. Es la especialidad que más quejas motivó en el hospital Perpetuo Socorro de Badajoz, el Universitario de Cáceres y los de Navalmoral de la Mata y Don Benito-Villanueva, la segunda en Plasencia y la tercera en Mérida. Radiología, que ronda las cuatrocientas peticiones de ayuda a la Defensora en la comunidad, lidera la clasificación en los de Mérida, Zafra y Llerena.
La tercera especialidad más reclamada por retrasos, con cerca de doscientos expedientes en la región, es Digestivo. Le siguen, en orden de más a menos quejas, Neurocirugía, Rehabilitación, Oftalmología y Urología, todas ellas por encima de cien expedientes. Y en un escalón inferior aparecen Cirugía Maxilofacial, Cirugía vascular, Otorrinolaringología y Neurología, aunque la situación es distinta en cada hospital.
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Hay que recordar que la Ley de Tiempos de Respuesta (la 1/2005) fija un máximo de 180 días naturales para intervenciones quirúrgicas, sesenta para la primera consulta con el especialista y treinta para pruebas diagnósticas o terapéuticas. Unos plazos que se reducen para aneurismas no urgentes, patología arterial periférica isquémica aguda, fístulas arteria-venosas para diálisis, cirugía cardiaca valvular o coronaria y desprendimiento de retina. Y se acortan aún más para diagnósticos o sospechas clínicas de cáncer.
El incumplimiento de algunos de estos plazos generó a lo largo del año pasado 2.631 solicitudes de aplicación de la normativa ante la oficina que dirige Eva Molinero y que tiene su sede en Mérida (calle san Salvador, número 9). Esa cifra es un 9% superior a la del ejercicio precedente. De cada cien peticiones, 40 se refieren a retrasos para una primera consulta con el especialista, 33 a demora en ser llamado para pasar por el quirófano y el resto por la tardanza para recibir cita para pasar una prueba diagnóstica.
En los tres capítulos se ha incrementado el número de quejas: un 3% en operaciones y pruebas respectivamente, y un 18% en primeras consultas, según detalla la memoria de la Defensora, que concreta también que han aumentado en todas las áreas de salud excepto en las de Badajoz y Mérida. Y lo ha hecho más que en ninguna otra en la de Llerena-Zafra, que ha registrado un 66% más de reclamaciones en este capítulo que en el año anterior, lo que le lleva a ser la que presenta la mayor proporción de requerimientos por habitante.
El incremento de solicitudes de Llerena-Zafra ha sido tan grande que también ha disparado las resoluciones de esta Oficina dirigidas a ese área de salud: de 34 en el año 2022 se ha pasado a 140 en 2023, o sea, se han multiplicado por cuatro.
También destaca para mal el servicio de Traumatología del Hospital universitario de Cáceres, líder destacado de Extremadura en número de solicitudes de amparo a la Defensora por demoras más allá de lo que marca la ley. El año pasado motivó 222 peticiones, es decir, más de cuatro cada semana. Y dio pie también a 151 resoluciones de la Defensora, frente a las 99 del ejercicio anterior.
Esta oficina de atención al paciente divide su trabajo en dos capítulos: las ya analizadas peticiones de cumplimiento de los tiempos legales y por otro lado, las reclamaciones. De estas últimas recibió durante el año pasado 3.248, un dos por ciento menos que en el ejercicio precedente. También llegaron 18 sugerencias.
Del total de quejas, el 86% se referían a deficiencias en la atención especializada, la que se presta en hospitales y centro de especialidades, y el resto a Primaria. De estas últimas se presentaron 344, que son un 50% menos que en el año anterior, lo que ilustra sobre la mejora del servicio que tantas quejas motivó tras la pandemia.
Aunque los motivos de reclamación son variados, tres de cada cuatro tienen que ver con las listas de espera y los retrasos en ser citados. El área de salud que en mayor medida utiliza los servicios de la Defensora es Mérida, con una reclamación por cada 167 habitantes. En este dato puede influir el hecho de que la oficina de este servicio esté en esa ciudad. Le sigue Llerena-Zafra, con una por cada 170 ciudadanos. En el otro lado de la balanza aparece Coria, con solo veinte quejas en todo el año pasado, lo que equivale a una por cada 2.094 residentes.
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